martes, julio 29, 2014

Viaje a Estambul (7º Día - 4ª Parte)


Durante los noventa y cinco minutos de travesía, hice un breve recuento de lo que yo llevaba apuntado que habia que visitar en Bursa y lo que en realidad habiamos visitado, y la verdad es que practicamente habíamos hecho todo lo que yo llevaba anotado, lo único que se nos habia quedado en el tintero era subir al monte Uludag, desde el cual dicen que hay unas vistas e la ciudad espectaculares y al que según pude enterarme se puede subir en taxi por unos 50 TL.


A las 21:30 aproximadamente llegabamos a Estambul, y aprovechando que hacia una buena noche y que no teniamos prisa, decidimos ir dandonos un paseo de unos veinte minutos hasta el albergue.


No teniamos muchas ganás de andar, así que después de dejar las compras en el albergue, decidimos sentarnos a cenar en el restaurante que habia en la terraza de uno de los hoteles que había junto al albergue. Por un lado teniamos unas vistas magniicas del Bósforo, y por el otro lado, unas impresionantes vistas de la Mezquita de Santa Sofia iluminada.


En el restaurante no había mucha gente, tan solo nosotros, otro matrimonio con dos niños que hablaba en castellano en la otra punta del comedor, una pareja justo enfrente del músico que amenizaba la cena con música en directo, y una pareja de chicas que se sentó justo detrás nuestro.



Nos pedimos un plato de Musaka para mi madre (la primera foto), y unos pinchitos de pollo con algo de verdura de acompañamiento para mí, con la correspondiente cervecita y algo de agua para mi madre. Hay que decir que tanto la comida, como el ambiente y el servicio eran de lo más agradables. Precio total de la cena, 68 TL más dos de propina que deje, algo menos de 25 euros la cena de los dos.

Ya eran las once de la noche pasadas, así que decidimos retirarnos enseguida al albergue a descansar.

miércoles, julio 23, 2014

Viaje a Estambul (7º Día - 3ª Parte)


Ya eran más de las dos de la tarde, así que tocaba localizar algún sitio donde parar a comer, cosa que hicimos en una placita cercana a la mezquita que estaba repleta de terrazas de diferentes establecimientos de comida.

Teniendo en cuenta que nos encontrabamos a escasos 50 metros de la mezquita, ni pregunte si había alcohol, lo dí por hecho, así que decidimos pedir un par de Sprites para beber y una especie de pequeñas hamburguesas con tomate y salsa de yogurt que descansaban sobr pequeños trocitos de pan impregnados de tomate.


La comida estaba buena, y la ración era abundante, pero tambien hay que decir que tardaron bastante tiempo en servirnos, y eso que aunque habia gente, tampoco estaba el local abarrotado. El precio de la comida fue de 23 TL.


Una vez habiamos recuperado las fuerzas y habiamos descansado un buen rato a la sombra, volvimos hacia la zona donde habiamos cambiado dinero, mi madre habia fichado un bolso que decidimos ir a comprar, para luego volver a la zona del Bazar a comprar un par de camisetas para mi sobrina.


Seguimos pateando la zona comercial de la ciudad, y haciendo alguna que otra compra, como esta toalla del Real Madrid que decidí comprar para mi amigo Sergio por 15 TL.


Hasta que finalmente, cansados ya de caminar y de andar entre tanta gente, decidimos pararnos a descansar en un hueco que encontramos en sombra en uno de los parques que había en la ciudad. A lo que siguió otra breve paradita en uno de las terrazas que habia junto a la Mezquita Verde para tomar un breve refrigerio, un Sprite y un refresco de cereza que nos costaron 8 TL.

Eran ya las 16:40 de la tarde, y ya no teniamos ganas de seguir pateando por el Bazar, así que decidimos salir ya hacía el puerto para que no se nos hiciese tarde, ya que a las 18:00 salía el unico barco del día que podía devolvernos a Estambul.

