Articulo anterior: Viaje a China (14º Día - 1ª Parte) - Hong Kong
Nos habiamos quedado intentado llegar a Aberdeen, un barrio de la zona sur de la isla de Hong Kong. Se trata de una zona pesquera en la que lo más peculiar son las casas flotantes que inundan toda su bahia. Es una zona peculiar en la que se prodice un gran contraste entre estas pequeñas casas flotantes y los enormes rascacielos que la rodean.
Habiamos conseguido descubrir cual era el autobus que debiamos tomar, así que nos subimos a él en una de sus paradas de la calle WAN CHAI (6 $ hongkoneses cada uno).
Yo había leido en diferentes guias y páginas de internet que era un barrio que merecía la pena visitar, pero viendo como nos miraban los demás viajeros del autobus, estaba claro que ese no era el medio de transporte que solían utilizar los turistas. Como ejemplo teneís esta foto, yo estoy a la izquierda sentado, no se me ve, pero si se ve una esquinita del plano que llevo en las manos, y Seve se encuentra sentado un poco más atrás, posición que aprovechó para fotografiar como me observaba el hombre del asiento de alado.
Trás quince minutos de trayecto llegamos al centro de Aberdeen, o por lo menos lo que nosotros creiamos era el centro, porque como os podeís imaginar allí era bastante dificil hacerse entender con alguien.
Lo primero que hicimos fue acercarnos al paseo maritimo, ya que la Bahia de Aberdeen es una de las cosas más recomendas de la zona. Allí había un buen número de vendedores, y todos se te echaban encima intentando venderte un paseo en barca por la bahia, otra de las cosas tipicas que hacen los turistas que se acercan a la zona.
Al principio nos pedian 60 $ cada uno por un viaje de unos 30 minutos en barca, no teniamos prisa, así que decidimos regatear un poco y hacernos los remolones. No lo voy a negar, nos costó algo de trabajo, pero una vez que conseguimos que nos dejase subir a la barca por 70 $ los dos decidimos acceder.
El paseo por la bahia no es que sea gran cosa, pero bueno, ya que estabamos allí era una buena forma de pasar el rato y sobre todo de descansar un rato sentaditos, que para andar ya habría otros momentos.
Eso sí, a mitad del trayecto la señora que conducía la barca se desvió un poco de la parte principal del rio introduciendose entre otras embarcaciones que había allí atracadas, nos tocaba hacer de taxi para alguna gente que vivía en una de aquellas casas flotantes, y claro, a mi me toco hacer de anfitrión ayudando a aquella mujer a subir a los niños a la barca.
Como dato curioso diré que en nuestro paseo tambien pudimos contemplar el Jumbo Kingdom, el restaurante flotante más grande del mundo, con capacidad para dos mil personas. Pero dado que los precios eran demasiado elevados, nosotros decidimos ir a comer a un McDonalds de los de siempre.
Bajamos de la embarcación y nos dimos una vuelta por el centro del Barrio de Aberdeen, un barrio comercial muy concurrido en el que la verdad se veían pocos turistas, bastantes menos que por otras partes de la ciudad.
Así que como ya os he dicho, en cuanto nos encontramos con un McDonalds, decidimos entrar a reponer fuerzas. Dos menus completos 57,20 $ hongkoneses.
Eso sí, durante nuestro paso por aquella plaza centrica del Barrio hubo una cosa que nos llamó mucho la atención. Si os fijaís en la foto vereís que debajo de esa especie de tejabana unicamente hay sentadas mujeres, los hombres estaban sentados a parte en otra tejabana similar, supongo que sran costumbres de ellos de no mezclarse y sentarse por separado, porque si no, no lo entiendo.
Tocaba coger el autobus que nos llevase de vuelta al centro de Hong Kong, ahora teniamos una ventaja, sabiamos cual coger, ahora, tambien teniamos un problema, no teniamos ni idea de donde cogerlo, pero bueno, la cosa llevo un rato, pero tras preguntar a uno de los conductores conseguimos encontrar la parada principal desde la que partian los minibuses 4B.
Cogimos el autobus (7 $ hongkoneses cada uno) y tras unos quince minutos de trayecto más o menos llegamos a la zona de WAN CHAI, zona que ya se nos hacía conocida, así que decidimos bajarnos.
Eso si, casi sin darnos cuenta se nos había echado la noche encima, oscurece muy rápido, así que decidimos entrar en un bar de la zona a tomar una cervecita. Era un bar en plan americano, de esos llenos de monitores en los que pasan todo tipo de acontecimientos deportivos.
No nos habiamos dado cuenta al entrar, pero resulta que de 17:00 a 21:00 había Happy Hour, así que cuando llegó la hora de pagar la camarera nos comunicó que teniamos la segunda cerveza gratis, cosa que logicamente aprovechamos. Así que las cuatro pintas de cerveza nos salieron por 122 $ hongkoneses.
De allí cogimos el metro y nos acercamos a la zona de Admiralty, a la zona donde habiamos estado el dia anterior tomando alguna cervecita. Debía ser hora punto porque el metro estaba a reventar, pero bueno, con algo de esfuerzo y algún que empujón que otro conseguimos llegar a nuestro destino haciendo trasbordo hasta la zona de Tsim Sha Tsui East.
Decidimos darnos una vuelta por la zona y probar un bar diferente al del día anterior, y como suele ocurrir en estos casos, decidimos entrar en uno que estaba bastante lleno, ya que si estaba lleno es porque era bueno.
A lo tonto alli cayeron otras cuatro cervezas más (dos cada uno) que nos costaron 162 $ hongkoneses. Estabamos celebrando lo que era nuestro último día en Hong Kong, así que despues de hacer un rato el tonto en el bar con alguna de las chicas que allí había, decidimos salir pitando para intentar coger el autbus que nos devolviese al albergue.
Eran ya las 20:30 de la noche, y os puedo asegurar que en esos momentos el metro estaba a reventar, como prueba esta foto en la que podeís ver como un operario del metro intenta con un pequeño cartel avisar a la gente de cuando se puede subir y cuando no a los vagones del metro.
Tras correr un poco, porque andabamos pelados de tiempo, conseguimos llegar a las 21:00 a la parada de autobus, tocaba coger el bus y subir al albergue para cenar algo e irnos a descansar temprano que al dia sigueinte tocaba madrugar.
Y eso es lo que hicimos, cenar algo rápido que habiamos comprado en el 7 Eleven y en cuanto pudimos irnos a descansar, que al dia siguiente tocaba regreso a Shanghai.
No hay comentarios:
Publicar un comentario