martes, marzo 25, 2008

Viaje a USA (12º Día)

22 de Junio del 2004

Ese día nos permitimos quedarnos un poco más en la cama, no teníamos prisa por comenzar nuestra visita por San Diego, así que sin exagerar nos quedamos un poco más descansando en la cama, serían las 8:30 o las 9:00 cuando nos levantamos, un par de horas más tarde de lo que veníamos haciendo en días anteriores.


Quizás esta fue una de las ciudades donde peor organizados estábamos, no teníamos mucha información sobre lo que visitar, así que al principio anduvimos un poco perdidos hasta que finalmente decidimos pasar a la Isla de Coronado, zona militar bastante conocida por su famoso Hotel Coronado donde se han desarrollado diferentes reuniones de todo tipo entre los presidentes del país y presidentes de otras naciones.


Luego nos dirigimos a la zona de la Joya donde nos sacamos algunas fotos en la playa con las focas de fondo. Eso sí, os puedo asegurar que el olor a pescado en algunos momentos se hacia casi insoportable.

Nos habían hablado de un centro comercial en la zona, lugar donde teníamos intención de hacer algunas compras, pero la verdad es que fuimos incapaces de encontrarlo, así que al final acabamos en Mision Valley, otro centro comercial en el que no encontramos nada realmente interesante.

Eran las 15:30 cuando entrabamos por primera vez en un restaurante de una famosa cadena americana en la que teníamos ganas de entrar casi desde que llegamos, un Hooters.


Como podeis apreciar en la foto estos locales son hamburgueserias al más clásico estilo americano que se caracterizan por tener unas camareras exuberantes y despampanantes que te sirven la comida vestidas con un cortos pantaloncitos de deporte y unas camisetas ajustadas.

La comida sin mas, hamburguesas de todo tipo, patatas fritas y cosas del estilo, pero lo que las han lanzado a la fama es el detalle de las camareras como os podéis imaginar. Eso sí, no era nada caro: tres hamburguesas, dos raciones de patatas fritas, una Coca-Cola y dos Coronitas nos costaron 43'5 dolares.

De ahí nos escapamos a un centro comercial cercano y allí si conseguimos encontrar algo de lo que buscábamos, pantalones Levis y ropa del estilo. Aprovechamos para hacer algo de compra de este tipo, es decir, algunos pantalones, cazadoras y algún que otro calzoncillo y nos fuimos de nuevo para el Hotel.

Ya de nuevo en la zona céntrica de San Diego Javi y Yo preguntamos en algunas de las oficinas de turismo de la zona sobre las excursiones a Tijuana, en México, ya que por un lado no podíamos salir con el coche de alquiler, y por otro, según nos habían informado, lo más seguro era acudir a este pueblo en algún viaje organizado y no por nuestra cuenta. En un principio íbamos a ir los tres, pero en el último momento, debido sobre todo a lo que se decía de la ciudad en los informativos que habíamos visto, Sergio decidió no acudir por seguridad, así que nosotros reservamos nuestro viaje para el día siguiente.

Después de eso nos dirigimos de nuevo al barrio en las afueras donde el día anterior habíamos visitado a los conocidos del barrio de Eguia, allí habíamos quedado con ellos para ir a cenar algo.


Nos llevaron a un restaurante mexicano donde cenamos bastante bien y donde estuvimos hablando un poco de todo, de la vida en San Sebastian y por supuesto de la vida en San Diego.

El sitio la verdad es que era curioso, en la foto no se aprecia muy bien, pero si os fijáis en la ventana se puede ver como afuera hay una hoguera encendida, bueno, pues alrededor de la misma había gente cenando mientras cantaban en un karaoke, la verdad es que a mi por lo menos me pareció de lo más curioso y divertido el local.

Y de ahí nos marchamos al Hotel a descansar, como ya os he dicho a Javi y a mí nos tocaba madrugar para realizar nuestra excursión a tierras mexicanas.

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