viernes, agosto 22, 2014

Viaje a Praga (2º Día - 2ª Parte)


Una vez habiamos atravesado el transitado Puente de Carlos seguimos avanzando hasta la Iglesia de San Nicolas por la calle principal, una calle que esta repleta de restaurantes y tiendas de souvenirs.


Al llegar a la Iglesia hicimos las fotos correspondientes en el sitio y poco más, sinceramente no teniamos muchas ganás de entrar en el templo, además hay que pagar, aunque no recuerdo exactamente cuanto.


Así que como os digo, nos limitamos a curiosear un poco por la parte de fuera y por la plaza que hay justo delante de la Iglesia.


Para continuar ascendiendo hacia el Castillo por la Calle Nerudova, una calle no muy larga, pero que debido a la inclinación que tiene, acaba resultando un poco pesada, sobre todo si la terminas subiendo tres o cuatro veces como hemos hecho nosotros a lo largo de nuestra estancia en la ciudad.

 Existe la posibilidad de subir en taxi, e incluso en tranvia por el otro lado, pero yo soy de los que pienso que cuando se va a una ciudad nueva hay que andar y patear para descubrir los autenticos rincones de la ciudad.


Eso si, a mitad camino de la calle, más o menos enfrente de donde se ve la bandera de Bosnia, hicimos un pequeño alto en el camino en el Restaurante U Mlynáre a tomar un pequeño refrigerio.


El restaurante disponía de WiFi gratis, como la mayoría de los restaurantes de la zona, así que pasamos un rato descansado, disfrutando de la cerveza, las dos jarras de medio litro nos costaron 29 CZK, poco más de un euro las dos, además tomamos nota del sitio, ya que los platos que tenian en la carta no tenían ninguna mala pinta.


Unos veinte minutos más tarde continuamos nuestro ascenso a la zona del Castillo, otros siete u ocho minutos andando, no mucho más.


Con la suerte de que nada más llegar si producía el cambio de guardia, aunque como pudimos comprobar más tarde, esto se hace cada pocos minutos, así que lo normal es coincidir en algún momento con esta divertida escena.


Durante un rato curioseamos por la zona, alrededores de la Iglesia de San Vito, la plaza, e incluso los alrededores de la famosa Calle Golden Lane, pero entonces nos dimos cuenta de que había que coger entrada si queriamos curiosear en dicha calle, algo que es lo normal cuando se visita esta parte de la ciudad.


En realidad había varios tipos de entrada, pero viendo las diferentes opciones nosotros optamos por sacar la entrada al Circuito B  , la de 250 CZK.


Con dicha entrada pudimos acceder a la famosa Golden Lane o Callejuela de Oro, es el lugar más romántico del Castillo de Praga y, quizá, de Praga entera, aquí solían alojarse los alquimistas del emperador Rodolfo II (Rudolf II.). El escritor Franz Kafka vivió y escribió sus novelas aquí en una época relativamente reciente. Los artesanos y artistas, cuyos productos usted puede admirar y comprar, han vuelto a dicha callejuela.


Precisamente es en esta casa donde vivió el famoso escritor, así que como os podeís imagianr, no pude resistirme a hacerme la correspondiente foto.



Eso sí, aunque pasear por esta calle, adentrarse en las diferentes casitas, y sobre todo, curiosear por los pasillos y por las diferentes exposiciones de armaduras, lienzos y armas es como un viaje en el tiempo que te devuelve a tiempos pasados, tengo que decir tambien que la zona esta demasiado masificada de turistas, por lo menos en las fechas que yo estuve, y la estrechez de muchos pasillo, así como en mi opinión, un poco de falta de organización que hiciese que todos fuesemos en el mismo sentido, hace que en algunas ocasiones, pasear o simplemente salir de algunas de las estancias que se visitan, se convierta en una ardua tarea con alguna que otra bronca.


      
Continua ...


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