jueves, mayo 21, 2009

¡Adios Gullit, Adios!

No es la primera vez que os hablo de Gullit, esa pequeña perrita que entro en mi vida hace ya casi 15 años en la primavera de 1994.


Mi hermana había aprobado todas las asignaturas de su curso escolar, y a modo de premio mi madre le daba permiso para traer un perro a casa.
Decidimos pasar por la asociación protectora de animales del barrio de Intxaurrondo, y entre todos los animalillos que allí tenían decidimos quedarnos con aquel cachorrito que había llegado hacía tan solo una horas y que tenía una de las patas delanteras rotas ya que había sido atropellado por un coche.

Le escayolaron la patita en el veterinario y consiguió recuperarse sin problemas, convirtiéndose en un cariñoso y agradecido animal de compañía que a pesar de dar algo de trabajo, la verdad es que tampoco demasiado, nos permitía pasar buenos y entretenidos momentos.


Durante casi 8 años formó parte de la familia junto a mi madre y mi hermana, pero llegado el momento mi hermana se fue de casa y Gullit quedó a mi cargo, por lo que era muy habitual verla descansando en mi habitación, y para ser más concretos, sobre mi cama.
La verdad es que eso de tener que sacarle a pasear, cortarle el pelo, bañarle, etc, etc, tenía su trabajo y daba cierta pereza, pero la compañía que proporcionaba en determinados momentos era impagable.

A los 10 años de edad comenzó a tener ciertos problemas de salud, primero hubo que operarle para extirparle unos tumores que le habían salido en las glándulas mamarias y al poco tiempo volvió a pasar por quirófano al habersele expandido los tumores a los ovarios.


Pero aunque en un principio lo pasó algo mal, consiguió recuperarse totalmente mostrando gran vitalidad y buena salud.

Al poco tiempo de sufrir estas operaciones, algo más de un año, fui yo quien salió de casa, y entonces Gullit volvió a vivir junto a mi hermana, la que en realidad y desde siempre había sido su verdadera dueña.


Durante estos cuatro años convivió en perfecta armonía junto a Irati y Nora (mis sobrinas), aunque poco a poco se iba notando como su vitalidad y su fuerza se iban apagando.
En los últimos tiempos ya era notable su perdida de vista, además se le veía moverse con menos agilidad y respirar con cierta deficiencia.

Hasta que desgraciadamente el dia de ayer, 20 de Mayo del 2009, su vida se apagaba sobre la camilla del veterinario.

Como bien nos dijo el veterinario no estaba sufriendo, pero los 15 años de vida que tenía a sus espaldas eran ya mucha edad para el pobre animal. Su vista estaba muy pero que muy deteriorada, sus articulaciones estaban ya bastante maltrechas, de ahí sus problemas de movilidad, y su pequeño corazoncito comenzaba a flaquear.

Era una decisión difícil de tomar, pero aquel animal que tantos buenos momentos nos había regalado a lo largo de su extensa vida, 15 años nada más y nada menos, se merecían un final feliz y con poco sufrimiento, así que aunque suene duro decirlo, lo mejor para ella era recibir la tan temida inyección letal que le evitaría cualquier tipo de sufrimiento en los próximos días.

Os aseguro que me he emocionado al escribir estas lineas, porque aunque últimamente no convivía mucho con ella, tengo que reconocer que esta pequeña perrita fue una gran compañera durante muchos años por lo que le tenía un gran cariño.

¡Descanse en paz allí donde esté!

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Un abrazo Iñi, a tí y a tu familia.
ANIMO !!

Andybel dijo...

.-IGNIGO: Lo siento mucho por tu perrita; la verdad es que son unos animales de lo más agradecidos y cariñosos. Ya les gustaría a muchos seres humanos ser la mitad de honorables y nobles que los perros...

.-Que descanse en paz la pobre "Gullit".

Francisco Javier dijo...

un abrazo y para adelante Iñigo. saludos de seve

Ignigo dijo...

Gracias a todos por vuestro apoyo !!!!

Carlos cyberhades dijo...

lo siento por tu perrita y que buen articulo me gusto