martes, marzo 10, 2009

Viaje a Australia (12º Dia) - 1ª Parte

26 de Noviembre del 2008

Este articulo es continuación de Viaje a Australia (11º Día)

Debido a lo extensa de la crónica de esta jornada, seguramente una de las más completas e intensas de las que vivimos en la antípodas, he decidido dividirla en dos partes para no abrumaros con demasiada información. El martes que viene prometo la segunda parte de esta angustiosa jornada.

Llegamos así al que seria uno de los días más intensos y cargados de naturaleza de nuestro viaje, el día de acampada en el Parque Natural de Kakadu.

Nos levantamos prontito, de manera que nos diese tiempo a prepararnos, recoger nuestro equipaje, abandonar la habitación y dejar a buen recaudo nuestras maletas en la zona de guardado de equipaje del albergue.

A eso de las 7:00 de la mañana nos recogía en la puerta del YHA el autobús de la compañía Kakadu Dreams con la que habíamos contratado nuestra excursión.
Primero nos llevaron a la oficina de la agencia, donde presentamos los tickets que nos dieron el día anterior al pagar la excursión y donde nos hicieron pagar nuevamente 10 $ AUS de fianza por cada uno de los sacos de dormir que nos prestaban y que tendríamos que devolver al final del viaje.

Así que una vez repartidos todos los allí presentes en los correspondientes autobuses (cada uno para una excursión diferente), comenzaba nuestro viaje, y os aseguro que en aquel momento a ninguno de nosotros se le ocurrió pensar en lo que teníamos por delante:


A nosotros nos metieron en un pequeño autobús 4x4, acomodándonos en la parte trasera, donde curiosamente nos llamó la atención que hubiese un montón de sacos de dormir.
No comprendíamos muy bien porque nos habían hecho coger un saco a cada uno en la oficina y pagar por ellos una fianza, cuando el autobús estaba repleto de saco de dormir, pero bueno, su explicación tendría.

En el autobús que íbamos nosotros, conducido por el propio guía, Darren, un aborigen del que luego veréis imágenes, iban tan solo 10 personas.
El grupo estaba compuesto por una pareja (Chico/Chica) holandesa de 24 y 23 años que llevaban un mes de vacaciones recorriendo Australia y Nueva Zelanda, una pareja inglesa (Chico/Chica también de edad parecida a los anteriores) con la que no tratamos demasiado a lo largo del viaje, una chica alemana que viajaba sola y otro chico alemán que también viajaba solo, y por supuesto, nosotros cuatro.


Tras un pequeño viaje de 30 minutos llegamos a nuestra primera parada, justo en las afueras de Darwin, el Jumping Cocodrilo Cruise.
Se trataba de una excursión en barco de unos 45 minutos de duración en el que nos mostrarían como saltaban los cocodrilos que viven en libertad en este río.

Eso sí, antes de comenzar nuestra navegación por el rió nos sirvieron un poco de café y alguna pasta a modo de almuerzo o desayuno y luego nos mostraron algunas serpientes que tenían allí mismo en exposición:


De los cuatro miembros de la expedición fui el único que pudo ponerse en los hombros esta Serpiente Pitón por una razón, en el momento en que sacaron la serpiente yo no me había puesto aún crema solar, y según nos explicaron, si nos habíamos echado crema en los brazos, el cuello o la cara (como habían hecho Luisma, Edu y Seve) no se podía coger la serpiente, ya que el olor de la crema les hacía morder.

Una vez nos habíamos divertido lo suficiente (unos más y otros menos) con las serpientes que nos mostraron, nos subimos al barco a disfrutar del breve crucero por el río:


Supongo que con la imagen que os he dejado será suficiente para explicaros el calor y la humedad que hacia, no tenéis más que fijaros como sudábamos (el brillo de mi cara lo demuestra). Os puedo asegurar que aunque la temperatura no era excesiva, aunque hacia calor, la sensación de humedad era espantosa, con lo cual uno sudaba y sudaba sin parar.


Pero bueno, la emoción por poder ver semejantes animales en libertad (animales que pueden llegar a medir hasta 12 y 15 metros) hacia que soportásemos estoicamente aquella abrumadora sensación de calor y bochorno.

