martes, junio 23, 2009

Viaje a Australia - 23º y 24º Día

7 y 8 de Diciembre del 2008

Este articulo es continuación de Viaje a Australia - 22º Día

Nuestra aventura por tierras australianas estaba llegando a su fin, así que decidimos levantarnos pronto para aprovechar lo que sería nuestro último día en su capital, Sidney.


A eso de las 8 de la mañana ya estábamos en pie organizando nuestro equipaje, algo que puede parecer tarea fácil pero que os puedo asegurar era bastante complicado. En un principio todos llevábamos ya de partida nuestras mochilas bastante repletas, pero es que ahora encima teníamos que añadir las últimas compras realizadas en el país, así que todos nos vimos obligados a desprendernos de algunas cosillas que creímos ya no eran necesarias, como camisetas viejas, pantalones gastados o en mi caso zapatillas maltrechas, para hacer algo de sitio en nuestro equipaje.

Esta vez decidimos coger el Metro-Rail para acercarnos al centro en lugar del autobus. La estación estaba bastante cerca del albergue así que decidimos probar este otro medio de transporte. El billete nos costó 5'5 $ AUS a cada uno por el viaje de ida y vuelta, aunque como luego leereis terminamos volviendo en Taxi.


Una vez en el centro hicimos una breve parada en un centro comercial con el fin de desayunar algo, momento que aproveché para comerme uno de esos donuts rosas que tanto me gustan y que tanta gracia hacían a mis compañeros de viaje.


Después nos acercamos al mercadillo que habíamos visitado el día anterior y en el que habíamos fichado un puesto donde vendían los famosos didjeridoos (instrumento musical aborigen típico de tierras australianas).

La verdad es que nos había costado decidirnos, ya que por pensábamos que podíamos tener problemas a la hora de transportar este voluminoso instrumento en el avión, pero al final, tanto Luisma, como Edu, como Yo, decidimos gastarnos los 125 $ AUS que costaba este curioso instrumento y así podernos traer un bonito recuerdo de nuestro viaje.

Ya con nuestras compras finalizadas nos acercamos a un lujoso restaurante del centro, el Pony Lounge&Dining, en el que habíamos intentado comer el dia anterior, cosa que no pudimos hacer por lo tarde que era (las 15:00).
En esta ocasión y para evitar problemas nos acercamos bastante pronto, más o menos a las 12:00 del mediodía.


La verdad es que los diferentes platos que se pidieron tenían muy buena pinta, pero no os puedo decir si estaban buenos o no ya que yo no comí nada. Sinceramente, para mi era demasiado temprano y no tenía nada de hambre, así que me limite a tomar un par de cervezas.
El precio final de la comida subió a 240 $ AUS, aunque os puedo asegurar que no nos privamos de nada, incluyendo una buena botella de vino del caro.
Eso si, tengo que decir a modo de justificación del precio que el servicio fue muy bueno y el restaurante estaba muy bien preparado. Podéis visitar su página web pinchando aquí.

A lo tonto se nos había echado el tiempo encima, así que decidimos coger un taxi para volver al albergue a recoger nuestro equipaje. Le pedimos al taxista que nos esperase unos minutos mientrás recogíamos las mochilas y él mismo nos llevó luego al aeropuerto. Precio total del taxi 38 $ AUS.

A las 17:00 cogíamos el avión que nos llevaría de vuelta a casa. La primera parte del viaje era la del trayecto hasta Singapur (unos 6.000 kilómetros) y que duró cerca de 7 horas.
Al igual que en el viaje de ida hicimos una pequeña parada de una hora que nos sirvió para estirar un poco las piernas en el aeropuerto y poco más.
De vuelta en el avión nos tocaba enfrentarnos a las siguientes 12 horas de viaje que nos llevaría recorrer los más de 10.000 kilómetros que nos separaban de Frankfurt.

Eran las 5:30 de la mañana del 8 de diciembre cuando el avión aterrizaba sobre la intensa capa de nieve que cubría el aeropuerto alemán de Frankfurt. Habíamos pasado de estar prácticamente en verano, con unas temperaturas en muchos momentos del viaje infernales, a estar a poco más de cero grados en mitad del invierno europeo.

Tras unas horas de espera en el aeropuerto alemán nos subíamos al último avión que tomaríamos en el viaje, en el que nos llevaba con destino a Bilbao, ciudad a la que llegábamos finalmente a las 13:30 y que cerraba nuestro largo e intenso viaje por las antípodas.

6 comentarios:

Andybel dijo...

.-IGNIGO: Interesante e instructivo el viaje y todos los posts que has ido publicando.

.-Si algún día voy a Australia, echaré un vistazo a toda esa retahíla de artículos en los que nos has desmenuzado tan amenamente vuestro viaje por Australia.

.-Saludos y buenas futuras vacaciones y viajes.

Ignigo dijo...

El próximo martes, para terminar con el tema, intentaré hacer un pequeño resumen a modo de balance general.

Marta dijo...

Bueno, si termina la historia, terminas de darnos envidia!!!! Hay que mirar siempre la parte positiva de las cosas!!!!!!

Cuando he visto la foto de tu desayuno, me ha parecido que el vaso era de cerveza con mucha espuma, y he pensado ... ¿cerveza con donnuts? Ugs!
Luego he mirado mejor y ya he visto que no era cerveza!!!! A estas horas a mí ya se me cierran los ojos!!!!

Oye, y en el resumen ... ¿podrías poner que cosas son las que no te perderías por nada del mundo? Y resumir que aconsejas sobre todas las cosas!!!!.

Gracias!.

Ignigo dijo...

No lo voy a negar, alguna vez he desayunado con cerveza, pero ese día era café.

En cuanto a lo que dices del resumen, eso es más o menos lo que tenía pensado hacer.

Francisco Javier dijo...

Hola, otra buena comilona que nos pegamos, que ya era hora,!!!!cabrones!!!que casi me matais a hamburguesas,,,,,,ja,ja,
Oye habeis aprendido a tocar el instrumento de los aborigenes.
Saludos y haber cuando hacemos esa comida o cena que hablamos........

Ignigo dijo...

Tienes razón Seve, tenemos pendiente esa cena o comida en la que reunirnos para rememorar el viaje.