viernes, julio 29, 2011

Destino: A Coruña

Hoy escribiré poquito ya que ando bastante pillado de tiempo, es más, para seros sinceros a estas horas ya debería estar en la oficina, pero bueno, me daré unos minutillo más ya que parece la cosa esta calmada.

Ha sido una semana relativamente tranquila, me ha tocado salir practicamente a grabar todos los días, pero han sido ruedas de prensa sencillitas y cosas por el estilo que no merece mucho la pena mostraros.

Pero ayer jueves la cosa se complicó, a primera hora de la tarde (15:30) me tocó salir deprisa y corriendo hacia el Ayuntamiento de San Sebastian, me tocaba cubrir lo que parecía una noticía no demasaido larga ni complicada, un Pleno en el Ayuntamiento.


¡Pero que equivocado estaba!, la cosa se fue alargando, se presentaban enmiendas una tras otra, con lo que me ví obligado a pedir que me trajesen más tarjetas de memoria, ya que aquello seguía y seguía, y logicamente la periodista quería que grabase todo, ya que no sabiamos cuando podía producirse la noticia.

Lo que parecía una noticia tonta y cortita terminó siendo un autentico marrón que termino a las 22:30 de la noche conmigo en la oficina, casi siete horas de noticia en las que pasé el mayor tiempo depie plantado alado de la cámara.

Pero bueno, son cosas que pasan, ahora simplemente a esperar que la jornada de hoy sea tranquilita y me permita llegar más o menos descansado a A Coruña, ciudad a la que me dirijo esta tarde en avión para cubrir un evento hipico durante todo el fin de semana.

A los que teneís libre simplemente recordaros que por ejemplo en el Barrio de Loiola ya estamos de fiestas, así que que disfruteís del buen tiempo, si es que lo hace, y paseis un buen fin de semana.

jueves, julio 28, 2011

Falling Skies

Hace algo más de un mes comencé a ver esta serie sobre extraterrestres, Falling Skies. Llegaba avalada por un gran exito en los Estados Unidos, y con el nombre de Steven Spielberg en el apartado de producción, así que todo parecía indicar que era una buena opción.


Reconozco que la serie esta bien hecha, tanto en lo que se refiere a los efectos especiales como al diseño de producción, pero tambien tengo que decir que es un poco lenta en cuanto a su desarrollo.

Actualmente me he visto los cinco primeros capitulos, y tengo que reconocer que aún no ha pasado nada realmente relevante. La historia lleva estancada practicamente en el mismo punto desde el segundo capitulo y los guionistas no hacen más que estirar el chicle de lo que aprece puede ser un poco la linea argumental.

He leido en algún otro blog especializado en la serie que a apartir del capitulo sexto la serie mejora bastante, así que logicamente le daré esa oportunidad terminandome la primera temporada, pero vuelvo a decir que aunque esta bien hecha no termina de engancharme.

Sinceramente me parece que es un poco otra versión de "Walking Dead" pero sustituyendo los zombies por extraterrestres.

miércoles, julio 27, 2011

Viaje a China (19º Día)


Nuestro viaje estaba llegando a su fin, llevabamos ya diecinueve días recorriendo el pais asiatico, y a estas altura nos tocaba regresar a la ciudad en la que había empezado esta aventura, a Pekin.

Nos levantamos prontito, a eso de las 7:30 de la mañana, preparamos las maletas y preguntamos en recepción que opciones teniamos para acercarnos al aeropuerto.

Según me explicaron había dos opciones, la primera de ellas la más rapida (unos 45 minutos), pero a la vez la más cara (entre 100 y 120 yuanes) y consistía en cocger un TAXI hasta el aeropuerto. La segunda era algo más economica, coger un TAXI hasta la estación de aubuses de Wa Liamen (20 yuanes), y allí coger un autobus al aeropuerto (20 yuanes cada uno). La diferencia en tiempo era muy pequeña, unos quince o veinte minutos, y la diferencia de precio era de unos 60 yuanes, algo así como siete euros, asi que decidimos el método comodo, el TAXI directo.

Parecía la forma más rapida y comoda de llegar al aeropuerto, aunque os aseguro que fue más comlicado de lo que pensabamos. Paramos un primer taxi y le explicamos que queriamos ir al aeropuerto, Airport, pero el tipo no nos entendía, así que decidió desentenderse y dejarnos allí plantados. Paramos un segundo TAXI al que incluso llegamos a hacerle gestos de volar, pero nada, el tio tampoco nos entendía, así que tuve que sacar el diccionario, buscar la palabra en chino y al terce TAXI que paramos (8:20 de la mañana) enseñarle los dibujitos con los que se escribe la palabra aeropuerto en chino. Por fin habiamos conseguido un medio de transporte. Por cierto, el trayecto nos costo 95 yuanes, así que nos salió bastante bien.


Lo primero que hicimos al llegar al aeropuerto (9:00) fue localizar la ventanilla de nuestro vuelo y hacer el Chek-in, de esa manera ya estabamos liberados de nuestro equipaje, moemnto que aprovechamos para acercarnos a una de las cafeterias del aeropuerto a desayunar unos cafés y comernos las galletas que aún guardabamos y que nos habían dado en el viaje en tren.


Por una vez parecía que nuetro vuelo no sufría ningún tipo de retraso y saldría a nuestra hora, lo que nos permitió llegar como estaba esperado a las 14:40 a la capital de China, Beijing.

