martes, enero 26, 2010

Viaje a la Bretaña Francesa - 5º Día

Tras una semana de parón recupero la normalidad y os traigo el relato de nuestro quinto día de viaje por la Bretaña Francesa.


Como recordareis (pinchar aquí) nos habíamos quedado durmiendo en la localidad costera de Paimpol. Y para no perder la costumbre nos levantamos prontito a desayunar, a eso de las 8:00 de la mañana.


Por una vez el tiempo nos respetaba, y aunque seguía haciendo bastante frió teníamos la suerte de que de momento la lluvia no había hecho acto de presencia.


Es por ello por lo que decidimos no perder el tiempo y salir cuanto antes a darnos una vuelta por el pueblo, cogiendo el paseo que teníamos justo delante de la autocaravana y que nos llevaba derechitos al puerto de Paimpol.


Una vez en el puerto decidí hacer esta foto (las 9:43 de la mañana) para mostraros gráficamente algo de lo que ya os he hablado en otros artículos de este viaje por la Bretaña Francesa, el tema de las mareas.


Continuamos nuestra visita por el pequeño pueblo de Paimpol, un pueblo costero que tiene la pinta de tener mucha vida en temporada de verano pero que es excesivamente tranquilo en estos meses de invierno.


Como curiosidad deciros que en mitad del pueblo, cerca de la zona del puerto, se encuentra la taberna "Le Corto Maltese", lugar recomendado en la guía Trotamundos de los últimos años.


Una vez habíamos paseado por la zona céntrica del pueblo y habíamos visitado los lugares más interesantes de su pequeño centro histórico nos volvimos de nuevo a la zona del puerto (10:49 de la mañana), momento que aproveché para sacar esta foto y así poder mostraros en imagen como había bajado el nivel del agua en el puerto en tan solo una hora.

Salimos de Paimpol e hicimos una pequeña parada en un supermercado que había justo a la salida del pueblo, era el momento de rellenar la despensa de la autocaravana.


De camino hacía nuestro próximo destino hicimos una breve parada en Tréguier, un pequeño pueblo cercano a Paimpol que sin ser gran cosa tenía su encanto. Un lugar en el que nos ocurrió una divertida anécdota de la que desgraciadamente no hay documento gráfico.

Al entrar en las estrechas calles del pueblo con la autocaravana por calle que veis en el centro de la foto nos encontramos con una furgoneta parada junto a la entrada de una casa de la que estaban descargando diversos muebles. La calle era muy estrecha, por tanto nosotros no podíamos pasar con la autocaravana si la furgoneta no se retiraba.
Luisma les hizo a los dueños de la furgoneta las indicaciones oportunas, pero parecían no tener mucha intención de moverse hasta terminar su tarea, por lo que Luisma decidió bajarse de la furgoneta para continuar el camino a pie y comprobar que más adelante no había otros obstáculos que dificultasen nuestro paso.

Resultó que uno de los hombres que descargaba los muebles era argentino y le pidió a Luisma su colaboración para terminar lo antes posible. La verdad que la imagen era bastante graciosa, pena de no haber sacado alguna foto para inmortalizar el momento, yo allí esperando con la autocaravana arrancada detrás de la furgoneta y Luisma descargando una pesada mesa del siglo XIX junto al argentino.


Finalmente pudimos continuar nuestro viaje, y a eso de las 13:30 más o menos llegábamos a Perros-Guirec, donde hicimos una breve parada para contemplar las bonitas vistas de esta población costera.

Continuamos nuestro viaje pasando por Morlaix, y a eso de las 15:00 llegábamos por fin a Roscoff.


Lo primero que hicimos fue localizar un punto de descarga para vaciar la autocaravana, ya que teníamos los depósitos de aguas residuales a tope y los depósitos de agua potable casi vacíos. Y una vez solucionado estos pequeños problemillas nos dirigimos al centro del pueblo, a la zona del puerto.


Ya en la zona del puerto la verdad es que no tuvimos ningún problema para localizar un hueco donde dejar la caravana. Cierto es que estaba prohibido estacionar caravanas en esta zona, pero teniendo en cuenta lo vació que estaba el parking, los meses en los que nos encontrábamos, pleno diciembre, y el mal tiempo que hacía, llegamos a la conclusión de que nadie nos iba a decir nada por aparcar allí durante unas horas.


