Ahora mismo estamos en Xi'am, descansando un poco en el albergue después de la paliza a pasear que nos hemos pegado esta mañana.
Es curioso como te mira la gente cuando vas por la calle, no se cortan un pelo, te miran, hablan entre ellos, muchos se dan la vuelta e incluso los niños mas pequeños te señalan con el dedo, esta claro que por aquí no han visto muchos occidentales.
Ahora mismo esta ciudad es uno de los puntos mas turísticos del país, pero aun y todo se les hace extraño ver gente como nosotros paseando entre ellos.
Como ejemplo decir que esta mañana nosotros hemos salido a las diez de la mañana a pasear por la ciudad, hemos recorrido buena parte del centro de la ciudad, donde están los centros comerciales, los edificios mas importantes, etc, etc y nos hemos adentrado en el barrio musulmán, un barrio alucinante del que ya os colgare fotos mas adelante, y en mas de cinco horas tan solo nos hemos cruzado con seis o siete occidentales, así que os podéis hacer una idea de lo extraño que puede ser para ellos (cuatro millones de habitantes en esta ciudad) ver gente como nosotros.
Incluso las chinitas mas guapas, y os aseguro que hay muchas, se dan la vuelta para mirarte o se sonrojan cuando les saludas con una sonrisa, la verdad que es muy divertido, y por una vez me siento atractivo, así que estoy planteándome el quedarme por aquí.
A la vuelta os contare alguna de nuestras aventuras, como la que hemos liado hoy en el restaurante para pedir una botella de agua, una odisea increíble que ha terminado conmigo en la mesa, rodeado de cuatro guapas camareras chinas, peleándome con el diccionario de chino-castellano. El resultado ya os lo contare a la vuelta, pero os aseguro que ha sido de lo mas curioso, os podéis imaginar como nos miraban el resto de clientes. Eso si, ellas son muy amables y luego te piden cuarenta veces perdón por no ser capaces de entenderte.
Mañana viaje de avión a otra de las ciudades importantes del país y de nuestro viaje: Shanghai.
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