lunes, agosto 11, 2014

Viaje a Estambul (9º Día)

Domingo 18 de mayo, y como quien dice, nuestro último día en Estambul. La noche había sido un poco movidita, un grupo de chabales jovenes que había llegado el día anterior había estado correteando a medianoche por los pasillo, pero afortunadamente enseguida les habian llamado la atención y el ruido paró, así que aunque habia habido algo de follón, nosotros habiamos conseguido dormir bien.


Siguiendo con la costumbe, a eso de las nueve de la mañana ya estabamos desayunando y poco después de las nueve y media ya estabamos en marcha, atravesamos el Hipodromo, que estaba ya repleto de turistas, y nos dirigimos a la parada del tranvia, la idea era pasarnos de nuevo por la Plaza Taksim, aunque esta vez no iriamos andando.


Nos dirigimos a la parada de siempre y cogimos el tranvia en dirección a Kabatas (6 TL los dos), para allí coger luego el funicular subterraneo que la otra vez yo habia pasado por alto (3 TL cada uno).


Una vez estabamos en la Plaza Taksim decidimos ir a ver una especie de teleferico que yo había visto en el mapa que existia a unos diez minutos de alli.


La verdad es que nos costó encontrarlo, y cuando lo hicimos, nos dimos cuenta que era un teleferico que tan solo conectaba las dos partes de la ciudad por encima de la autopista. No tengo muy claro si era público o si había que pagar, porque la verdad es que viendo el poco sentido que tenía cogerlo, ni intentamos montarnos en él. 


Así que después de perder un poco el tiempo en busca de auqel telferico, decidimos volver de nuevo a la zona de la Plaza para pasear un poco por la calle principal.


Comenzamos a bajar y enseguida nos encontramos con una manifestación en la que se veían gran cantidad de banderas ukranianas.


Tambien vimos un buen número de policias custodiando la embajada rusa, así que rapidamente sacamos la conclusión de que era una protesta por el conflicto que se vivia en estos momentos en tierras ukranianas.


Nosotros seguimos paseando tranquilamente por la calle y haciendo alguna compra que otra, hasta que casi sin darnos cuenta nos dieron las dos del mediodia pasadas, hora ya de comer.


Decidimos no complicarnos la vida y parar a comer en el restaurante bosnio donde habiamos comido la anterior vez que estuvimos por la zona. Pedimos dos Çevapis, dos ensaldas y dos refrescos, uno de cereza para mi madre y un Sprite para mí. Precio total de la comida 30 TL.


Una vez habiamos comido y descansado un poco, cogimos el funicular del tunel que nos bajaba a la zona de Karaköy (7 TL los dos), y allí cogimos el tranvia para volver hasta la zona de Santa Sofia (6 TL los dos). La idea era volver al albergue y dejar las compras que habiamos realizado para no ir cargados.


Logicamente aprovechamos el momento para hacer una de nuestras últimas paradas en el bar del albergue y tomarnos la ya cotidiana jarra de cerveza para mi, y la limonada de mi madre (15 TL).


Una vez habiamos dejado las bolsas, nos fuimos hacia la zona del Gran Bazar, ahora si que tocaba hacer ya las últimas compras, como el tabaco de pipa (10 TL) o algunos dulces que traerse de recuerdo. Así que pasamos nuestras últimas horas en la ciudad de Estambul recorriendo callejuelas y diferentes puestos de todo tipo. Hasta que a eso de las 20:00 decidimos ir al albergue a descansar un poco y organizar los equipajes.

La idea para el dia siguiente era coger un autobus de esos que van pasando por los albergues a recoger gente para ir al aeropuerto, pero nuestro vuelo salía muy temprano, a las 7:40, y el autobus no pasaba por allí hasta las 5:45, así que el chico el albergue nos dijo que lo mejor que podiamos hacer era pedir un taxi para las 5:00, cosa que además se ofrecia a hacer él.


Una vez habiamos resuelto el problema del transporte del dia siguiente, subimos a la habitación a organizar nuestras maletas, y a eso de las 20:45 bajamos a cenar algo, yo una pizza de atun, y mi madre un plato kebab de pollo, todo ello acompañado de la correspondiente jarra de cerveza y de un vaso de vino blanco para mi madre. Precio de la cena: 50 TL.