Ya nos conociamos más o menos el camino, habiamos estado allí hacia apenas tres semanas, así que nos fuimos directos al metro, al Airport Express (25 yuanes cada uno) y nos bajamos en Dongzhimen, allí cogimos el metro normal (2 yuanes cada uno), nos montamos en la linea 2 y nos fuimos hasta Jishuitan (4 paradas) donde nos bajamos e hicimos el trayecto a pie hasta el albergue que tantas veces habiamos repetido los primeros días que estuvimos en la ciudad.


Habiamos barajado la posibilidad de cambiar de albergue, por cambiar un poco, pero decidimos no arriesgar. Sabiamos que este era un albergue bien comunicado, limpio y bastante nuevo en el que habiamos pasado unos primeros ías muy agraables, asi que decidimos repetir. Las tres noches de albergue que ibamos a pasar nos costaban 684 yuanes, más los 36 yuanes de fianza que ya habiamos pagado al hacer la reserva, es decir, 720 yuanes, unos 90 euros los dos las tres noches, a 15 euros la noche cada uno. Más logicamente los 100 yuanes de fianza que nos devolverian al abandonar el albergue.


Una vez habiamos dejado el equipaje decidimos coger el metro otra vez para acercarnos a la zona comercial de Qianmen. Por cierto, de camino al metro pudimos contemplar una curiosa imagen, el hombre de la foto había parado su carromato en mitad de la calle y allí mismo se había puesto a vender una especie de patatas entre la gente que se acercaba a curiosear.

Estuvimos dando vueltas por la zona comercial de Qianmen, zona que habiamos visitado los primeros días, e incluso comenzamos a hacer algunas de nuestras compras. Se acercaba el momento de volver a casa, así que había que aprovechar estos últimos días para comprar todo aquello que nos interesase.

Eso si, tocaba regatear, así que era mejor ir practicando un poco ya que al dia siguiente nos dedicariamos unica y exclusivamente a ello. Yo comencé la tarea con unas camisetas con diferentes rotulos sobre China y Beijing, coemnzaron pidiendome 120 yuanes por una camiseta, ya a base de discutir y regatear acabé consiguiendo 4 camisetas por 100 yuanes (unos 12 euros). Entre otras cosas acabé comprando unos guantes por 30 yuanes, aunque me pedian 80 de salida, o tres relojes ROLEX y dos cinturones Armani por 100 yuanes todo el pack.

Como veís se pueden conseguir cosas muy baratas, aunque logicamente de dudosa calidad, pero para ello hay que pelear y regatear un rato, nadie se libra de ello, a no ser que querais pagar tres o cuatro veces más de lo que se puede pagar una vez se haya conseguido bajar el precio.


Entre una cosa y otra se nos había echado la noche encima, así que decidimos buscar algún restaurante donde cenar algo. Despues de las experiencias de los últims días en Hanghzou como que nos habiamos animado a entrar en restaurantes tipicos, así que decidimos arriesgarnos nuevamente.

Entramos en un restaurante que estaba en un primer piso, un restaurante en el que por la cara de los camareros que nos atendian no era muy frecuente tener como clientes a orientales como nosotros. Tanto los camareros como los demás clientes que había nos miraban con cara de extrañados, ¿Que harian allí dos elementos como nosotros?.


Cogimos la carta y ayudandonos por la fotos, ya que allí nadie hablaba inglés, pedimos unos cuantos platos. No teniamos muy claro que habiamos pedido, pero bueno, seguro que algo conseguiamos comer.


Había un poco de todo, algo de carne, un poco de verdura, etc, etc, así que más o menos conseguimos llenar el estomago con algunos platos tipicos de su gastronomía, aunque eso si, no me pregunteís que era porque de eso si que no tengo ni idea. La cena compuesta por tres platos de comida, y cuatro cervezas (dos cada uno), nos costó 114 yuanes, algo así como 13 o 14 euros.


Ya era tarde, así que decidimos irnos hacia el albergue, aunque eso sí, en el último momento decidí hacer mi última compra del día, tres gorros de Oso Panda, para mis sobrinas y una buena amiga, y un tipico sombrero ruso para mí, por hacer la tontería. Todo ello por 100 yuanes, aunque reconozco que ya estaba cansado y no regatee demasiado, seguramente se podía haber sacado por un precio menor.

Ya una vez en el albergue, partidita de billar y cervecita antes de dormir, cosa que hicimos a eso de las 23:30. Al día siguiente no habia grandes motivos para madrugar, pero queriamos levantarnos pronto para aprovechar el dia.

martes, julio 26, 2011

Puente de Santiago

Ya sé que es martes y que muchos esperabaís el articulo sobre mi Viaje a China, un viaje que además se esta alargando mucho en el blog, como ya me habeís dicho algunos, y que tengo ganas de terminar para poder empezar el relato de mi Viaje a Noruega, pero teneís que comprender que ayer lunes, aunque era festivo en muchos sitios, a mi me tocó trabajar en Portugalete, terminando a la una de la madrugada en mi casa, con lo que hoy ando un poco justo de tiempo para comenzar a escribir el relato de los martes, pero no os preocupeís que mañana lo publicaré.


Como os digo ha sido un fin de semana diferente, en primer lugar porque el sábado aproveché para juntarme con mi buen amigo Asier y su familia (Montse, Eneko, Laia, y Asun) en la Sociedad Loiolatarra y preparar una buena paella.