Fue entonces cuando nos ocurrió otra de las anécdotas curiosas del día: Yo había leido algo sobre el tema, pero no lo recordaba, resulta que en Bursa hay varios tipos de taxis, los amarillos como el de la foto, que son taxis normales, como habiamos comprobado en el trayecto del puerto a la ciudad, y otros de diferentes colores que son algo diferentes.


No tengo muy claro de que color son, pero hay unos taxis de un determinado color que parece ser hacen un trayecto ya predeterminado, entonces si a uno le viene bien, se monta y le dice al taxista donde le viene bien pararse, y hay otros, que si no recuerdo mal son los rojos, como en el que nos habiamos subido, que pueden ser compartidos por varios usuarios, de manera que cada uno paga la parte proporcional de su trayecto.

Como os he dicho, cuando yo me subí al taxi, la verdad es que no me acordé de esto, por eso se nos hizo muy extraño que tan solo unos segundos después de subirnos al taxi, se subiese una mujer en el asiento del copiloto. Entonces se subió el conductor, y yo le enseñe un folleto publicitario con los horarios que había cogido en el puerto del Ferry, para que él supiese claramente donde queriamos ir. El hombre comenzo a explicarme algo en turco, pero claro, yo era incapaz de entenderle. Como sus compañeros veian que la cosa no iba bien, se acecaron a intentar ayudar, con la suerte de que a uno se le ocurrió sacar dinero de la cartera y enseñarme 70 TL, momento en el que conseguí entender lo que me decian, el conductor quería advertirme de que el trayecto iba a costarme ese importe. Yo le dije que OK, que no habia problema, que aceptaba el precio, y fue entonces cuando se puso a hablar con la mujer que habia subido al taxi y que rapidamente se bajó algo enfadada. Yo no entiendo turco, pero la escena me dió a entender que al conductor la carrera que iba a hacer con nosotros le parecía de lo más interesante, con lo que habia obligado a la otra mujer a buscarse otro taxi libre.


Fueron casi cuarenta minutos de viaje con un intenso tráfico, la verdad es que habiamos hecho bien en salir con tiempo, porque para cuando llegamos al puerto eran ya las 17:20 pasadas. Una vez en el puerto saqué los billetes del Ferry (58 TL los dos), y casi sin esperar ni un minuto, nos subimos al barco para acomodarnos en nuestro sitio, teniamos por delante algo más de hora y media de viaje.


Por cierto, para refrescarnos un poco decidí comprar dos refrescos dentro del Ferry, los cuales me costaron 9 TL, practicamente lo mismo que nos habia costado en la terraza del bar de la mezquita.



Ya solo quedaba descansar y disfrutar de las bonitas vistas de la ciudad de Estambul que nos dejaba el atardecer.

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martes, julio 22, 2014

Viaje a Estambul (7º Día - 2ª Parte)


Nos habiamos quedado intentando superar una angustiosa situación en la ciudad de Bursa. Como recordareís del anterior articulo, estabamos perdidos en una ciudad que no conociamos, en la que se habla un idioma que no entendemos y con la cartera casi vacia de dinero turco.

Decidimos seguir bordeando el parque hasta encontrar alguna zona más poblada y en la que poder buscar una solución a nuestro problema, y en ese momento nos encontramos con una especie de pasarela subterranera que pasaba al otro lado de la amplia carretera que tnía pinta de ser una especie de entrada al metro, así que sin saber muy bien si era la entrada al metro o no, sobre todo porque no sabiamos ni si en Bursa habia metro, decidimos bajar a ver que nos encontrabamos.

Tuvimos suerte, era una entrada al metro de la ciudad, ahora había varios problemas, primero, aunque habia un mapa bien grande indicando donde estabamos, no teniamos ni idea hacia donde teniamos que ir, y segundo, la chica que estaba en la vantanilla de venta de tickets no entendia nada de inglés.