Y de allí,  a eso de ls 21:30, a la habitación, quedaba organizar los últimos detalles, e irse a dormir pronto, al día siguiente nos tocaba levantarnos a las 4:30 de la mañana.

lunes, agosto 04, 2014

Viaje a Estambul (8º Día)

Sábado 17 de Mayo, aquel día, para no cambiar la rutina, nos levantamos prontito y bajamos a desayunar a eso de las nueve de la mañana. Aquel día coincidimos con dos chicas gallegas a las que habiamos visto el dia antes por el albergue, son las que nos contaron que las playas privadas que había en las Islas Principe no merecian mucho la pena.

Se pude decir que ya para este momento teniamos visitado las partes principales de la ciudad, así que decidimos pasar la mañana en el Gran Bazar con la idea de hacer algunas compras.


La idea era mirar primero, tantear alguna tienda y regatear un poco para ver los precios, pero la verdad es que después de consultar algunos precios, cuando nos disponiamos a descansar sentados fuera del Gran Bazar, nos abordó un hombre vendiendo pasminas de las que queria mi madre y ofreciendonos dos, casi al mismo precio (50 TL) por lo que nos dejaban una en el interior del reciento (45 TL). Como os podeís imaginar, picamos y compramos, así que rapidamente nos llegaron otros dos vendedores a ofrecernos todo tipo de cosas, desde relojes a camisetas.


Decidimos seguir paseando y buscando alguna otra cosilla que comprar, fue entonces cuando yo descubrí una tienda, aunque la verdad es que hay muchas parecidas, donde vendían las camisetas de futbol a 15 TL, algo así como cinco euros, y no pude resistirme a comprar la camiseta de la selección rusa de fútbol, la camiseta de mi gran idolo Arshavin.


La verdad es que cayeron algunas camisetas más, tanto de fútbol, como de recuerdo, así que entre paseo y paseo por la zona de la universidad y las compras de todo tipo, se nos pasó la mañana casi sin darnos cuenta, momento en el que decidimos volver al albergue a dejar las bolsas.

Eran ya más de las dos del mediodía, así que para que no se nos hiciese demasiado tarde, decidimos probar suerte y comer en un restaurante coreano que yo había fichado en el camino que soliamos hacer de regreso al albergue.


Lugar donde se produciría otra de las buenas anécdotas de nuestro viaje. De primero pedimos una especie de rollitos para picar que nos sacaron con todo tipo de salsas y acompañamientos. Para beber nos pedimos un Sprite para mi madre y una cerveza para mi, afortunadamente aqui habia cerveza.




Y de segundo, yo me pedí el plato de ensalada con huevo frito, y mi madre una especie de calamares con una salsa y unas verduritas, algo a simple vista bastante comestible. El problema vino cuando mi madre probó los calamares, aquello picaba que mataba, y mi madre no pudo seguir comiendose el plato, asi que tuvimos que intercambiar la comida. A mi la verdad es que me gusta el picante, pero tengo que reconocer que aquello picaba que mataba, tanto, que tuve que pedirme una segunda cerveza, y os aseguro que no eran precisamente pequeñas. El precio final de toda la comida fue de 90 TL, algo así como 30 euros.


Decidimos seguir visitando el centro y ojeando un poco los diferentes puestos y tiendas con la intención de ir completando nuestras compras. Subimos hacia el Gran Bazar y luego cogimos una calle como si bajasemos hacia el puerto. Quizás no era la zona más turistica, pero como podeís ver, no faltaba la gente, los puestos de venta y los lugares para tomar un dulce o un café.

Hicimos alguna compra, yo unas zapatillas de deporte y algún encargo que nos habian hecho, tabaco y cosas así, a lo que hay que suamr los tipicos dulces que se suelen traer de Turquía de regalo.


A eso de las 18:00, después de andar todo el dia bajo un intenso calor, decidimos hacer un alto en el camino para que mi madre merendase algo refrescante, un poco de sandia (5 TL).


Y de allí nos hemos ido a dar una vuelta por el parque que hay detrás de Santa Sofía, un enorme parque con buenas sombras y zonas ajardinadas donde parece tienen por costumbre pasear y descansar los habitantes de la ciudad, además claro esta de los turistas que nos acercamos a curiosear.