Un entretenido acto social al que no faltaron mi madre, Miguel y mi amigo Javi, y que como os podeís imaginar terminó alargandose hasta bien entrada la noche.

Motivo por el cual decidí tomarme el domingo como día casero de descanso, algo que no fue muy dificil asimilar teniendo en cuenta el día de lluvía que padecimos por Donostia.

Para llegar así al lunes, Dia de Santiago y festivo en muchas ciudades, como aquí, pero que en mi caso, como ya os he dicho al principio, se convertía en un día de trabajo en Portugalete.


Eso sí, la retransmisión era a última hora de la tarde, o a primera de la noche, como se quiera decir (las 21:30), así que decidimos aprovechar el viaje y pasarnos por el Centro Comercial Ballonti a disfrutar un poco en el elegante Circuito de Karts que hay allí.


Buen ambiente en el Paddock y mejor en la pista, aunque tengo que reconocer que Mikel me llegó a sacar casi segundo y medio en la vuelta rapida.

Para terminar luego con un trabajo de bailes en Portugalete en el que tuvimos que soportar, especialmente los que estaban trabajando en plena calle, un par de fuertes chaparrones que hicieron incluso suspender momentaneamente el espectaculo.

Ya sé que os había prometido traeros alguna imagen del evento, pero desgraciadamente estuve liado trabajando y no pude hacer ninguna, asi que termino el articulo de hoy con un video de la noticia que me tocó cubrir el viernes:



¡Que tengaís una buena semana!

viernes, julio 22, 2011

Terminando la Semana

Termina una semana que ha sido relativamente tranquila. Cierto es que me ha tocado salir un par de veces a grabar alguna que otra noticia, pero han sido cosas sencillas que en cierta manera han conseguido que se me hiciesen más amenas las mañanas.

Como ejemplo esta noticía que grabé este pasado miercoles en el Centro Comercial Garbera:



Por lo demás poco que contaros, simplemente desearos un buen fin de semana de tres días a aquellos que podaís disfrutarlo, ya que en mi caso no va a poder ser debido a que el lunes 25, Día de Santiago, tengo una bonita retransmisión nocturna de unos bailes en Portugalete, acto del cual espero poder colgar alguna foto la semana que viene.

¡Que disfruteís del fin de semana!

jueves, julio 21, 2011

Probando Google+

Hace algunas semanas Google lanzó a internet su nueva red social, Google+. Como os podeís imaginar, siendo como soy un friki de la red y por supuesto de las redes sociales, quise probarla en cuanto pude, aunque la verdad es que no fue nada fácil.

En un primer momento, hace ya tres semanas, Google+ comenzó a funcionar en su versión Beta, permitiendo unicamente la entrada a unos cuantos miles de usuarios.

Fue mi buen amigo Cesar, quien siempre esta a la última en esto de internet, quien me propocionó una de las codiciadas invitaciones que me daba acceso a esta nueva red social, ya había conseguido superar el primer obstaculo, aunque no había servido de mucho, los primeros días fue tal la afluencia de nuevos usuarios a la red social que quedo colapsada impidiendo la entrada de más usuarios durante algunos días.

Finalmente la cosa se solucionó y pude acceder a ella hace algo más de una semana. Para entonces ya había leido noticias y articulos en los que se hablaba del excesivo parecido entre Google+ y Facebook, una de las redes sociales más utilizadas, con lo que poco a poco había ido perdiendo esa ilusión por descubrir una nueva red social que me aportase algo diferente a lo que ya me ofrecian otras que utilizo desde hace tiempo.

Es verdad que el hecho de que leyese tambien que Google+ aumentaba su número de usuarios en dos millones al día hacia que pensase que algo bueno tenía que tener cuando todo el mundo se apuntaba a ella, pero sinceramente llegué a probarla con muy poca ilusión, una ilusión que habían ido matando los diferentes articulos de opinión que había ido leyendo.


Y asi ha sido, he probado Google+, aunque la verdad es que tampoco le he dedicado demasiado tiempo, e incluso he probado la nueva aplicación para el iPhone que salió al mercado hace tan solo un par de días, pero sinceramente como que no termina de engancharme.

Habrá que darle más tiempo, ya que es posible que llegue a convertirse en un referente de las redes sociales, pero sinceramente, a día de hoy, como que no me ha demostrado tener nada que no tuviese en otras redes sociales.

El tiempo lo dirá, pero yo no sé si esto va a tener demasiado exito entre los usuarios. Espero vuestras opiniones al respecto, es posible que así vayaís haciendome ver la luz sobre esta nueva red social a la que como os he dicho no he dedicado demasiado tiempo.

miércoles, julio 20, 2011

Viaje a China (18º Día - 2ª Parte)


Aprovechando que no llovía, y que parecía que no lo iba a hacer en toda la tarde, decidimos acercarnos al lago con la clara intención de visitar La isla de las Tres Pagodas bajo la Luna.


Coger el barco que nos llevaba a la isla nos costó 45 yuanes cada uno, algo asi como 5 euros y medio. Salía a las 16:00, y aún eran menos cuarto, asi que nos tocó esperar un poco a que diese la hora de zarpar.


Era curioso ver como muchos chinos, aunque especialemente las chinas, estaban enganchados a las telenovelas que apsaban por la tele. Habiamos visto lo mismo en el restaurante donde habiamos comido, las camareras miraban continuamente la tele mientras trabajaban para no perderse anda de lo que pasaba en los seriales. Aqui como veís más de lo mismo, mientras esperabamos a salir la encargada de atender a los ocupantes de la barcaza se entretenía viendo la telenovela en una pequeña tele.