De todas formas la chica hizo todo lo posible por entendernos, y como veía que no era posible, tuvo el detalle de llamar al tipo de seguridad de la estación, el cual por desgracia tampoco hablaba nada de inglés. Yo comencé a rebuscar en mis papeles con la buena suerte de encontrar unas anotaciones sobre Bursa en las que tenía el nombre en turco de la mezquita principal de la ciudad, Ulu Camii, así que enseñandole aquel nombre, el amable tipo de seguridad supo explicarnos en que estación bajarnos. Estabamos en Merinos y teniamos que bajarnos dos estaciones más alante, en Sehlekistú. Precio del billete de metro, 2,5 TL cada uno.

Bajamos en la estación que nos habian dicho y me dirigí a un grupo de policias a preguntar si ibamos en buena dirección, pero tampoco hablaban inglés, aunque ellos mismos llamaron a otro policia que estaba en otra esquina, el cual amablemente me explico como salir de la estación para dar con la Gran Mezquita.


Eran ya casi las doce el mediodia, y entre una cosa y otra, perdidos en la ciudad de Bursa, nos habiamos comido media mañana.


Se puede decir que ya estabamos en zona comercial, e incluso en cierta manera turistica, así que tocaba lozalizar un sitio donde poder cambiar dinero. Algo que la verdad no nos costó mucho trabajo, ya que en esta zona había numerosos establecimientos de cambio. Decidimos cambiar 300 euros, por los cuales nos dieron 859 TL, momento en el que aprovechamos para comprarnos un par de botellines de agua para refrescarnos un poco (1 TL los dos), porque la verdad es que hacía un calor agobiante.


Una vez habiamos solucionado el problema del dinero, decidimos darnos una vuelta por el conocido Bazar de la Seda, una zona comercial repleta de gente y llena de tiendas de ropa, donde como os podeís imaginar, mi señora madre estaba encantada.


De allí pasamos a la Gran Mezquita, famosa por ser la unica que tiene la fuente para lavarse en el intererior de la misma. Si es verdad que al entrar, tanto mi amdre y yo nos fijamos en el detalle de que no habia mujeres dentro, pero no le dimo demasiada importancia, hasta que ya una vez dentro, uno de los de seguridad de la mezquita nos llamó la atención, era hora de rezo y las mujeres no podian estar dentro, debian quedarse fuera de la mezquita, así que tuvimos que salir rapidamente.


Fue entonces, al salir, cuando nos dimos cuenta de que todas las mujeres estaban sentadas en una zona exterior de la mezquita esperando el momento del inicio del rezo.


Tal y como habia leido en diferentes páginas de internet, estaba claro que la Gran Mezquita era un punto de gran atracción para los fieles musulmanes, porque sin ningún tipo de duda, de todas las mezquitas que habiamos visto, en esta era donde más gente vimos participar en los rezos, tanta, que ni cabian en el interior de la misma.

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lunes, julio 21, 2014

Viaje a Estambul (7º Día - 1ª Parte)


Viernes 16 de mayo del 2014, día en el que tocaba madrugar para poder llevar a cabo la excursión a Bursa que teniamos planeada. Nos levantamos a las seis de la mañana y sin desayunar, salimos del albergue para coger un taxi en la parada que había a dos manzanas.

El trayecto fue muy corto, poco más de cinco minutos en coche, pero cometí el error de no negociar, o por lo menos preguntar el importe de dicho trayecto antes de subirnos al vehiculo, porque cuando me tocó pagar los 20 TL (unos 7 euros) me dió la sensación de que nos estaban cobrando demasiado para el corto desplazamiento que habiamos realizado.
               

Aunque a esas horas la estación no estaba llena, la verdad es que había bastante movimiento en su interior, así que me puse a la cola y enseguida pude sacar el billete del ferry (32 TL cada uno).
    

Después nos acercamos a la cafetería a desayunar algo, era pronto y teniamos tiempo antes de embarcar en el ferry que nos llevaría a Bursa, nuestro próximo destino. Un par de zumos y dos croisants, uno de chocolate y otro normal, nos costaron 17,5 TL, algo así como seis euros.


A las 7:05 subiamos al Ferry, era un barco grande de los que además de transportar pasajeros, llevan tambien coches y autobuses.