Como curiosidad comentaré que en este parque vimos a algún niño con el que parece ser el traje tipico de lo que para nosotros vendría a ser la primera comunión, un traje divertido y curioso que parece que ellos llevan muy contentos.


Y casi a las 19:00 llegamos al albergue, se jugaba la última jornada de liga y yo quería ver quien se hacia con la liga, si el Barcelona o el Atletico Madrid, así que mientrás mi madre se quedaba descansando y leyendo en la habitación, yo cogí sitio frente al televisor y cerveza en mano me puse a disfrutar del final de la liga.

A eso de las nueve de la noche, cuando terminó el partido, bajó mi madre, y decidimos pasar a curiosear la carta de un restaurante que había enfrente del albergue y en el que habiamos visto varias veces servir ese curioso plato de carne que se cocinaba dentro de una vasija y que se servía con tanto espectaculo. Casualmente el camarero era kurdo y hablaba perfectamente castellano, así que nos explicó en que consistia el plato ese de carne y nos sentamos allí mismo a cenar.


El plato estaba buenisimo, era como un guiso de carne que venia acompañado de unas patatas fritas y un poco de arroz. De primero para picar nos pedimos una ración de patatas fritas, y para beber una copa de vino blanco para mi madre y una cerveza para mí. De postre el camarero muy amable nos invito a un par de dulces turcos y al tradicional té de manzana, precio de la cena 88 TL.

A las 22:45, después de un dia de caminatas y compras, nos retiramos a descansar a la habitación.

martes, julio 29, 2014

Viaje a Estambul (7º Día - 4ª Parte)


Durante los noventa y cinco minutos de travesía, hice un breve recuento de lo que yo llevaba apuntado que habia que visitar en Bursa y lo que en realidad habiamos visitado, y la verdad es que practicamente habíamos hecho todo lo que yo llevaba anotado, lo único que se nos habia quedado en el tintero era subir al monte Uludag, desde el cual dicen que hay unas vistas e la ciudad espectaculares y al que según pude enterarme se puede subir en taxi por unos 50 TL.


A las 21:30 aproximadamente llegabamos a Estambul, y aprovechando que hacia una buena noche y que no teniamos prisa, decidimos ir dandonos un paseo de unos veinte minutos hasta el albergue.


No teniamos muchas ganás de andar, así que después de dejar las compras en el albergue, decidimos sentarnos a cenar en el restaurante que habia en la terraza de uno de los hoteles que había junto al albergue. Por un lado teniamos unas vistas magniicas del Bósforo, y por el otro lado, unas impresionantes vistas de la Mezquita de Santa Sofia iluminada.


En el restaurante no había mucha gente, tan solo nosotros, otro matrimonio con dos niños que hablaba en castellano en la otra punta del comedor, una pareja justo enfrente del músico que amenizaba la cena con música en directo, y una pareja de chicas que se sentó justo detrás nuestro.



Nos pedimos un plato de Musaka para mi madre (la primera foto), y unos pinchitos de pollo con algo de verdura de acompañamiento para mí, con la correspondiente cervecita y algo de agua para mi madre. Hay que decir que tanto la comida, como el ambiente y el servicio eran de lo más agradables. Precio total de la cena, 68 TL más dos de propina que deje, algo menos de 25 euros la cena de los dos.

Ya eran las once de la noche pasadas, así que decidimos retirarnos enseguida al albergue a descansar.

miércoles, julio 23, 2014

Viaje a Estambul (7º Día - 3ª Parte)


Ya eran más de las dos de la tarde, así que tocaba localizar algún sitio donde parar a comer, cosa que hicimos en una placita cercana a la mezquita que estaba repleta de terrazas de diferentes establecimientos de comida.

Teniendo en cuenta que nos encontrabamos a escasos 50 metros de la mezquita, ni pregunte si había alcohol, lo dí por hecho, así que decidimos pedir un par de Sprites para beber y una especie de pequeñas hamburguesas con tomate y salsa de yogurt que descansaban sobr pequeños trocitos de pan impregnados de tomate.


La comida estaba buena, y la ración era abundante, pero tambien hay que decir que tardaron bastante tiempo en servirnos, y eso que aunque habia gente, tampoco estaba el local abarrotado. El precio de la comida fue de 23 TL.


