Comienza aquí mi relato de lo que ha sido mi Tercer Gran Viaje al extranjero, esta vez al continente asiático a conocer China, un país de algo más de 9 millones y medio de kilometros cuadrados de extensión (la cuarta del mundo) y con una población cercana a los mil cuatrocientos millones de habitantes (el país más poblado del mundo).
Posiblemente haya sido uno de los tres grandes viajes que he realizado que más rápido he organizado y que con menos meses de antelación hemos preparado, pero como ireis viendo y leyendo la verdad es que quitando algún pequeño problemilla o contratiempo la verdad es que todo ha salido bastante bien.
El sábado 30 de Octubre, a las 6:50 de la mañana, cogíamos nuestro primer vuelo en Bilbao con destino a Bruselas, donde cogeríamos otro vuelo que nos llevaría a nuestro primer destino en China, Beijing.
Nosotros cogimos el vuelo con Brussels Airlines tan solo mes y medio antes del viaje, y tuvimos que pagar 979 € cada uno por el billete de ida y vuelta, pero seguramente mirándolo con más tiempo de antelación se pueden conseguir billetes más baratos.
Dado que nuestro vuelo salia a las 6:50, y que para este tipo de vuelos internacionales es necesario estar en el aeropuerto dos horas antes, decidimos no dormir y pasar la primera parte de la noche tomando alguna que otra cervecita para luego dormir bien en el avión.
Y en mi caso os puedo asegurar que la mezcla de no dormir y de ingerir algo de alcohol consiguieron el resultado esperado, ya que en el aeropuerto de Bruselas, mientras esperábamos a embarcar en nuestro vuelo a Beijing, yo ya estaba que me caía de sueño, y eso que hice todo el trayecto entre Bilbao y Bruselas dormido como una marmota.
A las 13:30 del mediodía subíamos al avión de Hainan Airlines (alianza con Brussels Airlines) que nos iba a llevar a China, pero comenzaban los problemas, el avión debía despegar a las 13:50, pero nos tuvieron dentro del avión sentaditos durante casi hora y media, eso si, nos dieron de comer dentro del avión, hasta que a las 15:30, con más de hora y media de retraso, el avión por fin despegaba.
Nos esperaban por delante 5000 millas que recorrer en unas diez horas de vuelo para llegar a las 24:00, hora local (siete horas más en China), a nuestro destino: Beijing. Afortunadamente, como delatan mis ojos, yo estaba cansado, así que aunque no hice todo el viaje durmiendo, si pude ir pegando algunas cabezadas que hicieron que el viaje no se me hiciese tan largo y pesado.
1 comentario:
Puedo asegurar que dormía como un bebe.Salu2
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