martes, julio 12, 2011

Viaje a China (17º Día - 1ª Parte)

Articulo anterior: Viaje a China (16º Día - 2ª Parte)

Nuevo madrugón, duchita rapida, preparar la maleta y pasar unos minutos por lo sala de descanso para aprovechar la conexión a internet y solucinar el tema del vuelo de Hangzhou a Beijing y el alojamiento en la capital, que por cierto, decidimos repetir en el albergue en el que estuvimos nuestros primeros días en el país (pinchar aqui).

Eso sí, antes de irnos decidimos clavar en un panel que tenía el albergue, en el que la gente iba dejando los diferentes tickets de tren, autobus, etc, etc, la cuenta del homenaje que nos habiamos pegado el dia anterior en el FRIDAYS.


Salimos a la calle y cogimos un taxi que nos llevase a la Estación de Tren, unos quince minutos de trayecto, deplazamiento por el que nos cobró 13 yuanes, euro y medio más o menos.

Ya en la estación nos acercamos a una de las maquinas expendedoras de billetes, y atentos a la historia que os voy a contar ahora porque posiblemente fue el momento más tenso y quizás rocambolesco de nuestro viaje.

Según los horarios que marcaba la maquina de los trenes que teniamos disponibles teniamos uno que iba a Hagzhou en apenas 8 minutos, así que aunque era poco tiempo decidimos aprovechar la ocasión u cogerlo, para salir cuanto antes de viaje.

Primer error: con las prisas no me fijé bien en lo que marcaba la pantalla, por lo que sin darme cuenta acabé eligiendo la Clase VIP, en lugar de la Clase Economy, Precio del billete: 368 yuanes, unos 46 euros, tres o cuatro veces más cara que la calse barata.

Rapidamente subimos a la zona de acceso a los andenes, había que localizar el nuestro, cosa que hicimos enseguida. Estaba allí mismo, a la derecha, y tenía unos tornos al estilo del metro por los que había que pasar, delante de los cuales estaba la gente esperando, así que decidimos esperar.


Segundo error: la gente que esperaba sin pasar el torno era gente que esperaba a que en ese anden se esperase la llegada del siguiente tren, la gente que en realidad esperaba al tren que nosotros debiamos coger estaba abajo ya, en el propio anden, esperando la llegada del tren.

Llegó el tren a la estación, cosa que vimos por la mampara de cristal. Pasé el billete por el torno, pero no me dejaba acceder, la luz roja marcaba que algo pasaba, y el torno no se me abría. Seve pasó detrás de un chino al que si se le abrió el torno, aunque en realidad su billete tambien fue devuelto con el mismo error, y desde el otro lado me gritaba que me diese prisa que el tren se iba.

Yo intentaba pasar de nuevo el billete por el torno, pero nada, me lo devolvía, así que me acerqué a la chica de seguridad que había en una puertita a la derecha de los tornos y enseñandole el billete, con algún que otro empujón ycasi sin darle explicaciones, o por lo menos alguna que ella entendiese, conseguí que medejase pasar, pero para cuando bajamos al andén el tren ya había arrancado. ¡Habiamos perdido el tren por escasos segundos!.

Me acerqué al operario de la banderita que había dado la orden de salida al tren, le expliqué como pude lo que nos habia pasado y le enseñé nuestro billete. Yo no tenía muy claro si nos estaba entendiendo, ya que parecía no entender ni media de inglés, pero al ver nuestro ticket pareció comprender más o menos lo ocurrido, y con una sonrisa en la boca me dijo que nos subiesemos al tren que teniamos en el anden contiguo, que iba al mismo sitio, solo que salía un poco más tarde, así que le hicimos caso y nos montamos en el tren.

Tercer error: no comprobamos a donde iba el tren al que aquel hombre nos había hecho subir. Así que como en este caso no teniamos asiento asignado, ya que no era nuestro tren, decidimos avanzar un poco y sentarnos en unos asientos con mesita delante que encontramos libres. Poco a poco el vagón se fue llenando, y en pocos minutos, unos chinos habían ocupado los asientos que habían quedado libres a nuestro lado.

A los pocos minutos el tren comenzó a andar, y cuando llevabamos un rato de viaje, el chino que tenía yo a mi derecha y que controlaba bastante el inglés, seguramente extrañado de ver en aquel tren a algún occidental, porque os aseguro que eramos los únicos, decidió preguntarme a donde ibamos.

Comencé a explicarle que nuestro destino era Hangzhou, pero que habiamos perdido el tren anterior. Èl me miraba extrañado, cogió el billete y se puso a mirarlo mientrás hablaba en chino con otro amigo suyo que allí habia. Entonces me lo explicó, nos habiamos equivocado de tren, el tren al que nos habiamos subido no iba en dirección Sur, es decir hacía Hangzhou, si no en dirección Norte pasando por Shanghai.

