martes, mayo 12, 2009

Viaje a Australia - 19º Día (1ª Parte)

3 de Diciembre del 2008

Este articulo es continuación de Viaje a Australia - 18º Día

Como ya os comenté nos habíamos quedado alojados con la caravana en un camping de Hervey Bay a unos escasos 25 o 30 metros del puerto de la ciudad, así que nada más levantarnos (7:00 AM) y en cuanto la oficina del camping estuvo abierta, nos pusimos manos a la obra para contratar la excursión que habíamos planeado a Fraser Island.

Como os podeís imaginar había varias opciones, pero optamos por una de Fraser Island Top Tours que nos costaba 155 $ AUS a cada uno y que incluía el traslado en Ferry, la excursión por la isla en autobús 4x4 y la comida en la propia isla.

Fraser Island es la isla de arena más grande del mundo, tiene más de 120 kilómetros de largo y 15 de ancho, y esta cubierta por una vegetación gruesa y unas dunas de arena que pueden llegar a alcanzar los 180 metros de altura. La isla esta en la lista de Herencia Mundial.
Eso sí, debéis saber que esta muy controlada la entrada el público a la misma y para acceder a ella con el vehiculo, preferentemente 4x4, se debe conseguir un permiso especial para ello que os tramitaran en la propia oficina en la que contratéis la excursión o el viaje en Ferry.


Habíamos tenido suerte, la excursión que habíamos contratado salía del puerto a las 8:30 de la mañana, así que como habíamos madrugado andábamos bien de tiempo para desayunar y preparar las cosas que llevarnos de excursión. Y eso sí, como podeís ver en la foto, ya a esas horas tempranas el sol pegaba con fuerza y la temperatura prometía un dia caluroso de los buenos.

El viaje en Ferry fue cortito, poco más de 45 minutos en los que fuimos disfrutando de la brisa del mar y las bonitas vistas de la costa.


Y al llegar a la isla la primera sorpresa, no había puerto, ni nada parecido, el Ferry se limitó a acercarse a la arena de la playa y el autobús 4x4 bajó allí mismo, metiéndose en el agua, como si se tratase del tantas veces visto Desembarco de Normandía.


Durante una hora más o menos estuvimos transitando con el autobús 4x4 por unas pistas increíbles, llenas de vegetación y con muchos baches, os puedo asegurar que los botes que pegamos con el autobús en Kakadu no eran nada comparado con los saltos que íbamos pegando en nuestro asiento.
Durante todo el trayecto, el guía que veis en la foto nos fue explicando todo tipo de detalles sobre la isla, si fauna y su vegetación, aunque para seros sinceros, entre lo que me cuesta entender el inglés, los saltos que pegábamos y el ruido del motor 4x4, pues como que yo no me iba enterando de mucho.


Finalmente, tras una hora de viaje más o menos, llegamos a uno de los lagos flotantes de la isla, y debido al calor que estábamos padeciendo os puedo asegurar que ninguno los dudamos ni un momento a la hora de decidir si bañarnos o no.


No recuerdo ahora mismo cual era exactamente el motivo, si un PH muy alto o un PH muy bajo, aunque no sé porque, me parece recordar que era porque el agua tenía un PH muy bajo, ya que se trata de agua de lluvia acumulada sobre la isla y que no ha podido filtrarse por la acción de la vegetación, pero por uno de estos motivos estos lagos flotantes carecen de todo tipo de vida animal, ya que los peces no pueden vivir en estas condiciones, así que uno puede bañarse tranquilamente sin peligro de encontrarse con cualquier animal peligroso.
De ahí el color rojizo que tiene el agua, como podeís ver en la foto.


Después de habernos refrescado en el lago continuamos nuestra excursión por la isla, siguiente parada Happy Valley, una especie de poblado en la isla en el que se encuentra un pequeño restaurante, el YHA y algunas casitas en plan Bungalows que según entendí eran para aquellos que hacían las excursiones de varios días a la isla.


Allí comimos en un Buffet libre, y la verdad es que bastante bien, había bastantes cosas, desde ensaladas de pasta, pasando por carne como pollo o filetes, hasta llegar a algunas verduras y frutas que no venían nada mal. Y de postre como no podía ser menos, un buen helado para refrescarnos.
Como curiosidad comentaros que en la cola del Buffet nos encontramos con una mujer inglesa que también iba en nuestra excursión que había vivido durante muchos años en la calle Urbieta, aquí en San Sebastian, lo que demuestra que el mundo es un autentico pañuelo y que en el sitio menos esperado puedes encontrarte con alguien conocido o con algo en común.

Y después de haber recuperado fuerzas en la comida continuamos nuestra excursión, aunque esta vez el trayecto fue más corto y tranquilo, ya que estábamos tan solo a 500 metros de la playa, así que enseguida el autobús dejó las pistas de tierra para acceder a la lisa arena blanca de la playa.
Era curioso ir transitando por la playa con el autobús, sobre todo cuando uno veía como muchas veces las ruedas tocaban el agua del mar.

Y llevaríamos unos 10 minutos de travesía cuando el autobús se paró junto a una pequeña avioneta que había allí en mitad de la playa. Subieron al autobús el comandante y su ayudante y nos ofrecieron la posibilidad de sobrevolar la isla en la avioneta durante unos 10 minutos.
El viaje costaba 70 $ AUS cada uno, aunque en un principio dudamos, al final Luisma y Yo nos decidimos, ya que habíamos llegado hasta allí no podíamos perder aquella oportunidad, así que aunque no les seducía mucho la experiencia, Edu y Seve accedieron a acompañarnos.


No recuerdo exactamente cuantas plazas tenía la avioneta, pero creo recordar que era para seis personas, aparte de los dos pilotos, así que montamos en ella nosotros cuatro y una pareja inglesa.
Por cierto, lo tenían todo muy bien preparado, ya que a pesar de no llevar dinero en metálico encima pudimos pagar directamente con la VISA.


Nos os podeís ni imaginar que sensación más extraña era estar allí metidos en aquella pequeña avioneta y despegando en plena playa de arena blanca: ¡Impresionante!.


El Martes que viene la segunda parte de la 19ª etapa del viaje.

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