Articulo anterior: Viaje a China (1º Día - 2ª Parte) - Beijing
Domingo 31 de Octubre del 2010
Como recordareis del articulo anterior nos habíamos quedado aseandonos un poco a nuestra llegada al albergue Beijing Heyuan International YH:
Habíamos visto fotos del albergue en Internet antes de viajar a Beijing, pero la verdad es que nos sorprendió lo bien que estaba el albergue, algo que ya pudisteis ver en el vídeo del articulo anterior.
Y una vez que ya nos habíamos cambiado de ropa decidimos salir a visitar la capital de China, aunque antes debíamos resolver otro problemilla. Nuestra idea era permanecer tres noches en Beijing, la del domingo, la del lunes y la del martes, y este último día, el miercoles, coger un tren hacia Xian.
Un tren litera que viajase de noche, de esa manera nos ahorraríamos el albergue y además aprovecharíamos la noche.
Según había leído yo en la red los trenes en China funcionan muy bien, son económicos y los hay prácticamente a todos los destinos, el único problema es que hay que intentar sacar el billete con tiempo porque es un medio de transporte muy utilizado y podemos tener problemas en la estación a la hora de ir a comprar el billete que queramos.
Así que hablé con el chico de recepción (mis primeros problemas con el idioma, ya que no soy ningún virtuoso del inglés), pero bueno, al final conseguimos entendernos. Me cobraban 20 yuanes de comisión por tramitar los billetes (algo menos de 3 euros), así que decidí que me los sacase él. El problema más gordo era que el tren que queríamos coger, el de las 21:55, ya estaba completo, así que tuvimos que optar por el de las 16:55, que supuestamente llegaba a las 5 de la mañana a Xian.
A la hora de sacar billete de tren debéis saber que hay diferentes categorías de asiento, en este caso teníamos la posibilidad de viajar en asiento (la más barata), de coger cama blanda (más cara) o la que al final cogimos, cama dura (de un precio intermedio). Dejando claro de lado la posibilidad de viajar en compartimento privado, la opción más cara de todas.
El billete al final nos costó 256 yuanes cada uno más los 20 yuanes de comisión por cada billete. Cerca de los 30 euros por un billete de tren para un viaje de más de mil doscientos kilómetros.
Así que una vez habíamos resuelto otro de los temas importantes que teníamos pendiente, el de nuestro próximo transporte, decidimos salir a la calle a ver un poco la ciudad. Nuestro primer destino era la famosa Plaza de Tian'anmen.
Para llegar a esta famosa plaza debíamos coger el metro, así que gracias a un plano del metro que habíamos podido coger en el albergue supimos que en poco tiempo y con un solo trasbordo llegaríamos a nuestro destino.
Es importante que os hagáis cuanto antes con un plano en inglés, ya que aunque en el metro podréis encontrar planos en los dos idiomas (chino e inglés) la verdad es que la mayoría de los planos y las indicaciones están escritos de manera que nosotros no entendamos nada:
Llama la atención como todas las estaciones de metro están vigiladas por agentes de seguridad y militares, supongo que son chavales obligados a cumplir con el Servicio Militar, que te hacen pasar antes de acceder al interior de la estación por un arco de seguridad y un Scaner controlando todo el equipaje de mano que llevas.
Para ir a la Plaza de Tian'anmen, cogiendo el metro en Jishuitan tenemos que ir en dirección Funxingmen, y en esta parada, la cuarta, hacer trasbordo a la linea roja en dirección Tian'anmen East, que es la parada en la que nos bajaremos, la tercera exactamente (Precio del metro: 2 yuanes por billete).
Entre una cosa y otra eran las doce el mediodía pasadas cuando llegábamos a la famosa Plaza de Tian'anmen (Plaza de la Puerta de la Paz Celestial). Esta plaza fue construida en 1949 con la intención de crear una explanada en la que poder celebrar masivos y multitudinarios actos políticos al estilo de los que se celebraban en la famosa Plaza Roja de Moscú.
Se trata de la Plaza más grande del mundo, con 880 metros de norte a sur y 5oo metros de este a oeste, cubriendo un aérea total de 440.000 metros cuadrados.
Es un punto de obligada visita turística, ya que además, en uno de sus extremos, en el sur, se encuentra el famoso Mausoleo de Mao Zedong, que veis en la foto de arriba, donde descansa el cuerpo embalsamado del fundador de la República Popular de China, el mencionado Mao Zedong.
Como veis en el vídeo nos dimos una vuelta por allí para ver un poco la zona, aunque eso sí, aunque accedimos al interior del recinto nosotros no visitamos la famosa tumba de Mao, tumba que según tengo entendido se puede visitar previo pago.
