miércoles, septiembre 03, 2014

Viaje a Praga (3º Día - 2ª Parte)


Nos habiamos quedado visitando el interesante, pero triste, Campo de Concentración de Terecín. Y a eso de las 13:30, en plena caminata entre lo que es la fortaleza y el pueblo, tal y como nos habia recomendado nuestro guía Moises, decidimos recuperar fuerzas con las empanadas que habiamos comprado a primera hora en la pasteleria de la Plaza.


Enseguida llegamos al Centro de Información, lugar donde se proyecta a ciertas horas una pequeña película de diez minutos de duración, rodada durante la ocupación nazi a modo de elemento propagandistico. Afortunadamente la película se proyecta a diferentes horas en diferentes idiomas, y nuestro guia habia reservado a las 14:00 el pase en castellano, con lo cual no tuvimos problema para enterderlo.


De allí, recorriendo un pueblo que a día de hoy intenta recuperar la normalidad después de tantos años, llegamos a otro pequeño museo en el que se ha recreado con restos originales de ropa y muebles, uno de los barracones en el que vivian los judios allí retenidos. Desgraciadamente en este pequeño museo no se permite hacer fotos, así que no puedo mostraros ninguna hecha por mi. Pero si esta sacada de internet:


Una vez visitado este pequeño museo en el que habia algunos de los objetos personales que se han recuperado de algunos de los muchos miles de judios que pasaron por el guetto, nos dirigimos a una pequeña sinagoga clandestina que años después de cerrar el Campo de Concentración, uno de los propietarios a los que se le devolvió la casa, encontró en el fondo de su garaje. Desgraciadamente no se encuentra muy bien conservada, ya que si os fijaís en las paredes os dareís cuenta de que estas quedaron muy afectadas por las grandes inundaciones del 2002 que hicieron que la zona quedara inundada con casi metro y medio de agua.


Eran ya las cuatro y pico de la tarde, así que después de coger un autobus en el centro del pueblo que nos llevó a la estación, nos montamos en el tren de las 16:45 que nos devolvería a nuestro punto de destino, la ciudad de Praga.

Durante el viaje en tren fuimos conversando con una pareja de Valladolid que nos comentaron como habian reservado la excursión del dia siguiente a la ciudad de Kutná Hora, una excursión que parecía interesante y que además no se realizaba todos los días, así que al llegar a la estación decidí comentarle a Moises, nuestro guia, si habia posibilidad de hacer reserva para la misma. Como ya os comenté en el articulo anterior, él mismo me dijo que no hacia falta, que me presentase al dia siguiente en el sitio de las cita a las 10:45 y que la podía reservar al momento.


A eso de las 17:30 llegabamos a Praga, y recorriendo el camino que habiamos hecho a la ida, pasando por la Sinagoga de Jerusalem o Sinagoga del Jubileo, llegamos a nuestro albergue a descansar un poco, lo justo, no más de treinta minutos. Nosotros la verdad es que no la visitamos, pero esta claro que es uno de los puntos arquitectonicos y culturales de referencia en la ciudad:


El nombre de la Sinagoga de Jubileo fue propuesto por la Asociación Israelita para marcar el jubileo de los 50 años en trono del emperador Franz Josef I. La misma asociación había comprado la casa donde se construyó la sinagoga. En el año 1907 fue concedida por la asociación sinagogal a la comunidad judía de Praga. Con la excepción de los años de Protectorado, la sinagoga sigue sirviendo para celebrar servicios religiosos. Después de la primera reconstrucción significante en los años 90 se volvió a inaugurar en el año 1996. Debajo de capas de revoque y pintura vieja fueron descubiertos alrededor de 25 metros cuadrados de ornamentos pintados con gran lujo de detalles en estilo Secesión Vienesa que no se encuentran en ninguna otra sinagoga del mundo.


Nosotros decidimos hacer algo quizás menos cultural y más de turismo gastronomico, decidimos hacer una bunea degustación de cervezas en la cervecería que habiamos estado el dia anterior. Seis cervezas diferentes para probar un poco diferentes marcas y clases de cerveza autoctonas.



Las cervezas no estaban mal, algunas mejor que otras, pero aquellos pequeños basitos, como que no habian saciado del todo la sed que traiamos después de un largo día de caminata bajo el sol, así que decidimos pedirnos un par de jarras para calmar nuestra sed. Precio final de la ronda con las dos jarras y la degustación de cervezas, 225 CZK.


Una vez reperadas las fuerzas decidimos adentrarnos un poco en lo que era el casco viejo de la ciudad, había sido un dia duro en el que además solo nos habiamos alimentado de la pequeña empanada que habeís visto al principio del articulo, así que yo por lo menos tenía hambre, había que localizar un sitio donde cenar.


Y el sitio elegido fue esta cervecería que hay pocos metros antes de llegar al Puente de Carlos, unos 100 o 150 metros antes, que yo ya había fichado en algún otro paseo por la zona. Desgraciadamente no había sitio en el exterior (la foto es de otro momento), así que tuvimos que entrar dentro.


Yo me pedí una hamburguesa completita, como ya os he dicho tenía un hambre voraz después de haber pasado el dia con una simple empanada.


Y mi hermana una Ensalada Cesar que la verdad es que tenía buena pinta. La comida estaba buena, pero tengo que reconocer que tardaron bastante tiempo, casi treinta minutos, en servirnos una simple ensalada y una hamburguesa que no se trada mucho tiempo en cocinar.


Precio de la cena, con las correspondientes jarras de cerveza de medio litro (dos jarras), 545 CZK, algo así como 23 o 24 euros. Sinceramente, el servicio no habia sido gran cosa, pero decidí dejar de propina, como en casi todos los sitios donde comimos o bebimos algo, 15 o 20 coronas.


De allí, atravesando unas ajetreadas callejuelas, llegamos a nuestro albergue, ya eran las 22:45 de la noche, y la verdad es que estabamos cansado de andar y con ganas de coger la cama para descansar.

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