jueves, marzo 08, 2012

Encuestas Callejeras

Gracias a todos los que me habeís felicitado por el articulo de ayer, la verdad es que via Twitter, Facebook, e incluso Email, recibí bastantes mensajes de compañeros de profesión comentandome que se identificaban con lo que había comentado en el articulo, así que viendo que parece que el tema laboral es una buena fuente de inspiración a la hora de escribir en el blog, hoy comentaré otro de esos ingratos trabajos que a veces nos toca realizar y que suele llevar demasiado tiempo para lo que luego se ve en la tele, las Encuestas Callejeras.


No tengo ni idea como será en otras ciudades del territorio, pero desde luego aquí, y con esto no me refiero a Donostia, si no a todo Gipuzkoa, cada vez que uno tiene que salir a la calle grabar Encuestas Callejeras, se encunetra con un serio problema, y eso es precisamente lo que me pasó ayer a última hora de la mañana.

Da igual cual sea el tema, no importa que uno pregunte a la gente por la tasa de paro, por la ley del aborto o por las posibilidades de clasificarse para Europa de la Real Sociedad, sea cual sea el tema, una gran parte de la gente que te vea en la calle, cámara en mano y preparado con el microfono para hacer la pregunta, cambiará de acera, y otra gran parte acelerará el paso diciendote que tiene prisa, aunque posiblemente luego los veas unos metros más alante mirando un escaparate o tomandose un café.

Luego estan aquellos que se paran, escuchan toda la pregunta del periodista, y cuando llega la hora de responder, amablemente te dicen que ellos no prefieren opinar, algo que yo comprendo, estan en su derecho, lo que me fatidia es que la mayoría saben desde el principio que no van a responder, es por lo que me mosqueo, ¿Para que te has parado entonces y me has hecho perder el tiempo?

Pero es aquellos que se paran, escuchan, comienzan a responder y entonces se callan, te miran a cámara y te preguntan, "¿Pero esto va a salir en la tele?, no, no, es que entonces no quiero", te entran ganas de decirle: por favor, ¡que llevo una cámara de ocho kilos en el hombro!, ¿Para que se cree que es esto, para fortalecer el cuello?, logicamente no lo puedes decir, aunque con gusto lo soltarias, asi que no queda otra que poner la sonrisa en la cara y decirle, no pasa nada, no se preocupe.

Y encima esos son lo que luego, mientrás se van, se dan la vuelta y te preguntan ¿Y esto cuando sale?, pero por favor, ¿Donde va a salir usted diciendo que no quiere salir en la tele?

No hablemos de aquellos que se van por las ramas, o responden cosas incoherentes que no tienen nada que ver con la pregunta realizada y que muchas veces dejan boquiabiertos y sin respuesta a los que como yo estamos detrás de la cámara o el microfono.

Es por esto por lo que digo que se trata de un trabajo ingrato y poco agradecido, porque aunque vosotros luego en la tele veis a siete u ocho personas dando su opinión sobre un determinado tema, debeís saber que para conseguir esas respuestas, la mayoría de las veces, los profesionales que las han grabado, han pasado un buen rato pateando la calle, a veces horas, y posiblemente hayan preguntado la misma pregunta a treinta o cuarenta personas para conseguir siete u ocho respuestas dignas de ser emitidas.

Como ejemplo os dejo este video que he encontrado en la red grabado por TV-Alcala, son cuatro minutos de encuestas, así que una de dos, o en esa zona la gente no tiene problemas para ponerse delante de la cámara a responder, o se han tirado toda la mañana para conseguir tanta respuesta:

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