El barco era moderno y bastante nuevo, así que buscamos nuestras localidades y nos acomodamos para los noventa minutos de viaje que teniamos por delante.


Y a eso de las nueve y media de la mañana llegabamos a nuestro destino, la ciudad de Bursa, aunque en realidad el puerto se encuentra a veinte kilometros de la ciudad, así que había que buscar la forma de llegar hasta la ciudad. Había dos opciones, la más facil pero más cara era la de coger un Taxi (60 TL), y la barata pero más complicada era la de utilizar el transporte público, el problema es que no sabiamos que linea de autobus coger, ni donde bajarnos para hacer el trasbordo, ya que según me comentaron, no habia autobus directo a la ciudad.

Estuve intentando convencer a otro chico que había y que tambien estaba hablando con el taxista, para compartir vehiculo y pagarlo a medias, pero aquel chico iba acompañado de otras tres personas, y además no iban al centro de la ciudad, así que no fue posible compartir taxi.

Lo habiamos intentado, pero no habia sido posible, de todas formas, decidimos no complicarnos y coger un taxi hasta el centro, tampoco era tanto dinero y era mejor eso que estar dando vueltas sin rumbo en los autobuses de linea.

Eso sí, yo creo que el taxista, confundido por la conversación que habia tenido con el otro chico antes de que nosotros subiesemos al taxi, cometió un error, y cuando llevabamos unos veinte minutos de trayecto, comenzó a explicarme que estabamos en el Termal Hotel, o algo así, que enfrente estaban las termas. Yo le dije que se estaba equivocando, que nosotros queriamos ir al centro de la ciudad, no a ese hotel. Pareció entenderme y me dijo que no me preocupase, que llegabamos enseguida. Nosotros ya habiamos pactado con él el precio del trayecto (60 TL), asi que supongo que no quiso liarse mucho y nos dejó allí cerca en una plaza que así a simple vista, podía ser el centro de la ciudad.


No os lo habia comentado, pero para ese día ya teniamos un pequeño problema, se me habia ido terminando el dinero que habiamos cambiado el primer día, así que tenia que buscar algún sitio donde cambiar euros a moneda turca cuanto antes.


Hacía un día explendido, es más, yo diría que incluso demasiado calor, así que decidimos pasear un poco por un parque cercano que había junto a la plaza donde nos había dejado el taxista.


Paseamos por el parque e incluso curioseamos en una especie de parque de atracciones que había dentro del propio parque y que a esas horas estaba comenzando a abrir sus puertas al público (entrada gratuita).


En total estariamos recorriendo el extenso parque público durante cuarenta y cinco minutos o cincuenta minutos, hasta que al final salimos por el otro extremo del parque. Y es entonces cuando empecé a preocuparme, estabamos en una especie de poligono industrial, algo que desde luego no parecía el centro de la ciudad como nos había hecho entender el taxista.

Había varias entradas al parque para vehiculos custodiadas por policias, así que intente preguntar, pero imposible, allí se hace bastante dificil encontrar a alguien que entienda el inglés, así que nos pusimos a andar bordeando el parque con la idea de encontrar alguna zona más poblada y transitada. Lo suyo, si hubiese tenido dinero turco, era parar un taxi y decirle que nos llevase al centro de la ciudad, porque al no tener mapa de la ciudad, ni sabiamos realmente donde estabamos, si sabiamos a donde ir.


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martes, julio 15, 2014

Viaje a Estambul (6º Día - 3ª Parte)


Después de la travesía en Ferry de algo más de una hora, en la que como os comenté, además de disfrutar de unas extraordinarias vistas pudimos entretenernos con algunas situaciones divertidas que se produjeron cuando algunos pasajeros daban de comer a las gaviotas, llegamos al barrio de Kabatas.