Una vez habiamos recuperado las fuerzas y habiamos descansado un buen rato a la sombra, volvimos hacia la zona donde habiamos cambiado dinero, mi madre habia fichado un bolso que decidimos ir a comprar, para luego volver a la zona del Bazar a comprar un par de camisetas para mi sobrina.


Seguimos pateando la zona comercial de la ciudad, y haciendo alguna que otra compra, como esta toalla del Real Madrid que decidí comprar para mi amigo Sergio por 15 TL.


Hasta que finalmente, cansados ya de caminar y de andar entre tanta gente, decidimos pararnos a descansar en un hueco que encontramos en sombra en uno de los parques que había en la ciudad. A lo que siguió otra breve paradita en uno de las terrazas que habia junto a la Mezquita Verde para tomar un breve refrigerio, un Sprite y un refresco de cereza que nos costaron 8 TL.

Eran ya las 16:40 de la tarde, y ya no teniamos ganas de seguir pateando por el Bazar, así que decidimos salir ya hacía el puerto para que no se nos hiciese tarde, ya que a las 18:00 salía el unico barco del día que podía devolvernos a Estambul.

Fue entonces cuando nos ocurrió otra de las anécdotas curiosas del día: Yo había leido algo sobre el tema, pero no lo recordaba, resulta que en Bursa hay varios tipos de taxis, los amarillos como el de la foto, que son taxis normales, como habiamos comprobado en el trayecto del puerto a la ciudad, y otros de diferentes colores que son algo diferentes.


No tengo muy claro de que color son, pero hay unos taxis de un determinado color que parece ser hacen un trayecto ya predeterminado, entonces si a uno le viene bien, se monta y le dice al taxista donde le viene bien pararse, y hay otros, que si no recuerdo mal son los rojos, como en el que nos habiamos subido, que pueden ser compartidos por varios usuarios, de manera que cada uno paga la parte proporcional de su trayecto.

Como os he dicho, cuando yo me subí al taxi, la verdad es que no me acordé de esto, por eso se nos hizo muy extraño que tan solo unos segundos después de subirnos al taxi, se subiese una mujer en el asiento del copiloto. Entonces se subió el conductor, y yo le enseñe un folleto publicitario con los horarios que había cogido en el puerto del Ferry, para que él supiese claramente donde queriamos ir. El hombre comenzo a explicarme algo en turco, pero claro, yo era incapaz de entenderle. Como sus compañeros veian que la cosa no iba bien, se acecaron a intentar ayudar, con la suerte de que a uno se le ocurrió sacar dinero de la cartera y enseñarme 70 TL, momento en el que conseguí entender lo que me decian, el conductor quería advertirme de que el trayecto iba a costarme ese importe. Yo le dije que OK, que no habia problema, que aceptaba el precio, y fue entonces cuando se puso a hablar con la mujer que habia subido al taxi y que rapidamente se bajó algo enfadada. Yo no entiendo turco, pero la escena me dió a entender que al conductor la carrera que iba a hacer con nosotros le parecía de lo más interesante, con lo que habia obligado a la otra mujer a buscarse otro taxi libre.


Fueron casi cuarenta minutos de viaje con un intenso tráfico, la verdad es que habiamos hecho bien en salir con tiempo, porque para cuando llegamos al puerto eran ya las 17:20 pasadas. Una vez en el puerto saqué los billetes del Ferry (58 TL los dos), y casi sin esperar ni un minuto, nos subimos al barco para acomodarnos en nuestro sitio, teniamos por delante algo más de hora y media de viaje.


Por cierto, para refrescarnos un poco decidí comprar dos refrescos dentro del Ferry, los cuales me costaron 9 TL, practicamente lo mismo que nos habia costado en la terraza del bar de la mezquita.



Ya solo quedaba descansar y disfrutar de las bonitas vistas de la ciudad de Estambul que nos dejaba el atardecer.

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martes, julio 22, 2014

Viaje a Estambul (7º Día - 2ª Parte)


Nos habiamos quedado intentando superar una angustiosa situación en la ciudad de Bursa. Como recordareís del anterior articulo, estabamos perdidos en una ciudad que no conociamos, en la que se habla un idioma que no entendemos y con la cartera casi vacia de dinero turco.