El trayecto a la isla fue cortido, cinco o seis minutos de travesía por el lago hasta llegar a la isla, lugar en el que seriamos protagonistas de otra curiosa anécdota que os relataré enseguida.


El “Islote de Yingzhou” o Tres Pagodas bajo la Luna es la isla más grande del Lago del Oeste y cuenta con tres templos de piedra a su alrededor.

Habian pasado pocos minutos de las cuatro de la tarde cuando pisabamos por primera vez la isla de Yingzhou. Decidimos dar una vuelta y contemplar sus pequeños estanques y sus pasarelas sobre el agua.


Logicamente nos sacamos algunas fotos en diferentes lugares de la isla, mientrás poco a poco ibamos viendo como la luz se iba apagando y como casi sin darnos cuenta iban desapareciendo de nuestro alrededor la mayoría de visitantes que había cuando habiamos desembarcado.

De vez en cuando sonaban algunos mensajes por megafonía, pero claro, en chino, con lo que nosotros no nos enterabamos de nada. Continuamos nuestro paseo por la isla contemplando los diferetentes templos que había repartidos por el islote, pero en un determinado momento la situación llamó mi atención y se lo comenté a Seve, ¿Te has dado cuenta que llevamos un buen rato sin ver a nadie?.


La verdad es que llevabamos un rato sacandonos fotos en algunos sitos y paseando por algunas pasarelas sin cruzarnos con ninguno de los numerosos visitantes que habiamos visto a nuestra llegada, y entonces se me ocurrio preguntarle a Seve, ¿Te has fijado a que hora era la última embacaciónde regreso?.

Ese había sido uno de nuestros errores, ninguno de los dos nos habiamos fijado a que hora era la último barcaza para regresar a tierra firme. Justo en ese momento apareció un chino en bicicleta, iba vestido de uniforme y llegaba montado en una bicicleta con un Walky-Talkie en la mano. Enseguida nos pegó un grito, se acercó a nosotros y habló algo por radio, el hombre no paraba de gritar y de apuntar en una dirección.

Enseguida nos dimos cuenta de los sucedido, era la hora de abandonar el islote (las 16:45) y estaban dando el reapso final a la isla para no dejarse a nadie allí abandonado. Seguimos en la dirección que el hombre apuntaba con el dedo, en apenas cinco minutos llegamos a un embarcadero en el que esperaban tres barcazas. Nos acercamos a la encargada de repartir a los ocupantes de las barcazas y mostramos nuestras entradas, la mujer me preguntaba algo en chino, pero yo no entendía lo que me decía, hasta que otro compañero que hablaba algo de inglés me hizo de interprete, querian saber en que embarcadero del lago habiamos cogido la barcaza, pero eso había sido otro gran error, no nos habiamos fijado, así que nos tocó subirnos a una de ellas sin saber muy bien a que parte del lago nos iban a llevar de regreso.

Y mala suerte, fuimos a montarnos en el que iba exactamente a la otra punta del lago a la que nosotros queriamos ir, así que nos tocó andar bordeando el lago durante casi más de una hora para llegar a la zona de los alrededores del albergue. Una buena pateada que nos habiamos metido en un día que en principio parecía tranquilo. Aunque casi deberiamos de estar contentos, peor hubiese sido si el hombre de la bicicleta no nos hubiese visto y nos hubiesemos quedado tirados en el islote.

Eran poco más de las 18:00 y aprovechando que pasabamos junto a Eudora, el pub donde el día anterior habiamos tomado unas cervezas, decidimos entrar a refrescarnos un poco con un par de cerecitas (dos cervezas cada uno 60 yuanes aprovechando el Happy Hour).

Y aquí fuimos testigos de otra curiosa anécdota: allí estabamos nosotros, disfrutando de nuestra cervecita fresca cuando del piso de arriba vimos bajar a un chico acompañada de tres chicas (todos ellos chinos). Todos llevaban cara de ir bastante alegres, por no decir bebidos, especialmente una de las chicas, que vestia una minifalda apretada muy cortita que se le había ido subiendo poco a poco y que ya llevaba a modo de cinturón enseñando parte de su ropa interior.

Terminaron de bajar las escaleras y sujetandose entre ellos como podían tomaron camino a la calle. Uno de los camareros iba ayudandoles como podía, pero la verdad es que llevaban un pedo considerable. La chica de la minifalda iba agarrada al chico, que paecía ir algo mejor que ellas, pero las otras dos chicasiban por delante agarradas entre ellas. Poco a poco y furto de la inercia que las empujaba para alante fueron cogiendo velocidad hasta llegar a la puerta de la entrada, se apoyaron sobre ella y al abrirse hacia fuera salieron disparadas al exteror del bar saltando los dos o tres escalones que había hasta la calle dando de morros con el suelo.

Disimuladamente nos aceramos a ver el espectaculo, allí estaban ambas chicas tiradas en el suelo despues de un morrazo considerable, una de ellas llevaba las medias completamente rotas, mientras que la otra intentaba levantarse como podia. Os aseguro que el momento era de foto, pero me dió algo de vergüenza sacar la cámara, aunque tal y como iban dudo de que se hubiesen dado cuenta.