Así que para cuando quisimos darnos cuenta se nos había echado encima la hora de comer. Hay que reconocer que para esa hora nuestro estado era ya bastante deplorable. Aunque parezca que no, tenéis que daros cuenta que llevábamos acumulado ya el cansancio de casi dos días sin dormir, así que no solo teníamos hambre, sino que también estábamos cansados y sufríamos algo de sueño, sobre todo Seve, que no había dormido casi nada en el viaje de avión.
Lo que explica un poco que nos dejásemos engañar tan fácilmente a la hora de comer, y si, he dicho engañar, porque la verdad es que buscando un sitio para comer en la zona nos encontramos con la chica de la foto, la cual nos dijo que ella estaba sola haciendo turismo y que conocía un buen sitio para comer cerca.
Cuando nos llevaba hacia el restaurante tanto Seve como Yo nos dimos cuenta de que nos llevaba demasiado rápido y de forma demasiado directa, enseguida intuimos que de turista como nos había dicho nada de nada, que se trataba de uno de los muchos ganchos que los restaurantes de la zona utilizan para atraer a los turistas, pero teniendo en cuenta de que estábamos cansados y que no es un país caro, decidimos dejarnos llevar para poder comer cuanto antes.
La comida no costó mucho, unos 40 o 50 euros en total, el problema es que con el paso de los días nos daríamos cuenta de que por ese dinero podíamos comer y cenar dos o tres días seguidos, por eso hay que tener cuidado en donde os metéis, aunque por suerte cometer un error de este tipo no rompe el presupuesto de casi nadie, ya que hablamos de cifras más o menos asequibles para cualquiera.
Eso si, una vez habíamos comido tuvo la delicadeza de acompañarnos al autobús que debíamos coger (desde el Barrio de Qianmen, que es donde estábamos, la linea 120 - Precio: 1 yuan cada uno) para acercarnos a nuestro segundo destino del día, el Palacio de Verano.
Se trata de una zona amplia muy bonita en la que como veis abundan los turistas, y hay jardines y varios templos que visitar. La verdad es que merece la pena dedicarle su tiempo, el problema es que nosotros íbamos ya bastante cansados.
La entrada al recinto, con la visita a los tres grandes Templos de su interior costaba 35 yuanes (unos 4 euros) , aunque también era posible sacar el ticket para visitar unicamente una zona o un templo.
Allí oscurece muy pronto, a las 17:00 ya es noche cerrada, así que para cuando nos dimos cuenta ya estábamos prácticamente sin luz.
Pero aún nos quedaba resolver otro problema. Habíamos llegado allí en el autobús de la linea 120, pero ahora teníamos que volver al albergue y no sabíamos ni donde ni en que dirección coger el autobús. Decidimos coger el metro, pero teníamos que buscar una estación, así que preguntamos en la calle y nos pusimos a andar en la que nosotros creíamos que era la dirección adecuada.
Nuestra única ayuda era el pequeño plano de Beijing que yo tenía en la guía, pero se trataba de un plano que solo indicaba las calles principales de la ciudad, así que no nos servía de mucho.
Anduvimos durante un buen rato (más de una hora), pero el cansancio nos podía, a lo que había que sumar que no teníamos ninguna garantía de estar andando en la dirección adecuada. Así que al final optamos por coger un taxi que nos llevase a la Plaza de Tian'anmen, desde donde sabíamos podíamos coger el metro para regresar al albergue.
Coger el Taxi no fue fácil, primero porque había que hacerse entender por el taxista, cosa que conseguí enseñándole una foto de la plaza a la que queríamos ir, y segundo porque había que negociar el precio. En un principio nos pedía 50 yuanes por el viaje, pero tras una discusión de casi diez minutos, conseguimos que accediese a llevarnos por 30 yuanes.
Segundo error del día, ya que al dia siguiente nos dimos cuenta de que el lugar donde habíamos cogido el taxi, justo debajo de la pantalla gigante que se ve en al foto, era el otro extremo de la calle comercial de Qianmen que comienza justo en la Plaza de Tian'anmen, unos diez minutos andando.
Pero bueno, conseguimos llegar en el Taxi a la plaza, unos 3 o 4 minutos de coche, y allí cogimos el metro que nos llevo de nuevo a la estación de Jishuitan haciendo el recorrido inverso que habíamos hecho al principio de la tarde.
De vuelta al albergue decidimos cenar en un Pizza Hut que hay nada más salir de la estación de metro de Jishuitan, al otro lado de la carretera, uno de los pocos restaurantes además en los que pudimos pagar con VISA (Importe de la cena: 107 yuanes - unos 13 euros).