Decidimos seguir bordeando el parque hasta encontrar alguna zona más poblada y en la que poder buscar una solución a nuestro problema, y en ese momento nos encontramos con una especie de pasarela subterranera que pasaba al otro lado de la amplia carretera que tnía pinta de ser una especie de entrada al metro, así que sin saber muy bien si era la entrada al metro o no, sobre todo porque no sabiamos ni si en Bursa habia metro, decidimos bajar a ver que nos encontrabamos.

Tuvimos suerte, era una entrada al metro de la ciudad, ahora había varios problemas, primero, aunque habia un mapa bien grande indicando donde estabamos, no teniamos ni idea hacia donde teniamos que ir, y segundo, la chica que estaba en la vantanilla de venta de tickets no entendia nada de inglés.

De todas formas la chica hizo todo lo posible por entendernos, y como veía que no era posible, tuvo el detalle de llamar al tipo de seguridad de la estación, el cual por desgracia tampoco hablaba nada de inglés. Yo comencé a rebuscar en mis papeles con la buena suerte de encontrar unas anotaciones sobre Bursa en las que tenía el nombre en turco de la mezquita principal de la ciudad, Ulu Camii, así que enseñandole aquel nombre, el amable tipo de seguridad supo explicarnos en que estación bajarnos. Estabamos en Merinos y teniamos que bajarnos dos estaciones más alante, en Sehlekistú. Precio del billete de metro, 2,5 TL cada uno.

Bajamos en la estación que nos habian dicho y me dirigí a un grupo de policias a preguntar si ibamos en buena dirección, pero tampoco hablaban inglés, aunque ellos mismos llamaron a otro policia que estaba en otra esquina, el cual amablemente me explico como salir de la estación para dar con la Gran Mezquita.


Eran ya casi las doce el mediodia, y entre una cosa y otra, perdidos en la ciudad de Bursa, nos habiamos comido media mañana.


Se puede decir que ya estabamos en zona comercial, e incluso en cierta manera turistica, así que tocaba lozalizar un sitio donde poder cambiar dinero. Algo que la verdad no nos costó mucho trabajo, ya que en esta zona había numerosos establecimientos de cambio. Decidimos cambiar 300 euros, por los cuales nos dieron 859 TL, momento en el que aprovechamos para comprarnos un par de botellines de agua para refrescarnos un poco (1 TL los dos), porque la verdad es que hacía un calor agobiante.


Una vez habiamos solucionado el problema del dinero, decidimos darnos una vuelta por el conocido Bazar de la Seda, una zona comercial repleta de gente y llena de tiendas de ropa, donde como os podeís imaginar, mi señora madre estaba encantada.


De allí pasamos a la Gran Mezquita, famosa por ser la unica que tiene la fuente para lavarse en el intererior de la misma. Si es verdad que al entrar, tanto mi amdre y yo nos fijamos en el detalle de que no habia mujeres dentro, pero no le dimo demasiada importancia, hasta que ya una vez dentro, uno de los de seguridad de la mezquita nos llamó la atención, era hora de rezo y las mujeres no podian estar dentro, debian quedarse fuera de la mezquita, así que tuvimos que salir rapidamente.


Fue entonces, al salir, cuando nos dimos cuenta de que todas las mujeres estaban sentadas en una zona exterior de la mezquita esperando el momento del inicio del rezo.


Tal y como habia leido en diferentes páginas de internet, estaba claro que la Gran Mezquita era un punto de gran atracción para los fieles musulmanes, porque sin ningún tipo de duda, de todas las mezquitas que habiamos visto, en esta era donde más gente vimos participar en los rezos, tanta, que ni cabian en el interior de la misma.

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lunes, julio 21, 2014

Viaje a Estambul (7º Día - 1ª Parte)


Viernes 16 de mayo del 2014, día en el que tocaba madrugar para poder llevar a cabo la excursión a Bursa que teniamos planeada. Nos levantamos a las seis de la mañana y sin desayunar, salimos del albergue para coger un taxi en la parada que había a dos manzanas.