Nosotros terminamos nuestras cervezas mientrás nos reiamos comentando la jugada, y pasado un rato decidimos volver a la zona de los resturantes donde habiamos comido a la mañana.

La comida había salido bastante bien, asi que decidimos arriesgarnos nuevamente a la hora de la cena entrando en un restaurante diferente.


Uno de los platos tipicos y que recomiendan probar era el Pollo al Mendigo, pero sinceramente, despues de verlo en alguna que otra mesa, como que nos dió cosa pedirlo, asi que nos decantamos por otros productos tipicos:


Una razión de Carne de Cerdo Dongpo (68 yuanes), una cazuela de almejas y navajas (38 yuanes), y otra razión de carne de cerdo con cacahuetes, cebolla, etc (28 yuanes), odo acompañado claro esta de una buena cerveza, precio total de la cena de los dos, 160 yuanes.


Una vez habiamos cenado y recuperado fuerzas, nos dimos una vuelta por la zona, era curioso ver como la gente hacia una especie de Tai Chi bajo la luz de la luna a las puertas del templo que habiamos visitado el dia anterior.

Nosotros nos aceramos lentamente al albergue, allí nos tomamos un par de cervezas (8 yuanes las dos) mientrás curioseabamos algo en internet, y enseguida a dormir, al dia siguiente nos tocaba madrugar.

martes, julio 19, 2011

Viaje a China (18º Día - 1ª Parte)


Era nuestro segundo día en la ciudad de Hangzhou, y nos levantamos prontito, a eso de las 8:30 de la mañana. La noche había sido movidita, ya que el hecho de compartir habitación provoca tener que aguantar los despertadores y las llegadas intempestivas de los otros 4 compañeros de alojamiento.


Nos tomamos un desayuno en el albergue, tostadas con mantequilla, una tortilla de cebolla y pimientos verdes y un vaso de zumo, lo único que no había era café. Precio del desayuno: 20 yuanes cada uno.


Durante un rato estuvimos salseando en internet y descansando en las instalaciones del albergue, no es que no quisiesemos salir a la calle, si no que no paraba de llover y hacía un día como para no querer salir al exterior. Como ejemplo os dejo una foto del perro, el cual debió de pensar lo mismo que nosotros, y se quedo dormitando en el interior del Hall del albergue en lugar de en el jardín como hacía el resto de los días.

A eso de las 10:30 de la mañana paró la lluvía, no es que hiciese un día soleado pero parecía que por lo menos comenzaba a clarear un poco, asi que salimos y tomamos la calle de la izquierda (mal hecho, como ya vereís).

Durante un rato seguimos las indicaciones del mapa y las señales que había en la calle que amrcaban la dirección del centro historico de la ciudad, algo sumamente dificil ya que la mayoría de las señales estan escritan en chino.


Finalmente, despues de andar durante un buen rato y de dar unas cuantas vueltas, llegamos a lo que era el centro historico de la ciudad, el centro turistico y que había que visitar, la Calle Qinghefang. Una zona por la que habiamos pasado de largo el dia anterior y que se llegaba directamente sin dar tanta vuelta tomando la calle de la derecha nada más sañir del albergue.

Una de las cosas que nos llamó la atención era la cantidad de gente que se agolpaba a las puertas de esta pastelería, así que deducimos que los productos debían de ser interesantes, asi que decidimos probar.


Seve tuvo que pelear un poco con los clientes que se arremolinaban a las puertas de la pastelería, pero finalmente consiguió hacerse con algunos productos, aunque desgraciadamente se me olvidó a apuntar el precio.


No eran gran cosa, eran como una especie de tortas de harina algo empalagosas, pero bueno, para quitar el hambre a media mañana como que no estaban del todo mal.


Despues continuamos nuestra visita a la zona comercial, entrando incluso en alguna tienda, como en esta gran herboristería donde la gente parecía ahcer acopio de todo tipo de plantas y productos.


Poco a poco veíamos como los chinos iban sentandose en alguno de los muchos sitios de comida tipica que había por alli. Según habiamos leido una de las cosas tipicas de Hangzhou era la gastronomía, así que decidimos darnos un homenaje y buscar un buen restaurante donde poder comer alguno de sus platos tipicos.

La calle principal a la que he hecho referencia antes, la calle Qinghefang esta llena de restaurantes interesantes, así que nos costó decidirnos un poco, pero al final decidimos entrar en uno, que como muhcos otros, disponia de fotos con los diferentes platos, lo que seguramente nos facilitaría mucho las cosas a la hora de pedir.


De primero nos pedimos unos entrantes para picar, no sabiamos muy bien lo que era cada cosa, porque basicamente nos guiabamos por las imagenes, pero había que arriesgarse un poco, al fin y al cabo, para eso habiamo ido a China.


Poco a poco nos habiamos ido haciendo con el arte de comer con palillos, y aunque no es que fuesemos ningunos virtuosos en su manejo, hay que reconocer que poco a poco habiamos aprendido por lo menos a defendernos con estos curiosos artilugios con los que reconozco yo nunca me había lanzado a comer hasta que decidí viajar a China.