Allí cogimos el tranvia (3 TL cada uno) y tomamos dirección de regreso, pero en lugar de bajarnos en Sultanhamet como siempre, seguimos tres o cuatro paradas más, hasta llegar a Aksaray, junto a la Mezquita Laleli, la idea era bajar desde allí andando por la calle Mustafa Kemal hasta la zona del puerto de Yenikapi.

Se trata de una calle que esta repleta de gente y de comercios, así que el trayecto se nos hizo bastante ameno. En unos quince minutos aproximadamente estabamos en el puerto, donde pude consultar los horarios para coger el ferry el día siguiente con destino a Bursa, una ciudad que ya me habian comentado no tenía gran cosa para visitar pero que teniendo en cuenta el tiempo que nos quedaba en Estambul, habiamos decidido conocer.


No teniamos prisa, así que decidimos volver por la zona costera hasta el albergue, unos veinticinco o treinta minutos andando, y finalmente, a eso de las 20:00 llegabamos al albergue a tomar nuestra merienda rutinaria, la limonada para mi madre y la jarrita de cerveza para mi (15 TL).

Descansamos un rato luego en la habitación, y a las 21:30 volvimos a bajar a la calle con la idea de buscar algún sitio donde cenar.


Había que probar algo nuevo, asi que decidimos acercarnos a un restaurante del Turkistan que habiamos fichado en uno de nuestros paseos por la zona de alrededor del albergue y que estaba al final de la calle de esta foto (lado derecho).


La verdad es que el restaurante estaba completamente vacio, algo que en estos casos no suele ser una buena señal, pero bueno, decidimos entrar y pedirnos algo para cenar.


Decidimos pedir dos platos de carne diferentes con su correspondiente guarnición, con el pan corres-pondiente para acompañar y dos latas de Sprite, ya que al estar alado de la Mezquita Azul, tampoco servian alcohol.

La verdad es que la comida estaba buena, además tuvieron el detalle de invitarnos a dos tés de manzana después de cenar, cosa que ya habian hecho en alguna otra ocasión en alguno de los restaurantes donde habiamos estado. Precio de la cena, 65 TL (unos 22 euros aproximadamente).


Y de allí, dando un bonito paseo disfrutando de vistas como estas que parecian sacadas de un cuento de las mil y una noches, nos fuimos hacia el albergue, ya eran casi las once de la noche y al día siguiente nos tocaba madrugón para bajar al puerto a coger el Ferry en dirección a Bursa.

viernes, julio 11, 2014

Viaje a Estambul (6º Día - 2ª Parte)


Una vez estabamos ya de nuevo en la zona del pueblo, toca buscar un sitio donde reponer fuerzas, entre una paseo y otro nos habian dado casi las dos de la tarde.


Decidimos sentarnos en la terracita de una de las muchas pizzerias y restaurantes que habia en la zona, eso sí, buscando la sombra, porque hay que reconocer que el sol pegaba de lo lindo.


Nos pedimos un par de pizzas turcas, son pizzas de base muy fina y con esta curiosa forma de barqueta, un zumo de granada para mi madre y un Sprite para mi. Precio total e la comida, 32 TL, unos diez euros aproximadamente.


Y después de comer tocaba probar algo tipico tambien de la zona, los helados, así que nos pedimos un par de heladitos de postre (7,5 TL los dos helados).


 Ya habiamos pateado el pequeño pueblecito de arriba a abajo, y no era plan de subir de nuevo hacia el interior de la isla, así que decidimos descansar un poco en la zona del puerto a la espera de que diesen las cuatro de la tarde, momento en el que estaba previsto saliese de nuevo el barco que nos llevaría de vuelta al barrio de Kabatas (5 TL cada uno).


Hay que reconocer que el viaje de vuelta, otra hora y cuarto de travesía, fue bastante entretenido, ya que estuvimos practicamente todo el rato amenizados con diferentes personajes que nos hacian demostraciones de todo tipo de utensilios que luego nos ofrecian para comprar, tales como exprimidores portatiles y cosas del estilo.


Además, dada la hora que era, pudimos disfrutar de algunas imagenes de la ciudad de Estambul de lo más hermosas y espectaculares.