Tal y como os he comentado antes durante la mañana la marea había ido bajando, de tal forma que para cuando llegamos al puerto de Roscoff nos encontramos con que el agua estaba en su nivel más bajo y a punto de comenzar a subir de nuevo.


Nosotros decidimos prepararnos unas buenas alubias que meternos en el cuerpo acompañadas de una degustación de quesos que nos habíamos comprado a primera hora de la mañana en el supermercado de Paimpol.


Y una vez habíamos recuperado las fuerzas, coincidiendo con la subida de la marea, decidimos darnos una vuelta por la localidad de Roscoff.


Visitamos la zona del puerto, incluyendo el largo puente que lleva a uno de los salientes para permitir la llegada de las pequeñas embarcaciones de la islas próximas cuando baja la marea, como la zona histórica del pueblo, muy en la linea de los otros pueblos que habíamos ido visitando a lo largo de nuestro viaje, y a eso de las 17:15 de la tarde decidimos continuar nuestro viaje hacia la ciudad de Brest.

Brest es una de las ciudades más grandes de la Bretaña Francesa (unos 150.000 habitantes), y debido a la ubicación estratégica en la que se encuentra tiene una larga historia marítima y militar, es más, durante la segunda Guerra Mundial la ciudad fue prácticamente destruida ya que era uno de los blancos estratégicos del enemigo.

A las 18:15 llegábamos a Brest y después de atravesar la ciudad con la autocaravana y de comprobar que en el centro de la ciudad no había ningún sitio habilitado para el estacionamiento de este tipo de vehículos, localizamos un punto en las afueras, en la Playa Magdalene, donde posiblemente podríamos aparcar y pernoctar sin problemas.


Resuelto el problema del estacionamiento para la noche decidimos volver al centro, aparcamos la autocaravana en la Plaza Kennedy, y nos dimos una vuelta para conocer un poco la ciudad.
Una vez habíamos visitado la zona más céntrica y concurrida de la ciudad, a eso de las 20:30 de la noche, decidimos olvidarnos del sitio que habiamos localizado a primera hora de la tarde y continuar nuestro viaje bajando por la costa.

Finalmente, a las 22:00 más o menos, llegamos a Douarnenez, otra pequeña localidad costera que recorrimos en busca de un parking donde pasar la noche.


Y después de visitar un par de sitios marcados para ello decidimos hacer noche en esta centrica plaza del pueblo, una plaza en la que parecía no estar permitido el estacionamiento de caravanas, pero que dado la hora que era supusimos no nos generaría ningún problema, sobre todo teniendo en cuenta que para cuando nosotros llegamos ya había estacionadas otras dos caravanas, las que se ven a los lados de la nuestra.

3 comentarios:

Andybel dijo...

.-IGNIGO: He leído todo el post de cabo a rabo y me ha gustado bastante, tanto el relato como las fotos que colocas.

.-Me quedo con el tema de las mareas: la verdad es impresionante, más que en Galicia, Asturias, Cantabria o Euskadi, el efecto de subida/bajada del agua. Me impresionan las fotos del puerto de Paimpol y la del puerto de Roscoff.
-Con la anécdota de Luisma con el argentino: ¡anda que no sóis vosotros noblotes y buenos chicos...! y ¡menudo morro el del argentino: pedir ayuda para hacer su trabajo para que así, vosotros, pudiérais seguir vuestro camino...! Cosas de la vida y sus sorpresas.

.-Con el asunto de aparcar la caravana, ahí, en cualquier sitio: ¿no os da miedo dormir en esos lugares desprotegidos y no habilitados para el tema...?

.-Saludos y buen post desde "COSAS Y CASOS|el blog de Andybel" para "Viaje a la Bretaña Francesa-5º Día".

Ignigo dijo...

Me alegra que te haya gustado el articulo y sobre todo que lo hayas leido entero, porque su trabajo me ha costado escribirlo.

Sé de buena tinta que hay quien se limita a ver las fotos, es gratificante saber que alguien se molesta en leer el texto.

En cuanto a lo que dices de dormir en sitios prohibidos la verdad es que como ves soliamos elegir sitios en los que ya hubiese otra gente, ya que así parece que uno esta como más protegido.

Andybel dijo...

.-IGNIGO: Me imagino que sí, que os sentiréis más acompañados y protegidos.

.-Hombre, las fotos están bien; pero leer el texto es lo suyo.

.-Saludos.