De segundo y plato fuerte nos pedimos un poco de pescado agridulce, no me pregunteís que pescado era, porque no tengo ni idea, pero según habiamos leido en las diferentes guías sobre la ciudad se trataba de uno de los platos tipicos que había que probar. Todo por supuesto acompañado de dos buenas cervezas. El coste total de la comida fue de 108 yuanes, menos de 13 euros la comida de los dos.

lunes, julio 18, 2011

Convención de Sebastian

Como ya os anuncié el viernes, este ha sido un fin de semana completito. El sábado tocaba descansar, plan casero delante de la tele, el ordenador y la consola, y el domingo tocaba un poco de trabajo en el Palacio Euskalduna de Bilbao.


Supongo que los que visitaís frecuentemente las peluquerías, especialmente las mujeres, que soleís estar más al día de estas cosas, conocereís de sobra la marca de productos SEBASTIAN.


Yo sinceramente no conocía esta marca, aunque la verdad es que como ya os he solido contar en otras ocasiones hace años que no piso una peluquería, por lo que no estoy muy puesto en estos temas, pero por lo que he podido ver parece ser una marca de reconocido prestigio y bastante conocida entre los profesionales de la peluquería.

Pues bueno, lo que tocaba el domingo era una "entretenida" Conveción de la marca en la que se reunian diferentes comerciales y a los que se les daban diferentes charlas para potenciar su caracter comercial.


Como os podeís imaginar un acto de lo más entretenido en el que no solo tuve que pelear con los diafragmas de las tres cámaras que me tocaba controlar, sino con el sopor y el aburrimiento para no quedarme dormido sobre los controles de las CCUs en algún que otro momento.

¡Que tengaís una buena semana!

viernes, julio 15, 2011

Día de Peluquería

Que nadie se sorprenda, como ya os he dicho muchas veces yo hace años que no piso una peluquería, tengo la suerte de tener una buena amiga que me corta el pelo cada vez que lo necesito, lleva años haciendolo y ahora mismo os aseguro que me daría miedo ponerme en otras manos, así que aprovecho el momento para saludar a mi buena amiga Koro que se que me lee de vez en cuando.

El titulo del articulo viene dado porque este fin de semana me vuelve a tocar trabajar, y esta vez en algo que reconozco no he hecho nunca, un Desfile de Peluquería en Bilbao.


Así a simple vista parece una cosa tranquila y relajada, incluso yo diría que puede llegar a ser hasta divertida, pero como suele pasar en estos casos, seguro que al final resulta ser un marrón de los buenos. Esperemos que no sea así y pueda pasar un fin de semana relajado, aunque sea trabajando.

¡Que paseis un buen fin de semana!

jueves, julio 14, 2011

Viaje a China (17º Día - 3ª Parte)

Articulo anterior: Viaje a China (17º Día - 2ª Parte)

Estabamos en el Templo del Alma Escondida, y teniamos que dirigirnos al centro de la ciudad, el problema es que no teniamos muy claro como ubicarnos dentro de los jardines del templo, ya que aunque había algún que otro mapa, estaban en chino, por lo que se nos hacía realmente complicado despues de las vueltas que habiamos dado, saber donde estabamos realmente.

Decidimos tomar una de las salidas que marcaba el mapa, luego ya conseguiriamos llegar a la zona por la que habiamos accedido al Templo bordeando los jardines.


Y es lo que hicimos, fuimos a pasar a unas calles bastante curiosas, unas calles en las que se podia ver a los chinos de la ciudad de Hangzhou tal y como ellos eran.


Es lo bueno que tiene viajar por libre, que al final uno acaba viendo lo que realmente es la cultura del lugar donde hemos ido de vacaciones. Uno no se limita a ver los puntos de interés turistico que quieren enseñarnos, si no que uno se empapa del ambiente real de cada ciudad, como nosotros en este caso.


Incluso llegamos a pasar por delante de varios pequeños restaurantes locales, pero para ser sinceros, no nos atrevimos a probar, decidimos ser más tradicionales y acercarnos a un KFC a comer otro tipo de comida que nos fuese más habitual. Eran ya las 14:15 de la tarde, y los dos menus en el KFC nos costaron 63 yuanes, algo menos de 8 euros.



Siguiendo la costumbre terminamos nuestro almuerzo con un postre en la tienda de Donuts que habia enfrente, un par de cafés y unos cuantos Donunts, precio 43 yuanes, poco más de 5 euros.

Ya habiamos recuperado fuerzas, así que decidimos darnos una vuelta por el centro de la ciudad y acercarnos al famoso Lago Oeste.


Eso sí, de camino al lago pudimos comprobar como claramente en el país va ganando terreno la economia de consumo, ya que en una de las zonas que recorrimos eran varios los concesionarios de coches de lujo que encontramos.


Tras caminar un buen rato llegamos a la zona del lago, una tranquila y bonita zona en la que se podía pasear. Muchos canales y puentes que rodeaban un enorme lago en el que destacaba en su centro una pequeña isla que según habiamos leido se podia, y es más, se recomendaba, visitar.


Mientras paseabamos por las orillas del lago se nos acercaron unas orientales, querian sacarse una foto con Seve, como ya os he dicho en otros articulos, su estatura y sus rasgos occidentales les llamaban mucho la atención, así que Seve no solo accedió, si no que como veís en la foto se tomo la confianza de coger a la chinita en brazos, algo que hacia reir mucho a sus compañeros y compañeras de viaje.

Intentamos coger una de las barquitas que te acercaban a la isla, pero ya eran las 16:15 y según leiamos en los letreros, se cerraba a las 16:30 (precio de la barca 45 yuanes por persona), así que decidimos dejarlo para el dia siguiente, siempre y cuando el tiempo respetara.


