Como ya os comenté ayer lunes, este pasado fin de semana ha sido un fin de semana de los largos, ya que hacía mucho tiempo, creo recordar que la última vez fue en el 2009, que no disfrutaba de un viernes por la tarde libre, una tarde que se sumaba al fin de semana (sábado y domingo) y a la fiesta del lunes por la mañana.
De todas formas que nadie se piense que me he tirado casi tres días enteros de fiesta, porque la verdad es que el sábado me tocó trabajar, y además a unos cuanto kilómetros de casa.
Hasta ahora os he comentado en diferentes artículos como me ha tocado trabajar en partidos de fútbol, baloncesto, balonmano, pruebas hípicas, etc, etc, pero lo que nunca os había comentado, porque a verdad es que hacía muchos años que no me tocaba, es que no todo es deporte lo que se graba, y en determinados momentos toca grabar acontecimientos menos dinámicos y bastante más aburridos, como la Misa de este sábado en la pequeña localidad francesa de Meharin.
Afortunadamente este tipo de retransmisiones no suelen durar más de una hora, así que aunque el trabajo es bastante aburrido y sinceramente poco gratificante, hay que decir también que a uno casi no le da tiempo de aburrirse, porque para cuando quieres darte cuenta la retransmisión ya esta acabando, y menos mal.
Pero bueno, no todo ha sido trabajo el fin de semana, ya que tengo que reconocer que el domingo fue un día bastante largo. Comenzó bastante prontito en el barrio de Eguia, donde tuve que montar una pequeña instalación de televisión a la que acompañamos con un buen almuerzo.
Y a la que siguió una intensa tarde de poteo, tapeo y paseo en compañía de la familia Leal. En resumen, otro fin de semana largo y completo que nuevamente ha provocado que llegue al lunes yo creo que aún más cansado de lo que terminé la semana.
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