Y de allí a descansar al albergue y dormir por fin en una cama, algo que no hacíamos desde hacia cuarenta y ocho horas.
Habíamos visto fotos del albergue en Internet antes de viajar a Beijing, pero la verdad es que nos sorprendió lo bien que estaba el albergue, algo que ya pudisteis ver en el vídeo del articulo anterior.
Y una vez que ya nos habíamos cambiado de ropa decidimos salir a visitar la capital de China, aunque antes debíamos resolver otro problemilla. Nuestra idea era permanecer tres noches en Beijing, la del domingo, la del lunes y la del martes, y este último día, el miercoles, coger un tren hacia Xian.
Un tren litera que viajase de noche, de esa manera nos ahorraríamos el albergue y además aprovecharíamos la noche.
Según había leído yo en la red los trenes en China funcionan muy bien, son económicos y los hay prácticamente a todos los destinos, el único problema es que hay que intentar sacar el billete con tiempo porque es un medio de transporte muy utilizado y podemos tener problemas en la estación a la hora de ir a comprar el billete que queramos.
Así que hablé con el chico de recepción (mis primeros problemas con el idioma, ya que no soy ningún virtuoso del inglés), pero bueno, al final conseguimos entendernos. Me cobraban 20 yuanes de comisión por tramitar los billetes (algo menos de 3 euros), así que decidí que me los sacase él. El problema más gordo era que el tren que queríamos coger, el de las 21:55, ya estaba completo, así que tuvimos que optar por el de las 16:55, que supuestamente llegaba a las 5 de la mañana a Xian.
A la hora de sacar billete de tren debéis saber que hay diferentes categorías de asiento, en este caso teníamos la posibilidad de viajar en asiento (la más barata), de coger cama blanda (más cara) o la que al final cogimos, cama dura (de un precio intermedio). Dejando claro de lado la posibilidad de viajar en compartimento privado, la opción más cara de todas.
El billete al final nos costó 256 yuanes cada uno más los 20 yuanes de comisión por cada billete. Cerca de los 30 euros por un billete de tren para un viaje de más de mil doscientos kilómetros.
Así que una vez habíamos resuelto otro de los temas importantes que teníamos pendiente, el de nuestro próximo transporte, decidimos salir a la calle a ver un poco la ciudad. Nuestro primer destino era la famosa Plaza de Tian'anmen.
Para llegar a esta famosa plaza debíamos coger el metro, así que gracias a un plano del metro que habíamos podido coger en el albergue supimos que en poco tiempo y con un solo trasbordo llegaríamos a nuestro destino.
Es importante que os hagáis cuanto antes con un plano en inglés, ya que aunque en el metro podréis encontrar planos en los dos idiomas (chino e inglés) la verdad es que la mayoría de los planos y las indicaciones están escritos de manera que nosotros no entendamos nada:
Llama la atención como todas las estaciones de metro están vigiladas por agentes de seguridad y militares, supongo que son chavales obligados a cumplir con el Servicio Militar, que te hacen pasar antes de acceder al interior de la estación por un arco de seguridad y un Scaner controlando todo el equipaje de mano que llevas.
Para ir a la Plaza de Tian'anmen, cogiendo el metro en Jishuitan tenemos que ir en dirección Funxingmen, y en esta parada, la cuarta, hacer trasbordo a la linea roja en dirección Tian'anmen East, que es la parada en la que nos bajaremos, la tercera exactamente (Precio del metro: 2 yuanes por billete).
Entre una cosa y otra eran las doce el mediodía pasadas cuando llegábamos a la famosa Plaza de Tian'anmen (Plaza de la Puerta de la Paz Celestial). Esta plaza fue construida en 1949 con la intención de crear una explanada en la que poder celebrar masivos y multitudinarios actos políticos al estilo de los que se celebraban en la famosa Plaza Roja de Moscú.
Se trata de la Plaza más grande del mundo, con 880 metros de norte a sur y 5oo metros de este a oeste, cubriendo un aérea total de 440.000 metros cuadrados.
Es un punto de obligada visita turística, ya que además, en uno de sus extremos, en el sur, se encuentra el famoso Mausoleo de Mao Zedong, que veis en la foto de arriba, donde descansa el cuerpo embalsamado del fundador de la República Popular de China, el mencionado Mao Zedong.
Como veis en el vídeo nos dimos una vuelta por allí para ver un poco la zona, aunque eso sí, aunque accedimos al interior del recinto nosotros no visitamos la famosa tumba de Mao, tumba que según tengo entendido se puede visitar previo pago.
