Cena Profesional

Comienza una nueva semana laboral, y comienza de verdad, porque aunque lo normal es que los lunes por la mañana no trabajé, hoy precisamente si me toca hacerlo para devolverle a la empresa las horas que le he pedido prestadas para poder cogerme algún día más de vacaciones y así realizar el viaje que he planeado y del que en breve os informaré.

Pero no os voy a hablar de la semana que comienza, si no de la que ha terminado.

Estaréis de acuerdo conmigo, o por lo menos eso espero, que no siempre es fácil combinar el trabajo y la relación con los compañeros con la amistad y los buenos momentos. El hecho de tener que pasar tantas horas juntos y lo que es peor, en algunas ocasiones tener que acatar las ordenes de nuestros superiores o compañeros, suele dar como resultado ciertos roces entre la gente.

Yo afortunadamente creo que me llevo bien con casi todos mis compañeros de trabajo, logicamente con algunos mejor que con otros, pero vamos, que eso pasa también en la vida fuera del trabajo, lo que me permite pasar buenos momentos con estos compañeros, a los que considero también amigos, como los que pudimos vivir el viernes por la noche en una cena organizada en la Sociedad Loiolatarra.


El MENU era sencillito, algo para picar, un poco de ensalada y pollos asados al horno, pero bueno, lo importante no era degustar grandes manjares, si no pasar un buen rato en compañía, echar unas risas y reírnos de la vida en general, que bastante momentos tristes y complejos tiene ya de por sí la vida.



Algo que si no me equivoco y los asistentes no me corrigen, se consiguió perfectamente.