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jueves, julio 10, 2014

Viaje a Estambul (6º Día - 1ª Parte)


Jueves 15 de Mayo del 2014, nuestro sexto día de estancia en Estambul en el que mantuvimos la rutina, levantarnos a las 8:30 de la mañana y bajar a desayunar a eso de las nueve más o menos. Como dato decir que me informaban desde Donostia que los medios de comunicación hablaban de disturbios en la ciudad turca, cosa que nosotros la verdad no llegamos a apreciar en ningún momento.

Después de coger fuerzas en el desayuno, salimos del albergue y nos dirigimos como siempre hacia la zona del Hipodromo para coger el tranvia (3 TL cada uno) en dirección a Kabatas, la última parada.


Nuestro plan del día era visitar las Islas Principe, tambien llamdas Adalar. Las Islas Principe están compuestas por nueve islas, siendo la más grande Büyükada, la cual tiene una población total de 14.072 habitantes. Durante el período bizantino, príncipes y otros miembros de la realeza eran exiliados a estas islas, dándoles así su nombre actual. Durante el siglo XIX las islas se convirtieron en un centro de riqueza para Estambul. De época victoriana aún se conservan casitas de campo en la más grande de las Islas Príncipe.
                               

En la actualidad, las islas son un popular destino turístico para una excursión de un día, vía ferry, desde Estambul. Los vehículos motorizados están prohibidos en la mayor parte de las islas. Los visitantes exploran las islas a pie, en bicicleta o en carruajes tirados por caballos.


Para cuando llegamos al Ferry eran las 10:25 de la mañana, y el ferry salía a las 10:30, así que un poco a la carrera, sacamos nuestro correspondiente billete (5 TL cada uno) y nos acomodamos para nuestro viaje hacia las islas.


Después de hora y cuarto de travesía, decidimos bajar en la segunda de las paradas, la isla de Büyükada, según dicen, una de las que más vida tiene y que resulta más interesante visitar.


Lo primero era visitar y curiosear un poco el barrio pesquero que se encuentra uno nada más desembarcar. Es una zona pequeña repleta de establecimeintos para comer, disfrutar de un refresco, o  tomar un helado.


Una vez visitado el pueblo, decidimos emprender un paseo hacia la zona alta de la isla. Se puede hacer de varias maneras, la más comoda y seguramente más cara, es la del carro de caballos, la segunda opción es la de la bicicleta, y la tercera, la más economica, pero quizás la más cansada, es la que decidimos tomar nosotros, la de subir tranquilamente dando un paseo.


El sol pegaba de lo lindo, así que buscando las sombras fuimos paseando poco a poco disfrutando de las vistas y de las curiosas casas que nos ibamos encontrando a nuestro paso.


Se puede decir que fue un paseo de lago más de una hora hasta que llegamos al pequeño parque o zona de descanso que hay en la zona alta de la isla, donde nos tomamos un merecido descanso.


Allí buscamos una buena sombra y nos sentamos en una mesita de las que tiene el bar a tomar un pequeño refrigerio, un par de Sprites fresquitos para reponer fuerzas después de la intensa caminata (10 TL). Nosotros no lo hicimos, pero os puedo comentar que desde allí arriba se veía el acceso a alguna de las playas privadas que hay en la isla, playas a las que generalmente hay que pagar por acceder y que según nos comentaron más tarde unas chicas gallegas en el albergue, no merecía mucho la pena acudir, ya que debian estar sucias y poco cuidadas.


Llegaba el momento de bajar, y como no había ningún carro que coger, decidimos emperender a pie la bajada, pero con la clara idea de parar un carruaje en cuanto se nos presentase la oportunidad, cosa que ocurrió tan solo cinco o diez minutos después de empezar a andar.


El precio que pactamos fue de 30 TL por bajar hasta el pueblo, cosa que nos parecía muy bien, sobre todo teniendo en cuenta el cansancio que ya acumulaban nuestras piernas, así que subimos y disfrutamos del veloz viaje de regreso.

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