El crucero por el río como os he dicho duró unos 45 minutos, durante los cuales nos mostraron como los enormes cocodrilos saltaban fuera del agua para intentar atrapar lo trozos de carne que a modo de cebo les enseñaban desde el barco. La verdad que el viajecito fue toda una experiencia ya que no todos los días se pueden ver en libertad criaturas de este tipo, y menos por aquí (me refiero al País Vasco).


Una vez montados en nuestro transporte nos esperaban por delante dos horitas de viaje. Al principio el viaje se hacía ameno ya que uno iba apreciando el paisaje por la ventanilla y comentando lo de los cocodrilos, pero cuando uno llevaba ya más de una hora contemplando el mismo paisaje y hablando sobre lo mismo bajo un fuerte calor (a pesar de llevar aire acondicionado), pues como que uno se empezaba a agobiar un poco sentadito en el autobús, cosa que demuestra claramente la expresión de mi cara.

Eso si, poco después de salir a la carretera paramos en una especie de restaurante-gasolinera en el que nos pusimos de acuerdo los 10 integrantes para comprar entre todos algunos packs de cerveza que llevar en nuestro viaje. Ya os he dicho que el precio que habíamos pagado por la excursión incluía la comida y la bebida (agua), pero para nada incluía el alcohol, así que siguiendo las instrucciones de nuestro guía, decidimos hacernos con algunas latas para la barbacoa de la noche. Después continuamos nuestro viaje.


No recuerdo muy bien a que hora sería, pero supongo que entre las 12:00 y las 13:00 el autobús hizo la correspondiente parada para comer, y con la colaboración de todos los integrantes del grupo se prepararon algunas ensaladas y algunos sandwiches con los que alimentarnos.
Allí estábamos todos reunidos, dos holandeses, dos ingleses, dos alemanes y cuatro vascos que nos nos conocíamos de nada y casi sin entendernos, preparando conjuntamente la comida del día.

Una vez habíamos comido, fregado y recogido todo lo utilizado continuamos nuestro excursión, entrando ya en el famoso y conocido Parque Natural de Kakadu.

Este parque esta situado a 171 kilómetros de Darwin y forma parte el Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO. Su extensión es equivalente a la de Israel y se cree que contiene un 10% de las reservas mundiales de uranio.


Nuestra primera parada, un Billabong. Hasta entonces yo pensaba que Billabong era una marca de ropa, pero no, estaba equivocado, un Billabong es el nombre en australiano nativo que reciben aquellas zonas que tienden a inundarse en época de lluvias pero que luego se secan en épocas cálidas.

Os puedo asegurar, como creo refleja mi cara, que el calor y la humedad que tuvimos que soportar eran verdaderamente infernales, y eso que afortunadamente no estábamos en la época más cálida de la zona.

Después otro pequeño trayecto en autobús hasta llegar a la zona donde se encuentran las famosas pinturas rupestres del parque, unas pinturas con más de 20.000 años de antigüedad y que son un verdadero tesoro histórico.


Tras un paseo largo a pie de más de dos horas de duración por el interior del parque bajo un calor infernal llegamos a la zona de las pinturas. La verdad que la zona era de una belleza incomparable, pero el agotamiento de nuestros cuerpos ya no nos permitía disfrutar en condiciones de aquellos momentos. Nuestro único pensamiento estaba en llegar de nuevo al autobús, poder sentarnos a descansar y disfrutar aunque fuese solo un poco del aire acondicionado.


Os aseguro que en las primeras paradas que íbamos haciendo junto a las pinturas yo intentaba escuchar y comprender todas las explicaciones que nuestro amable guía, Darren (al que podeís ver la derecha de la foto sentado sobre la barandilla), nos daba en inglés, pero cuando ya llevábamos unas cuantas horas al sol, bajo un calor de espanto y una humedad insoportable, mi cerebro ya era incapaz de realizar una tarea tan compleja como intentar traducir el inglés de aquel nativo australiano al castellano, por lo que opté por disfrutar de las pinturas y del paisaje, dejando la información de la historia del lugar para posibles lecturas posteriores en Internet.

El próximo martes la segunda parte de esta intensa jornada en Kakadu.

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