Andando, andando llegamos a una pequeña placita delante del lago en la que había mucha gente sentada en sillas. Cada 15 o 20 mintos comenzaba un espectaculo de chorros de agua que se movían al ritmo de la música que sonaba por megafonia. No era tan espectacular como el que en su día presencié en Las Vegas, pero la verdad es que era curioso y divertido, asi que estuvimos un rato contemplandolo.


Continuamos nuestro pateada, a lo tonto nos estabamos pegando una buena caminata, y llegamos hasta lo que parecía la parte principal del paseo alrededor del lago, la zona en la que había algun templo que otro, aunque debido a la oscuridad que ya reinaba, y no eran ni las 18:00, pues como que no se podía ver mucho.

Decidimos emprender el regreso hacia el albergue, algo que no era sencillo, porque os aseguro nos habiamos alejado andando algo más de dos kilometros bordeando el lago, asi que tocaba pegarnos una buena pateada.



Casi llegando al albergue, en la zona ya de la ciudad, abandonando la zona del paseo alrededor del algo, nos encontramos con un bar de estilo britanico (es el establecimeinto de la izquierda de la foto) en el que había Happy Hour de 17:00 a 19:30, asi que decidimos hacer un alto en el camino a tomar una cervecita.


Entramos y nos pedimos unas cervecitas, cada cerveza costaba 30 yuanes, pero como era Happy Hour, acabamos tomando cuatro cervecitas, dos cada uno, por 60 yuanes, lo que acababa siendo un buen precio.

Así que despues de descansar un poco continuamos nuestra caminata de regreso al albergue, momento en el cual pude presenciar la posiblemente unica acción de delincencia que ví en todo el viaje.

Ibamos andando por una calle bastante ancha, Seve por delante mio y yo unos pasos más atrás, no es que es estuviesemos enfadados ni nada parecido, solo que el cansancio no nos permitía casi ni hablar. En ese momento ví como una chica joven se iba acercando de manera un poco extraña hacía Seve, en ese momento Seve se dío la vuelta, y la chica pareció percatarse de que yo estaba con él, así que decidió separarse un poco.

Llegamos a un semaforo, así que tocaba esperar todos allí amontonados a que el semaforo se pusiese en verde para poder pasar. Entonces llegó una chica en bici, una chica, que cmo la gran mayoría de la gente que andaba por la calle iba con sus auriculares puestos y su MP3 en el bolsillo. La chica se hizo un hueco entre la gente que allí estabamos y fue cogiendo sitio en la cabecera para incorporarse a la carretera en cuanto pudiesmos.

La chica extraña que yo había fichado se había colocado a su lado, y aprovechando el gesto y el esfuerzo que la chica de la bici hizo para arrancar, le cogió del cable de los auriculares, tiró para arriba y le desenchufo el reproductor MP3 en menos de un segundo. A paso rápido y metiendose el reproductor en el bolsillo tiró en dirección a la parte izquierda de la calle, mientrás que la chica de la bici tiraba hacia la derecha. Yo cruce la calle y me quedé observando, la chica de la bici paro, se habia dado cuenta de que la música había dejado de sonar, se metió la mano en el bolsillo y se dió cuenta de que su MP3 había volado, miraba para atrás, pero claro, no podía hacer nada, asi que continuo su trayecto. Mientrás en el otro lado dela calle la ladrona se había parado de nuevo en el semaforo con otra chica con la que hablaba, seguramente esperando una nueva victima, pero al ver que nosotros la mirabamos, e incluso la señalabamos, decidió alejarse, aunque seguramente volvería en unos minutos.

Os aseguro que fueron momentos en los que me sentí totalmente inutil, había sido testigo de un robo, tenía a escasos metros a la ladrona, pero no podía hacer nada, ni podía explicar que había visto, ni había ningún polciia cerca, ni sabía en que follón podía meterme al intentar denunciarlo, asi que seguimos nuestro regreso al albergue.

De camino al albergue paramos en una pequeña tienda, donde compramos un par de botes de patatas fritas y un paque te de bollos (15 yuanes), no había mucha hambre, asi que decidimos que eso sería nuestra cena del día.


Ya en el albergue nos pedimos unas cervecitas (8 yuanes cada cerveza de 600 ml.), y mientras jugabamos un poco al billar, nos comimos las patatas y los bollos que habiamos comprado (estan en la parte izquierda de la foto).

Despues un ratito en internet, y a eso de las 24:00 decidimos irnos a la habitación a descansar, ya era una buena hora para irse a dormir, sobre todo despues de la caminata que nos habiamos pegado a la tarde y del intenso día que habiamos tenido, historieta del tren incluida.

miércoles, julio 13, 2011

Viaje a China (17º Día - 2ª Parte)


Nos habiamos quedado en la Estación de Tren de Shanghai intentando resolver el problema en el que nos habiamos metido. Allí estabamos nosotros, en el andén de la estación esperando a que entre la Jefa de Azafatas y el Jefe de Estación tomasen alguna decisión.

Y así fue, fueron momentos de nerviosismo, pero finalmente la Jefa de Azafatas se dirigió a mí y me comunicó en inglés que podiamos subir al tren, pero que no nos aseguraban el asiento. A nosotros eso a esas alturas como que no nos importaba demasiado, lo que queriamos era subir al tren y comenzar nuestro camino a Hanghzou, nuestro próximo destino, lo de sentarse era lo de menos, ya nos sentariamos en el suelo si hacía falta, al fin y al cabo no era más que un viaje de una hora más o menos.