Para los que no conoceís la geografia de China, que supongo que sereis bastantes, porque yo hasta entonces tampoco la conocia, os explico: ir de Suzhou a Hangzhou es más o menos como ir de San Sebastian a Madrid, solo que el tren al que nos habiamos subido era como si fuese hasta Barcelona para luego coger dirección a Paris.

Así que rapidamente abandoné mi asiento y me fuí en busca de las azafatas. Las encontré enseguida, pero problema, no hablaban ni media de inglés, asi que tuvieron que localizar a la jefa de azafatas. Una vez la localizaron por la radio le dijeron que se acercase. La chica llegó en unos minutos y aunque con mi pauperrimo inglés fue toda una aventura explicarle como nos habiamos equivocado de tren porque el operario de la estación nos habia dicho que nos subiesemos allí, conseguí que rapidamente entendiese lo ocurrido. La única solución era bajarnos en Shanghai y coger otro tren que nos llevase hacia el sur, hacia Hangzou.

Le pregunté si tendriamos que sacar otro billete, y al principio la chica se lo pensó un poco, pero despues de hablar unos minutos en chino con el que parecía el revisor, y pensarselo un poco, me dijo que con aquel billete podriamos viajar sin necesidad de sacar un ticket nuevo, seguramente por eso, porque era clase VIP.

En poco más de una hora llegamos a Shanghai (son trenes de alta velocidad) y nos bajamos del tren, pero entonces yo me dí cuenta del problema. Para salir del anden habia que pasar otro torno, y logicamente nuestro billete no valia porque no era de ese tren, y además para acceder al otro ibamos a tener el mismo problema, así que decidí retroceder para hablar con la encargada de las azafatas y pedirle que hablase por radio con alguien para explicarle lo sucedido, y así fue, en unos pocos minutos llegó otra azafata que nos acompañó para que nos dejasen salir del andén.

Esta misma chica nos llevó a la zona de acceso del nuevo tren que debiamos coger, pero aún estaba cerrado, nos dejó allí y nos dijo que esperasemos, y apesar de que yo le insití que se quedase para ayudarnos a explicarles a las nuevas azafatas lo ocurrido, parecía que tenía otras tareas a las que acudir y nos dejó allí plantados.

Al rato abrieon la zona de embarque, pero como yo me temía, cuando accedí a esta zona y comencé a explicarle a la zafata lo ocurrido esta me dijo que ella no podía hacer nada, que tenía que acudir a ventanilla y que allí me lo solucionarian, así que allí me fui.

Me coloque en una ventanilla y en pocos minutos me atendieron, comencé a explicarle a la chica lo que nos había pasado, la chica miraba el billete, consultaba en el ordenador pero me decía que no podía hacer nada, que teniamos que sacar otro billete. Yo le decía que no, que nos habian dicho en el tren que podriamos subirnos sin problemas a este tren, así que la chica, amablemente, acabó llamando al que parecía el jefe de estación. Mientrás detrás mio se habia formado una buena cola de chinos que tambien tenían que hacer sus consultas, pero la mia se alargaba, así que empezaban a ponerse nerviosos y a gritarle cosas a la chica de la ventanilla.



Finalmente la chica salió de su oficina, cerró la ventanilla y me dijo que le acompañase, eso si, no os podeís ni imaginar el revuelo que se montó entre los chinos que esperaban en la cola, yo inclusó temí que nos linchasen, vaya bronca estaban montando.

Nosotros nos fuimos con la chica, y enseguida llegó el que parecia el Jefe de Estación. Este nos acompañó a la zona de acceso al tren, habló con las azafatas que allí había y nos dejaron pasar por la puerta de acceso del personal, no por la de viajeros.

Una vez en el anden nos dijo que esperasemos, habló con otra de las azafatas que había en las puertas de acceso al tren y llamaron por radio a la que parecía la Jefa de Azafatas.
Se pusieron a hablar, logicamente nosotros no entendiamos anda, así que viendo que parecia que la cosa se complicaba yo le dije a Seve, si tu ves que el tren comienza a andar o a cerrar las puertas, tu subete, luego ya habrá tiempo de arreglar las cosas, de sacar billete nuevo o lo que sea, pero lo que no podemos hacer es perder este tren tambien.


Así que allí estabamos nosotros, esperando en el anden y viendo como el Jefe de Estación discutía con la Jefa de Azafatas sin que nosotros entendiesemos nada.

¡El desenlace de esta curiosa situación os lo dejo para mañana!

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