Articulo anterior: Viaje a China (15º Día - 1ª Parte) - Suzhou
Estabamos subidos a un autbus repleto de chinos en dirección a lo que nosotros pensabamos era un pequeño pueblo del interior de China: Suzhou.
Lo único que sabiamos, por lo poco que habiamos podido leer en internet, es que se trataba de una pequeña población situada en la parte baja del río Yangzi y que contaba con una gran cantidad de canales por sus calles, de ahí que en algunos sitios la llamasen la Venecia China.
A eso de las 19:00 el autobús hizo su primera parada, ayudados del billete que teniamos preguntamos a un par de viajeros si aquella era nuestra parada, ellos asintieron, asi que sin mucha seguridad decidimos bajarnos del vehiculo, parecía que habiamos llegado a nuestro destino.
Ahora había que llegar al albergue, en un principio habiamos pensado que siendo un pequeño pueblo no sería dificil, porque lo normal es que el autbus nos hubiese dejado en zona centrica, pero sinceramente aquello de pequeño pueblo tenía bien poco.
Decidimos parar un Taxi y pedirle precio por ir a la Estación de Yin Ma Qiao, estación que según el mapa que teniamos estaba cerca del albergue. El taxista nos dijo un precio, e intentamos regatear, pero al tipo no le sentó muy bien y decidió pasar de nosotros.
Decidimos parar otro Taxi, pero esta vez no regateamos nada, así que en pocos minutos estabamos en nuestro destino, la Estación de Yin Ma Qiao (precio del taxi: 16 yuanes).
Encontrar el albergue nos llevo un ratito, no mucho, pero si es verdad que tuvimos que callejear un poco y preguntar a algún que otro viandante. Seguimos la calle Ren Min, la principal, y cogimos la segunda a la izquierda, que era la calle Da Shi Ton Shiang, la calle del albergue, aunque nos despistó un poco el hecho de que en el cartel pusiese Dashiton Shiang, que viene a ser lo mismo pero todo junto.
El albergue nos costó 143 yuanes, más los 100 yuanes de fianza, por dos noches en una habitación compartida para seis. En el momento de llegar a la habitación no había nadie, pero se veían dos camas ocupadas, asi que estaba claro que esa noche nos tocaría compartir habitación.
El albergue no era gran cosa, habiamos estado en mejores, pero después de haber estado en el albergue de Hong Kong, aquello nos parecía todo un palacio.
Decidimos salir a dar una vuelta, comprar un mapa de la ciudad nos costó 15 yuanes, no los había gratuitos, pero creiamos que sería necesaría, asi que decidimos comprarlo. Salimos a la calle principal girando enseguida a la izquierda, y en unos pocos minutos estabamos en lo que parecía el centro comercial de la ciudad.
Decidimos dar una vuelta por la zona, aunque como veís ya se nos había echado encima la noche y no había mucho que ver. Como anécdota deciros que durante este paseo llegaron a ofrecernos en plena calle subir a un piso para disfrutar de un masaje completo, con esto quiero decir con sexo, por 50 yuanes, algo asi como 8 euros.
Pero nosotros lo que teniamos era hambre, no habiamos comido más que unas galletas en el viaje de autobus, y claro, la exquisita comida que nos habían servido en el avión, así que decidimos meternos en un Pizza Hut a meternos algo consistente en el cuerpo. La cena nos costó 228 yuanes.
De vuelta hicimos una parada en un pequeño local que había casi llegando al albergue. Era un local bastante curioso con muchos neones y con música ambiente, algo que os puedo asegurar no habiamos visto hasta ahora. Incluso las dos camareras que había tenían una pinta algo extraña, yo no diría de prostitutas, pero vamos, que tampoco eran muy normalitas. Las dos cervezas nos costaron 50 yuanes, un precio excesivamente exagerado a nuestro entender, pero decidimos pagar y salir sin protestar, aunque Seve tuvo que contenerse, es más, yo creo que incluso llegó a decirles algo cuando nos ibamos del local, que por cierto, estaba completamente vacio.
Y de allí nos fuimos al albergue, ya eran las 23:00, una hora prudente para irse a descansar, ya habría teimpo de patearse la ciudad al dia siguiente. Por cierto, no lo he comentado, pero al llegar al albergue por la tarde, impresionado por el tamaño del supuesto pueblo, decidí preguntar cual era la población que tenía Suzhou, a lo que en el albergue mer espondieron que 8 millones de habitantes, más de 3 en el centro urbano. Lógico entonces que que el pueblo me pareciese grande, sobre todo teniendo en cuenta que la ciudad en la que yo vivó actualmente no supera los trescientos mil habitantes.
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