martes, abril 06, 2010

Unos Días en Lleida

Como se suele decir, "lo bueno termina pronto", y ahora toca volver a la normalidad del trabajo diario. Después de cuatro días intensos en Lleida os puedo asegurar que he vuelto más cansado y destrozado de lo que ya estaba cuando me escapé para allí el jueves pasado.


Uno de los principales motivos de este viaje era conocer en persona a mi nueva ahijada Laia, cosa que pude hacer nada más pisar tierras catalanas. Pero como os podeís imaginar esto sirvió de excusa para preparar un fin de semana cargado de reuniones sociales, comilonas y cenas que acaban por dejar a uno verdaderamente cansado.


Uno de los platos fuertes del fin de semana fue el Menu Sidreria organizado por Asier en casa de la familia Escolá en Castellserá.


Como no podía ser menos yo participé activamente en la preparación del Bacalao y de las chuletas, aunque quizás una de las actividades a las que más me entregué gustosamente fue a la de servir sidra a los diversos asistentes:


Una comida muy entretenida que quedo verdaderamente bien y que creo dejo satisfechos a los más de 14 comensales que la degustaron.

Como ya he dicho quizás este haya sido el día fuerte del fin de semana, aunque el resto de los días no han sido muy diferentes del todo: cenas en restaurantes, comidas fuera de casa, noches interminables cargadas de música y copas que han terminado por dejarme absolutamente baldado y sin fuerzas, hasta el punto de que ayer lunes me metí en la cama a las 21:30 de la noche y he dormido del tirón hasta las 7:15 de hoy, algo bastante inusual en mí.

Pero bueno, como se suele decir también, "que nos quiten lo bailado", así que ahora queda intentar recuperarse cuanto antes para pasar con fuerzas esta semana que se presenta bien cargadita de trabajo, ya que según mis planes no tendré fiesta hasta el próximo lunes.

2 comentarios:

Andybel dijo...

.-IGNIGO: ¡Cómo vives! Luego vienes con lo de que estás cansado y tienes que trabajar... ja, ja.

.-Saludos.

Ignigo dijo...

Je,je, la verdad es que se hace lo que se puede, y de vez en cuando uno se merece un homenaje de este tipo.

¡La Vida es para disfrutarla!