martes, diciembre 20, 2011

Toda una Aventura llegar a La Coruña

Como ya me temía el viernes, y como ya os he ido contando en el Twitter, mi fin de semana en La Coruña ha sido una verdadera aventura, no por el hecho del trabjo que tenía que realizar, que eso en realidad es bastante sencillo, si no por todo lo que tuvimos que pasar mi compañero Aritz y Yo para llegar a nuestro destino.


Todo empezaba el sábado a las 6:45 de la mañana, nosotros debiamos embarcar en nuestro avión a las 6:50 aproximadamente, para despegar a las 7:20 de la mañana, pero debido a los problemas meteorologicos del viernes, el viento, nuestro avión estaba en Pamplona y no en Hondarribi, así que nos tocó esperar a que viniese a recogernos.

Fueron un par de horas de espera en el Aeropuerto de Hondarribia durante las cuales no aterrizó ni despegó ningún avión en la pista, horas en las que nadie nos daba ninguna información, y en las que incluso temimos perder nuestro enlace con el avión que teniamos a las 11:40 que nos llevaría desde Madrid a La Coruña.

Finalmente despegamos de San Sebastian, pero muy tarde, con lo que a las 11:10 de la mañana, hora en la que se habría nuetro embarque en el vuelo a La Coruña, aún estabamos bajando del avión que nos había llevado a Madrid.

Teniamos que llegar a la terminal, buscar nuestra puerta de embarque en los monitores, y correr por la terminal para conseguir llegar a tiempo, algo que os aseguro no fue nada facil, es más, yo incluso llegué a tener algún que otro altercado con alguna sudamericana que iba de charla con unas amigas en una de las escaleras mecanicas impidiendo el paso a los que como yo teniamos que correr para no perder un enlace.

Pero bueno, tuvimos suerte, no solo conseguimos llegar a nuestro embarque a tiempo, si no es que además, como acumulaba tambien un retraso de más de 30 minutos, nos tocó esperar, lo que nos permitió descansar un poco.


Como veís un viaje más que ajetreado en el que os aseguro, en más de un momento, temimos lo peor pensando que no llegariamos a tiempo a la retransmisión, pero no, todo salió bien y conseguimos llegar para la prueba del sábado.


El domingo volvimos a contar con la mañana libre, como siempre, así que yo aproveché para darme una vuelta por el Paseo del Puerto, aunque eso si, sin alejarme demasiado del hotel, ya que el cielo amenazaba lluvía en cualquier momento, para pasar a una nueva tarde de retransmisión en la que sinceramente acabamos antes de lo esperado, ya que yo, justo pasadas las doce de la noche ya estaba entrando a mi habitación, donde tan solo tendría cinco horas para descansar antes de coger el taxi que me llevaria de nuevo al aeropuerto para comenzar mi viaje de regreso.

En definitica, un fin de semana más de retransmisión en Casas Novas, en el que como siempre hemos tenido alguna que otra aventurilla en nuestro viaje de avión, aunque quizás esta vez, alguna más que en ocasiones anteriores.

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