Así que para cuando quisimos darnos cuenta se nos había echado encima la hora de comer. Hay que reconocer que para esa hora nuestro estado era ya bastante deplorable. Aunque parezca que no, tenéis que daros cuenta que llevábamos acumulado ya el cansancio de casi dos días sin dormir, así que no solo teníamos hambre, sino que también estábamos cansados y sufríamos algo de sueño, sobre todo Seve, que no había dormido casi nada en el viaje de avión.
Lo que explica un poco que nos dejásemos engañar tan fácilmente a la hora de comer, y si, he dicho engañar, porque la verdad es que buscando un sitio para comer en la zona nos encontramos con la chica de la foto, la cual nos dijo que ella estaba sola haciendo turismo y que conocía un buen sitio para comer cerca.
Cuando nos llevaba hacia el restaurante tanto Seve como Yo nos dimos cuenta de que nos llevaba demasiado rápido y de forma demasiado directa, enseguida intuimos que de turista como nos había dicho nada de nada, que se trataba de uno de los muchos ganchos que los restaurantes de la zona utilizan para atraer a los turistas, pero teniendo en cuenta de que estábamos cansados y que no es un país caro, decidimos dejarnos llevar para poder comer cuanto antes.
La comida no costó mucho, unos 40 o 50 euros en total, el problema es que con el paso de los días nos daríamos cuenta de que por ese dinero podíamos comer y cenar dos o tres días seguidos, por eso hay que tener cuidado en donde os metéis, aunque por suerte cometer un error de este tipo no rompe el presupuesto de casi nadie, ya que hablamos de cifras más o menos asequibles para cualquiera.
Eso si, una vez habíamos comido tuvo la delicadeza de acompañarnos al autobús que debíamos coger (desde el Barrio de Qianmen, que es donde estábamos, la linea 120 - Precio: 1 yuan cada uno) para acercarnos a nuestro segundo destino del día, el Palacio de Verano.
Se trata de una zona amplia muy bonita en la que como veis abundan los turistas, y hay jardines y varios templos que visitar. La verdad es que merece la pena dedicarle su tiempo, el problema es que nosotros íbamos ya bastante cansados.
La entrada al recinto, con la visita a los tres grandes Templos de su interior costaba 35 yuanes (unos 4 euros) , aunque también era posible sacar el ticket para visitar unicamente una zona o un templo.
Allí oscurece muy pronto, a las 17:00 ya es noche cerrada, así que para cuando nos dimos cuenta ya estábamos prácticamente sin luz.
Pero aún nos quedaba resolver otro problema. Habíamos llegado allí en el autobús de la linea 120, pero ahora teníamos que volver al albergue y no sabíamos ni donde ni en que dirección coger el autobús. Decidimos coger el metro, pero teníamos que buscar una estación, así que preguntamos en la calle y nos pusimos a andar en la que nosotros creíamos que era la dirección adecuada.
Nuestra única ayuda era el pequeño plano de Beijing que yo tenía en la guía, pero se trataba de un plano que solo indicaba las calles principales de la ciudad, así que no nos servía de mucho.
Anduvimos durante un buen rato (más de una hora), pero el cansancio nos podía, a lo que había que sumar que no teníamos ninguna garantía de estar andando en la dirección adecuada. Así que al final optamos por coger un taxi que nos llevase a la Plaza de Tian'anmen, desde donde sabíamos podíamos coger el metro para regresar al albergue.
Coger el Taxi no fue fácil, primero porque había que hacerse entender por el taxista, cosa que conseguí enseñándole una foto de la plaza a la que queríamos ir, y segundo porque había que negociar el precio. En un principio nos pedía 50 yuanes por el viaje, pero tras una discusión de casi diez minutos, conseguimos que accediese a llevarnos por 30 yuanes.
Segundo error del día, ya que al dia siguiente nos dimos cuenta de que el lugar donde habíamos cogido el taxi, justo debajo de la pantalla gigante que se ve en al foto, era el otro extremo de la calle comercial de Qianmen que comienza justo en la Plaza de Tian'anmen, unos diez minutos andando.
Pero bueno, conseguimos llegar en el Taxi a la plaza, unos 3 o 4 minutos de coche, y allí cogimos el metro que nos llevo de nuevo a la estación de Jishuitan haciendo el recorrido inverso que habíamos hecho al principio de la tarde.
De vuelta al albergue decidimos cenar en un Pizza Hut que hay nada más salir de la estación de metro de Jishuitan, al otro lado de la carretera, uno de los pocos restaurantes además en los que pudimos pagar con VISA (Importe de la cena: 107 yuanes - unos 13 euros).
Y de allí a descansar al albergue y dormir por fin en una cama, algo que no hacíamos desde hacia cuarenta y ocho horas.
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