Articulo anterior: Viaje a Noruega - 5º Día (2ª Parte)
A eso de las 19:00, y después de un breve trayecto en Ferry de nos más de quince minutos, llegabamos a Alesund, una pequeña ciudad costera situada a 235 kilometros de Bergen.
Ålesund se emplaza en siete islas de la costa oeste: Hessa, Aspøy y Nørvøy, Oksenøy, Ellingsøy, Humla y Tørla, las cuales emplazan la ciudad. El clima es pronunciadamente marítimo con suaves y ventosos inviernos; el mes más frío del año, enero, tiene como temperatura media 1,3 °C.
Y la verdad es que lo podemos confirmar, porque aunque la lluvía más o menos nos respetó, ya que no llovía con demasiada fuerza, hay que reconocer que el viento que soplaba hacía que se sintiese más frio del que en realidad hacía.
Así que nos limitamos a pasear un poco por las calles de la ciudad, que como podeís ver estaban absolutamente vacias a esas horas, y a sacarnos alguna que otra foto aprovechando las diferentes estatuas repartidas por la localidad.
A las 20:30 comenzó a llover con fuerza, así que despues de realizar algo de compra en un pequeño supermercado que encontramos decidimos dirigirnos al Ferry que nos llevaría a nuestro próximo destino, Hellesylt:
A las 21:00 cogiamos el Ferry (94 coronas), y rás conducir luego un rato, no recuerdo cuantos kilometros, pero no fueron muchos, a eso de las 22:00, llegabamos por fin a nuestro albergue.
Hellesylt es un pequeño pueblo de Stranda, al norte de Noruega, que se encuentra situado en el fondo de los dos fiordos salidos del Storfjord.
Encontrar el albergue, el Hostel Hellesylt, no fue nada dificil, ya que se encuentra justo en la entrada al pueblo, pero lo que si costó algo más de tiempo es conseguir registrarnos en él y conseguir nuestra llave de la habitación.
La recepción estaba cerrada, y no había nadie a quien preguntar, pero tuvimos suerte, unos chicos que estaban en la zona de descanso nos digeron que iban a llamar al responsable, asi que no tendriamos que esperar mucho tiempo.
Hacía frio, no paraba de llover y teniamos ganás de acceder a nuestra habitación a descansar, asi que aunque no fue mucho tiempo lo que tuvimos que esperar (5 o 10 minutos), hay que reconocer que a nosotros se nos hizo bastante largo.
Finalmente llegó el encargado y formalizamos nuestro registro. La habitación para los dos nos costó 591 coronas, unos 50 euros, y aunque la habitación no era gran cosa (era un modulo prefabricado), tampoco nos importó mucho, queriamos sentarnos a descansar un rato.
La habitación tenia baño propio y servicio gratuito de WiFi, hasta ahí todo bien, pero teniamos un problema con el que no conatabamos: no había ni un solo enchufe en la habitación, el único que había estaba en el baño, así que ibamos a tener problemas para recargar nuestro moviles. Eso sí, hay que reconocer que las vistas que teniamos desde la ventana eran preciosas.
Pasadas las 22:45 de la noche ya estabamos en la cocina del albergue preparandonos la cena, aunque tengo que reconocer que quien se encargó de ello fue Luisma.
Un plato de arroz salteado precocinado que habiamos comprado a la tarde que Luisma preparó en pocos minutos y que devoramos en muchos menos.
Entre una cosa y otra eran ya las 24:30 de la noche, así que decidimos irnos a dormir, había que descansar que al día siguiente tocaba nuevamente madrugar.
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