martes, noviembre 26, 2013

Colgado por la Receta Electronica

Reconozco que yo no estoy muy puesto en el tema, pero si no recuerdo mal, hace una semana o dos, leí en prensa que comenzaba a funcionar en el Pais Vasco la receta electronica, desapareciendo el método tradicional del papelito. Es verdad que quizás hubiese tenido que prestar más atención a la noticia, pero teniendo en cuenta que tampoco es que visite al médico demasiado a menudo, pues como que no me interesé mucho por el contenido de la misma.

Pero el problema me lo encontré ayer: la semana pasada, para ser más exactos, el jueves, me tocó cubrir desde primera hora la noticia de las intensas lluvías y el estado de los ríos a su paso por Gipuzkoa, lo que provocó que ya desde muy pronto, las siete de la mañana, me encontrase calado hasta los huesos. Esto provocó que el viernes me levantase con cierto dolor de cabeza y malestar general, lo que hizo que pensase que me habia agarrado un buen gripazo. El fin de semana la cosa no ha ido a mejor, si no todo lo contrario, apareciendo además un intenso dolor de garganta, así que como ya me conozco y sé que soy bastante propenso a coger anginas, decidí pasarme ayer tarde por el médico.

No estaba equivocado, trás la rápida exploración de la doctora, me diagnosticaron una inflamación de las amigdalas, recetandome unos antibioticos para bajar la infección.


Mi sorpresa llegó al salir de trabajar, a las 19:15 de la tarde, cuando al ir a recoger los medicamentos a la farmacia me dicen que la tarjeta de Osakidetza que yo tengo es demasiado vieja, que no tiene banda magnetica y que con ella no pueden acceder al ordenador para poder ver que es lo que me han recetado y por tanto que tienen que darme.

Con el tiempo jugando en mi contra, ya que la farmacia la cerraban a las 19:30, conseguí llamar al ambulatorio, y tras discutir un rato con el operador que me repetía que si tenía la tarjeta antigua debía acudir al ambulatorio a solicitar la nueva, conseguí que me proporcionasen mi número de identificación para que pudiesen acceder desde la farmacia a mis recetas.

Ya sé que he tenido tiempo para solicitar una tarjeta nueva, pero sinceramente, y sobre todo pensando en personas mayores que dependen más de los médicamentos y las recetas, ¿No hubiese sido lo normal que Osakidetza se hubiese preocupado de renovar automaticamente todas las tarjetas si hay algunas que ya no valen para ete nuevo sistema?

Mi caso al fin y al cabo son unas simples anginas, y a día de hoy no conozco a nadie que se haya muerto por eso, pero ¿Y si hubiese sido algo más grave?, pues me hubiese tenido que quedar sin los medicamentos simplemente porque nadie se ha molestado en renovarme la tarjeta para poder acceder a un servicio que llevo pagando más de quince años con mis impuestos.

¡Simplemente Lamentable!

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