3 de Diciembre del 2008
Este articulo es continuación de Viaje a Australia - 19º Día (1ª Parte)
En el articulo anterior me había quedado contando lo divertido y curioso que era despegar con una pequeña avioneta desde la playa de Fraser Island.
La verdad es que el vuelo fue bastante corto, pero lo suficiente para poder apreciar desde el aire la belleza de aquella pequeña isla de arena recubierta de vegetación y de algunos lagos.
Aterrizamos a los 10 minutos de haber despegado en la misma playa desde la que habíamos tomado altura, aunque en otro sitio, al cual nuestros compañeros de excursión habían llegado viajando en el autobús 4x4.
En esta zona de la playa existe una de las escasas formaciones rocosas que se pueden encontrar en la isla, así que aprovechamos para echar un vistazo y sacarnos alguna foto.
Después vuelta por la playa haciendo una parada en un barco que lleva años varado y abandonado en la arena.
Según leí en la información que nos dieron y que ahora no llego a encontrar, hace ya unos cuantos años, este buque de carga quedo encallado en la arena tras sufrir un avería, si no recuerdo mal, y llegar a la isla empujado por las corrientes.
En un principio pensaron en quitarlo de allí, pero la empresa responsable del barco fue dejando pasar el tiempo, y con poco a poco se fue convirtiendo en un parte más de la isla llegando a ser un reclamo turístico más, así que finalmente decidieron dejarlo allí.
Tras hacernos las fotos pertinentes junto al barco varado, continuamos nuestro viaje en autobús hasta la desembocadura en la playa de un pequeño riachuelo que surge desde el interior de la isla.
Aunque el agua estaba algo fría, algunos de los participantes en las diferentes excursiones que allí coincidíamos decidimos darnos un baño para refrescarnos un poco.
Luego volvimos al Happy Valley a tomar un café y un bollo a modo de merienda, poco a poco nuestra excursión a Frasier Island estaba llegando a su fin.
Tras esta pequeña merienda viaje de regreso al Ferry, una hora de traslado atravesando la isla por las mismas pistas por las que habíamos hecho el camino de ida, o por lo menos muy parecidas, con alguna que otra parada a mitad de camino para contemplar y admirar los curiosos arboles de la zona.
Poco más tarde de las 17:00 nos subíamos de nuevo al Ferry que nos había llevado a la isla, y tras 45 minutos de navegación llegábamos al Camping donde nos esperaba nuestra auto caravana.
El día había sido intenso y estábamos algo cansados, sobre todo por el enorme calor que habíamos tenido que padecer, así que decidimos hacernos algo de cenar en la caravana, tomar una cervecita al aire fresco e irnos pronto a dormir para descansar lo suficiente, ya que al día siguiente nos tocaba de nuevo madrugar para emprender nuestra etapa final en el viaje a Brisbane.
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