martes, marzo 08, 2011

Viaje a China (8º Día - 1ª Parte) - Shanghai


Llegábamos a nuestro octavo día de viaje, sábado, momento de abandonar Xi'an y dirigirnos a otro de los puntos calves de nuestro viaje por China, Shanghái.

Nos levantamos a las 8:15 de la mañana, y mientras nos duchábamos y preparábamos las maletas estuvimos escuchando en la tele la noticias, que curiosamente a esa hora se emitían en castellano por la televisión Pública China. Desconozco cual es el número de hispano parlantes en China, pero supongo que serán bastante pocos, por eso nos llamó mucho la atención que hubiese un informativo en castellano, algo que desde luego era de agradecer.

Cuando salíamos de la habitación nos encontramos con un grupo de españoles, seis o siete personas de Alicante, que acababan de llegar al albergue. Su intención era pasar una única noche en la ciudad y seguir al día siguiente su itinerario.


Estuvimos charlando un poco con ellos y enseguida nos dirigimos al Bar a tomar un buen desayuno que nos diese fuerzas para el viaje. Dos desayunos británicos como el que veis en la foto, un Chocolate y un Capuccino, Precio total: 68 yuanes (algo así como siete u ocho euros).

Una vez desayunados, pasamos por la recepción del albergue y nos devolvieron los 135 yuanes que habíamos dejado como fianza. Eran las 9:30 de la mañana y tocaba coger el Taxi que habíamos concertado el dia antes en el albergue y que nos llevaría al aeropuerto.


Como ya os comenté anteriormente el día antes habíamos atado el tema del Taxi con el albergue. Estaba previsto que nos recogiese a las 9:30 de la mañana para llevarnos al aeropuerto, en las afueras de la ciudad, y ya lo habiamos pagado previamente: 150 yuanes (unos 18 euros).


El trayecto duró poco más de 45 minutos, pero os puedo asegurar que fue bastante alucinante. A los pocos kilómetros de salir de la ciudad de Xi'an el taxista decidió abandonar la autopista, avanzó unos metros y cogió una nueva entrada, pero esta vez en dirección contraria.

Durante unos momentos, yo creo que no fue más de un kilómetro o kilómetro y medio, el coche circuló en dirección contraria por uno de los carriles de la autopista. Nadíe decia nada, simplemente se apartaban de nuestro carril. Afortunadamente los vehículos no iban muy rápido, asi que aparentemente no había grandes riesgos al ser carreteras largas con mucha visibilidad, hasta que llegados a un determinado punto, el taxista, aprovechando una zona en la que no había muro que separase las dos direcciones de la autopista, se pasó al lado correcto de la carretera.

Nosotros estábamos alucinados, y el taxista no decía nada de nada, daba igual, ya que si hubiese dicho algo tampoco le habríamos entendido. Así que nosotros supusimos que seguramente aquello era una artimaña para ganar algo de tiempo, ya que la otra opción era pensar que el tipo aquel era un loco de la carretera.

No habían dado las 10:30 de la mañana y ya estábamos en el aeropuerto de Xi'an, donde nos ocurriría otra anécdota curiosa que creo merece la pena os cuente.


Lo primero de todo era saber cual era la zona en la que debíamos hacer nuestro cheking, así que me dirigí a las pantallas a echar un vistazo. Mientras esperaba a que nuestro vuelo saliese en las pantallas noté como a mi derecha se situaba alguien (era la chica de morado de la foto). Poco a poco se fue acercando, y por acto reflejo yo fui apartándome un poco pensando en que quería centrarse más con respecto a la pantalla para ver bien los horarios. Pero no, yo me apartaba y la chica se acercaba más como disimulando, hasta que al bajar la mirada de los monitores me dí cuenta que en frente a mi izquierda estaba la chica de rojo cámara de fotos en mano.

Supuse sus intenciones, así que me giré hacia la chica de morado y le pregunte si lo que quería era una foto. La chica empezó a reirse y a asentir, así que la agarré por la cintura y le dí el gustazo de poder hacerse una foto conmigo, pero eso sí, con la condición de que me dejase hacerme una foto con las dos (de ahí la foto que he puesto). Siempre me quedará la duda de sí llamé su atención por guapo o por feo, así que seré optimista y pensaré lo primero.



Nos tocaba esperar un rato, un rato que termino siendo largo debido a que nuestro vuelo quedo retrasado por motivos que nunca llegamos a entender. En un principio el vuelo era las 12:10, pero quedaba retrasado a las 13:10. Es verdad que nos tocaba esperar un poco más, pero peor era el caso de la pareja que estuvo con nosotros donde los Guerreros de Terracota y que nos encontramos en la zona de embarque, su vuelo a Pekín quedaba suspendido hasta próximo aviso.

Para amenizar el rato decidimos tomarnos unas cervecitas en el aeropuerto (25 yuanes cada una), y a eso de las 13:00, por fin, nos subíamos al avión que nos llevaría a nuestro próximo destino, la gran ciudad de Shanghái (unos 1300 kilómetros más o menos), pero eso ya os lo contaré la semana que viene.

2 comentarios:

LU dijo...

Un destino probable de este verano. Muy interesante todo lo que cuentas.

Francisco Javier dijo...

Menuda aventura la del taxi.....ahora si que nos podemos reir, pero cuando la vivimos.......