A Cambiar de Lavadora

Los que me seguís en Facebook y Twitter ya estaréis al tanto de que he pasado el fin de semana disfrutando de mi ahijada Laia en casa de mi buen amigo Asier y su mujer Montse en Lleida, algo de lo que ya os hablaré más adelante.

Es por eso que en el momento de publicarse este articulo yo estaré subiéndome a un tren para regresar de nuevo a San Sebastian.

Pero para no dejaros sin el articulo de todos los días he decidido dejar programado este en el que os comentaré algo que algunos ya sabeís, pero que para otros será una novedad:

¡Me toca cambiar de Lavadora!

Y lo reconozco, me da una pereza horrible. Se trata de un electrodoméstico que utilizo muy poco, y no es porque sea un guarro, no lo penseís así, si no porque al vivir solo me cuesta llenar una lavadora. Tengo suficientes camisetas, calzoncillos y calcetines, como para cambiarme todos los días de un mes sin tener que poner la lavadora, lo que provoca que la utilice una vez cada diez o doce días, incluso no lo voy a negar, a veces incluso pasan dos semanas sin que ponga una lavadora.

Logicamente en las casas en las que viven más personas, y por supuesto en mayor cantidad en donde viven niños, sé perfectamente que no pasan dos o tres días sin tener que utilizarla, incluso conozco alguna casa donde se utiliza a diario, pero yo reconozco que no la utilizo demasiado, pero aún y todo, esta claro que es un electrodoméstico totalmente necesario.

La mía vete a saber cuantos años tiene, porque compré la casa hace más de cinco años y ya estaba aquí, así que he tomado la decisión ahora que se ha estropeado de que es el momento de cambiar, no merece la pena arreglar, sobre todo teniendo en cuenta que el coste de una lavadora nueva no es excesivamente caro.

Pero lo que me da más pereza no es el gastarme el dinero, si no el hecho de tener que quitar la vieja, traer la nueva, colocarla, incluso me parece que desmontar la puerta de la cocina para que pueda pasar a través del hueco.

Me conozco, para estas cosas soy un dejao e incluso un poco vago, así que ya veremos cuanto tardo en ponerme manos a la obra, porque lo que esta claro es que no puedo pasarme la vida llevando la ropa en una bolsa a casa de mi madre, así que o me lo planteo en serio cuanto antes, o esto puede eternizarse, que me conozco.