Aunque por el titulo del articulo lo pueda parecer, no voy a hablaros del estupendo libro de Stepehen King o de la película basada en esta obra que hace ya algunos años protagonizaron Christopher Walken y Martin Sheen.
Simplemente iba a hacer un breve comentario sobre el estado actual de lo que en su día fue una de la zona de copas con más ambiente y marcha de San Sebastian, la zona de San Bartolomé, en el propio centro de la ciudad, y que vulgarmente era conocido por todos como "La Zona".
Recuerdo como a mediados de los 90, cuando yo tenía 17-18 años, y me encontraba en esa época de la vida en la que uno solo piensa en llegar al fin de semana para salir un poco con los amigos, pasarse la tarde en la discoteca y tontear con las amigas, uno de los puntos claves de la marcha juvenil de la ciudad de San Sebastian era "La Zona".
La calle San Bartolomé, digamos que la avenida principal de esta conocida zona de marcha, estaba plagada de disco-bares de moda en los que era dificil conseguir entrar ya que siempre se encontraban abarrotados. Bares como "El Cine", "El Moro" o "El J&C" entre otros, aunque este último no tengo muy claro si se escribia así, vivian posiblemente los mejores años de su historia. Y un viernes o un sabado cualquiera, pasearse por esta calle en plena noche era una autentica locura debido al ajetreo y al gentió que allí se concentraba.
Lo curioso es que ahora mismo, unos 10 años despues, pasearse por esta calle es muy pero que muy diferente. De todos estos bares que en su día eran de los más famosos en la noche donostiara practicamente no queda ninguno, y estas calles ha dejado de ser una zona de marcha para convertirse en una zona tranquila del centro de San Sebastían.
Todo esto viene a raíz de que el viernes por la noche estuve cenando una hamburguesa con un amigo por esta zona de San Sebastian, y realmente me llamó mucho la atención el hecho de que despues de cenar entramos a tomar una copa en otro conocido y famoso bar de copas de la zona, "El Hollywood", uno de esos locales que años atrás contó con mucha fama y mucha clientela, y os puedo asegurar que durante un rato eramos tres los clientes que habia en el local, pasando en poco tiempo a ser mi amigo y yo los unicos clientes que allí estabamos consumiendo.
Es realmente curioso como cambian las costumbres y aficiones de la gente en algunos años, aunque supongo que mucha parte de culpa de este gran cambio la habrá tenido el ayuntamiento, que seguramente, tras años de quejas de los vecinos de la zona por el ruido que generaba aquellas aglomeraciones de gente acabaría tomando cartas en el asunto.
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