La azafata subió al tren y nos pidió que la acompañasemos, eran las 10:40 de la mañana. Fuimos avanzando por varios vagones hasta llegar a lo que parecía el vagón de primera clase, con asientos amplios y comodos, y entonces la azafata nos pidió que esperasemos allí sentados.

Como ya os he dicho habian sido momentos de tensión, momentos en los que no llegamos a tener muy claro si podriamos coger el tren, si tendriamos que pagar un nuevo billete o si nos quedariamos tirados en Shanghai, pero finalmente parecía que todo se había arreglado, y de buena manera, porque allí estabamos nosotros sentados en lo que parecia primera clase.

Pero a los cinco o diez minutos volvió a aparecer la azafata y nos pidió que la siguiesemos de nuevo, fue entonces cuando yo empece a pensar que habiamos cantado victoria demasiado pronto, aquello era muy bonito para ser verdad, ahora veriamos a donde nos llevaban realmente.


Pero entonces llegó la gran sorpresa, como ya os dije en el articulo anterior me había equivocado al sacar el billete y había sacado un billete VIP, gracias al cual quiero pensar estabamos teniendo tan buen trato por parte del personal de la compañia de trenes a la hora de solucionar el error que habiamos cometido de perder nuestro tren.

Nos metieron en un compartimento privado de grandes dimensiones en el que teniamos unas butacas muy comodas, cojines para descansar, mesa para escribir e incluso tele para entretenernos.


La situación que habiamos vivido durante las últimas horas había sido curiosa, y aunque realmente en ningún momento llegamos a ponernos realmente nerviosos, ninguno de los dos habiamos llegado a pensar que el desenlace final iba a ser tan gratificante.


Allí estabamos, sentaditos en un compartimento privado del tren disfrutando de un pequeño desayuno que nos sirvieron (botella de cafe con leche y paquetito de galletas).

A las 11:30 de la mañana, una hora despues de haber subido al tren, llegamos por fin a nuestro destino despues de un viaje realmente accidentado, posiblemente el más accidentado de toda nuestra extancia en el país asiatico. Para ma´s información sobre Hangzhou pinchar aquí.

Una vez en la estación teniamos que acercarnos al centro de la ciudad y localizar nuestro albergue. Como ya os he comentado otras veces lo mejor suele ser coger un TAXI oficial, no sería la primera vez que por coger un TAXI pirata nos salía le trayecto algo más caro de lo normal, pero después de tanto follón en el viaje en tren, de lo que teniamos ganas era de llegar cuanto antes al albergue, así que regateamos un poco con el primer TAXI pirata que se nos acercó, en un principio nos pedía 60 yuanes por el trayecto que le pediamos, pero tras regatear un poco y bajarle a 40 yuanes, algo así como 5 euros, decidimos aceptar su oferta.


El trayecto desde la Estación de Tren hasta el Hospital que nos servía de referencia para localizar el albergue no fue largo, yo creo que no llegaría a los 15 minutos de coche, pero lo que nos llevó más tiempo fue localizar el propio albergue entre las callejuelas, ya que por mucho que preguntabamos nadie sabia conocer la situación exacta del albergue.


Finalmente lo encontramos, estaba un poco apartado de las calles centricas, pero tampoco demasiado, unos diez minutos andando, asi que esta vez no ibamos a tener demasaido problema para movernos desde el albergue. Como curiosidad deciros que he intentado localizar el albergue en la página donde haciamos las reservas para poner aquí el nombre, ya que no lo tengo apuntado, y parece que ya no esta operativo, porque por lo menos no sale en la página de hihostels.


Teniamos el albergue reservado, la habitación por las dos noches para los dos 150 yuanes, más los correspondientes 100 yuanes de fianza, aunque eso si, en habitación compartida, de ahí que no pudiese sacar una foto del interior de la habitación, ya que en el momento que llegamos había alguien durmiendo en una cama.


El albergue estaba bien, tenia sus zonas de descanso interiores y lo que era mejor, sus zonas de descanso exteriores, aunque lo más seguro es que nosotros no llegasemos a aprovecharlas demasiado.


Una vez instalados en nuestra habitación, compramos un mapa de la ciudad en el propio albergue (5 yuanes) y salimos a visitar uno de los Templos más importantes de la ciudad, el Templo del Alma Escondida, un templo que estaba justo alado de nuestro propio albergue.


La entrada al templo costaba 30 yuanes cada uno, y aunque el tiempo amenazaba lluvía decidimos entrar y pasear un poco por sus jardines arriesgandonos a que nos pillase la lluvia en plena caminata.


Llegamos hasta la parte más alta de los jardines del templo, desde los cuales como veís teniamos una vista privilegiada del pueblo, un pueblo de más de dos millones y medio de habitantes, pero al fin y al cabo un pueblo para ellos.


Como curiosidad contaros que en la parte alta del Templo había una campana en la que los chinos tienen por costumbre dejar una especie de colgante de madera, por el que se paga la voluntad, en el que uno escribe sus deseos, luego se cuelga y se da un golpe de campana.

Así que despues de hacernos las fotos pertinentes, y de dar unas cuantas vueltas por los jardines del templo, decidimos bajar para cercarnos a algún sitio para comer, pero eso ya os lo dejo para mañana, en la tercera parte del relato de este decimoséptimo día de viaje.