jueves, febrero 07, 2013

Miedo a comprar por Internet

Creo recordar que hace algún tiempo ya escribí otro articulo sobre este tema, pero teniendo en cuenta que esta semana se ha cerrado positivamente una pequeña historieta en la que me he visto envuelto, he decidido comentarla para que se les quite el miedo a comprar por internet a todas aquellas personas que hoy en día me sigo encontrando y me siguen afirmando que no les da demasiada confianza eso del comercio on-line.

Como seguramente recordareís, este pasado mes de noviembre viajé de vacacaciones a Nueva York, así que ya desde dos o tres meses antes comencé a preprarar mi viaje (alquiler de apartamento, compra de entradas para Broadway, tickets para la NBA, etc, etc), y es aquí donde da comienzo esta pequeña historieta.

Ya que iba a pisar la gran manzana sentía ganás de dos cosas, una, disfrutar de un buen musical, y la otra, si era posible, disfrutar de un partido de la NBA en el Madison Square Garden, así que me puse manos a la obra.


Después de consultar varios precios, confirmar las fechas, y visitar varias páginas, decidí comprar dos entradas para un partido de los New York Knicks, aunque seguía teniendo un problema. Según la información de la página, por motivos de la legislación vigente en USA, los tickets no se me podrían enviar hasta quince días antes del evento, con lo que sufría el riesgo de que cualquier retraso en el envio provocase que las entradas llegasen a mi dirección cuando yo ya hubiese salido de viaje hacía Nueva York.

Así que hablé con la dueña del apartamento y le pedí un favor, yo compraría las entradas en la página pero pediría que las enviasen a casa de esta chica, así, si se producía algún tipo de retraso, no habría problema, las entradas llegarian a sus manos y yo ya pasaría a recogerlas.

Así quedó la cosa, yo compré las entradas (148,45 €), pagué con VISA, y día sus datos de contacto para el envio de los tickets.

Fue pasando el tiempo, y cuando se fue acercando la fecha de mi viaje, confirmé la cita para la recogida de las llaves del apartamento con la chica a la que se lo había alquilado, email que aproveché para recordarle que le llegarian las entradas en unos días. Fue entonces cuando ella me contesto que se le había olvidado decirmelo, la empresa le había llamado por telefono (yo lo había puesto en los datos) y le habian comunicado que no habían podido conseguir las entradas, que me reembolsarian el dinero.

Yo hice las comprobaciones oportunas con mi entidad bancaria y comprobé que a mí ni me habían reembolsado nada, ni tenía ningún reembolso pendiente de cobro, así que ya que la chica de Nueva York se había ofrecido a ponerse en contacto con ellos (para hablar con ellos en inglés correcto), le pasé el telefono de la empresa.

Mientrás, intenté acceder a su página web para enviarles un email, pero ya me encontré con los primeros problemas, la página había dejado de existir. Al rato recibí un mensaje de la chica de Nueva York, en el teléfono que yo le había pasado salia un mensaje de voz diciendo que el número no estaba operativo.

Comencé a investigar en internet, y me encontré con foros en los que había otros usuarios que más o menos habían comprado las entradas en las mismas fechas que yo y a los que tampoco les había llegado nada. Por lo que se podía leer (había gente de todas las partes del mundo), la empresa había estado funcionando bien durante muchos años, pero seguramente por motivos economicos, habían cerrado dejando en la estacada a muchos usuarios que como yo ya habiamos pagado las entradas.

Hablé con mi entidad bancaria, los cuales hicieron una reclamación en mi nombre a VISA, entidad que suele tener seguros para este tipo de digamos "estafas".

No era una cantidad muy grande, en realidad lo que más me fastidiaba era quedarme sin entradas para el baloncesto, pero bueno, no costaba nada hacer la reclamación, y aunque yo no tenía muchas esperanzas en recuperar mi dinero, el banco me decía que casi con total seguridad me devolverían los casi ciento cincuenta euros que había pagado.

Y mira por donde, a principios de esta semana, es decir, a principios de febrero, VISA me ha reembolsado ese dinero que yo pagué por unas entradas que nunca recibí.

Espero que esta historia sirva para que se les quite el miedo a aquellos que aún siguen pensando que es arriesgado comprar por internet. Si es verdad que me encontré con el problema, aunque se ha resuelto positivamente a mi favor, pero tambien hay que tener en cuenta que con las entradas de Broadway o el alquiler del aparamento no tuve ningún tipo de contratiempo.

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