martes, febrero 01, 2011

Viaje a China (6º Día - 2ª Parte) - Xi'an


Nos habíamos quedado saliendo del restaurante donde habíamos comido junto a la pareja de chinos que nos acompañaban a la excursión a los Guerreros de Terracota a eso de las dice y media de la mañana aproximadamente.


Como ya os comenté en el articulo anterior la excursión nos había costado 220 yuanes (unos 26 o 27 euros), un precio bastante aceptable si sobre todo tenemos en cuenta que solo la entrada al reciento de los Guerreros costaba 110 yuanes, como veis en la foto.


Al entrar al recinto uno se encuentra primero con unos edificios en los que están las tiendas de souvenirs y algún que otro restaurante para picar algo, pero tras andar unos pocos minutos enseguida se llega al primero de los pabellones principales, posiblemente además el más espectacular de todos, llamado el Mausoleo de Qin Shi Huang.


En su interior hay un ejercito de siete mil figuras de guerreros y caballos a tamaño real que que fueron enterradas cerca del auto proclamado primer emperador de China, de la Dinastía Qin, entre los años 210 y 209 antes de Cristo.

El primer foso fue descubierto en 1974 de forma casual por unos campesinos que estaban buscando agua para combatir la sequía. En esa zona se había encontrado ya algunos restos a los que no se les había dado demasiada importancia hasta que la noticia del hallazgo del nuevo foso llegó a oídos de un arqueólogo que inició la excavación.


Os aseguro que ver semejante cantidad de figuras, todas además diferentes, colocadas como si de un ejercito de personas reales se tratara impresiona de verdad. Por cierto, aunque las instalaciones están repletas de carteles en los que se indica que esta totalmente prohibido hacer fotos, como veis no hay ningún problema en fotografiar todo lo que queramos.


El segundo pabellón es quizás el menos espectacular de todos, contiene 69 figuras y es conocida como “la fosa de los generales”. Se cree que representa al estado mayor del ejército. En este pabellón podemos apreciar como se realizan los trabajos de desenterrado de las figuras.


Lo mejor de este segundo pabellón es que hay unas cuantas figuras en vitrinas de cristal para permitir apreciar de cerca los detalles de algunas figuras.


La última fosa contiene unos 1.000 guerreros, muchos de ellos sin restaurar. La principal característica de este tercer pabellón es que podemos ver un poco de cerca los trabajos de reconstrucción realizados sobre las figuras, aunque sinceramente cuando estuvimos nosotros no había nadie trabajando en ellas.


Nos quedaba poco tiempo antes de que diesen las 14:15, la hora a la que nuestro guía nos había citado en una de las plazas del centrales del reciento, así que decidimos aprovechar el poco tiempo que nos quedaba en el último pabellón de todos.


Un pabellón en el que había fotografías, mapas, y una pequeña exposición explicativa sobre los orígenes de este espectacular hallazgo. Quizás lo más llamativo era el gran muñeco de la foto.

Os aseguro que la visita al recinto duró poco más de dos horas, pero poder contemplar en directo estos restos arqueológicos declarados además en 1987 por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, es algo verdaderamente espectacular.

Una vez terminada la visita nos dirigimos de nuevo a la entrada del reciento, y allí tomamos un autobús de la propia organización que en pocos minutos nos acercó a una colina cercana en la que se supone esta enterrado el emperador Qin Shi Huang.


La leyenda dice que el emperador fue enterrado rodeado de tesoros de oro y de ríos de mercurio, posteriormente la tumba fue tapada y cerrada con diferentes trampas, y encima suyo se creo artificialmente esta pequeña colina para impedir que los bandidos saqueasen en un futuro dicha tumba.

Parece ser que se han realizado estudios y análisis del terreno y todo parece indicar que bajo la colina hay una concentración de oro y mercurio mucho más elevada de lo que deberá ser normal en este terreno, a pesar de ello nunca se han atrevido a excavar por miedo a las trampas que la leyenda y la historia ha ido transmitiendo a lo largo de los años.


Nosotros paseamos un rato por la zona y luego disfrutamos de un breve espectáculo que realizaron algunos bailarines ataviados con prendar tipicas de la época. Como digo el espectáculo no fue muy largo, pero fue curioso y vistoso.

Y a eso de las 16:30 aproximadamente abandonábamos el recinto montados de nuevo en la furgoneta que nos había llevado hasta allí.

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