El trayecto fue muy corto, poco más de cinco minutos en coche, pero cometí el error de no negociar, o por lo menos preguntar el importe de dicho trayecto antes de subirnos al vehiculo, porque cuando me tocó pagar los 20 TL (unos 7 euros) me dió la sensación de que nos estaban cobrando demasiado para el corto desplazamiento que habiamos realizado.
               

Aunque a esas horas la estación no estaba llena, la verdad es que había bastante movimiento en su interior, así que me puse a la cola y enseguida pude sacar el billete del ferry (32 TL cada uno).
    

Después nos acercamos a la cafetería a desayunar algo, era pronto y teniamos tiempo antes de embarcar en el ferry que nos llevaría a Bursa, nuestro próximo destino. Un par de zumos y dos croisants, uno de chocolate y otro normal, nos costaron 17,5 TL, algo así como seis euros.


A las 7:05 subiamos al Ferry, era un barco grande de los que además de transportar pasajeros, llevan tambien coches y autobuses.


El barco era moderno y bastante nuevo, así que buscamos nuestras localidades y nos acomodamos para los noventa minutos de viaje que teniamos por delante.


Y a eso de las nueve y media de la mañana llegabamos a nuestro destino, la ciudad de Bursa, aunque en realidad el puerto se encuentra a veinte kilometros de la ciudad, así que había que buscar la forma de llegar hasta la ciudad. Había dos opciones, la más facil pero más cara era la de coger un Taxi (60 TL), y la barata pero más complicada era la de utilizar el transporte público, el problema es que no sabiamos que linea de autobus coger, ni donde bajarnos para hacer el trasbordo, ya que según me comentaron, no habia autobus directo a la ciudad.

Estuve intentando convencer a otro chico que había y que tambien estaba hablando con el taxista, para compartir vehiculo y pagarlo a medias, pero aquel chico iba acompañado de otras tres personas, y además no iban al centro de la ciudad, así que no fue posible compartir taxi.

Lo habiamos intentado, pero no habia sido posible, de todas formas, decidimos no complicarnos y coger un taxi hasta el centro, tampoco era tanto dinero y era mejor eso que estar dando vueltas sin rumbo en los autobuses de linea.

Eso sí, yo creo que el taxista, confundido por la conversación que habia tenido con el otro chico antes de que nosotros subiesemos al taxi, cometió un error, y cuando llevabamos unos veinte minutos de trayecto, comenzó a explicarme que estabamos en el Termal Hotel, o algo así, que enfrente estaban las termas. Yo le dije que se estaba equivocando, que nosotros queriamos ir al centro de la ciudad, no a ese hotel. Pareció entenderme y me dijo que no me preocupase, que llegabamos enseguida. Nosotros ya habiamos pactado con él el precio del trayecto (60 TL), asi que supongo que no quiso liarse mucho y nos dejó allí cerca en una plaza que así a simple vista, podía ser el centro de la ciudad.


No os lo habia comentado, pero para ese día ya teniamos un pequeño problema, se me habia ido terminando el dinero que habiamos cambiado el primer día, así que tenia que buscar algún sitio donde cambiar euros a moneda turca cuanto antes.


Hacía un día explendido, es más, yo diría que incluso demasiado calor, así que decidimos pasear un poco por un parque cercano que había junto a la plaza donde nos había dejado el taxista.


Paseamos por el parque e incluso curioseamos en una especie de parque de atracciones que había dentro del propio parque y que a esas horas estaba comenzando a abrir sus puertas al público (entrada gratuita).


En total estariamos recorriendo el extenso parque público durante cuarenta y cinco minutos o cincuenta minutos, hasta que al final salimos por el otro extremo del parque. Y es entonces cuando empecé a preocuparme, estabamos en una especie de poligono industrial, algo que desde luego no parecía el centro de la ciudad como nos había hecho entender el taxista.

Había varias entradas al parque para vehiculos custodiadas por policias, así que intente preguntar, pero imposible, allí se hace bastante dificil encontrar a alguien que entienda el inglés, así que nos pusimos a andar bordeando el parque con la idea de encontrar alguna zona más poblada y transitada. Lo suyo, si hubiese tenido dinero turco, era parar un taxi y decirle que nos llevase al centro de la ciudad, porque al no tener mapa de la ciudad, ni sabiamos realmente donde estabamos, si sabiamos a donde ir.


Continua ...