Ayer mismo escuchaba en un informativo los siguientes datos: en enero pasado las ventas de pisos retrocedieron el 27% en toda España, el País Vasco no fue ajeno a la grave situación y también registró un descenso del 22,6%; sin embargo, el impacto de la desaceleración no fue el mismo en los tres territorios históricos.
Por ejemplo, en Álava y Vizcaya la caída de las compraventas fue más atenuada (15% y 16%, respectivamente). Mientras, Gipuzkoa cosechó un espectacular descenso del 36%, una diferencia que los expertos atribuyen al protagonismo de las segundas residencias en el parque inmobiliario de esa provincia; sobre todo, en las zonas costeras.
Todo esto ha ido provocando un descenso en los precios de los pisos. Seguramente conoceréis a alguien cercano que ha intentado vender en los últimos meses alguna vivienda y os habréis percatado como además de tardar bastante tiempo en venderla, si es que lo ha conseguido, habrá tenido que bajar bastante el precio en el que pensaba venderla en un principio.
Es lo que esta teniendo que hacer la gente para poder vender, el problema lo tienen aquellos que compraron una nueva vivienda pensando en que iban a vender la anterior por una cifra que ahora resulta imposible, esta gente se esta encontrando con dos hipotecas que pagar al no poder vender la primera y encima con el tremendo problema de que si consiguen vender la primera no lo van a hacer al precio que esperaban trastocando todos los números que habían hecho a la hora de comprar la nueva vivienda.
Pero estos datos no son reales en San Sebastian, ciudad en la que resido, ya que aunque los precios de la vivienda de segunda mano están bajando en todo el territorio nacional aquí sigue con su escalda de precios.
Aunque el precio medio de la vivienda usada en Bilbao y Gasteiz ha bajado un 0,7% en el primer trimestre de 2008, en Donostia ha subido en igual porcentaje, que se mantiene como la capital vasca más cara con un coste de 4.825 euros por metro cuadrado, según un informe del portal inmobiliario "idealista.com", llegando a ocupar también la primera plaza de la ciudades del territorio nacional.
Yo cuando hablamos de estas cosas siempre pongo el mismo ejemplo, en Junio del 2005 compré la vivienda en la que resido actualmente en el Barrio de Loyola en Donostia. Para los que no conozcáis San Sebastian os diré que se trata de un Barrio de la ciudad que no podríamos considerar céntrico, pero que tampoco es de los del extra-radio.
Andando hasta el mismo centro de la ciudad vengo a tardar 25 minutos, en la moto no pasa de los 6 o 7, y en coche poco más, unos 10 0 12, aunque luego seguramente tardaría horas en aparcarlo.
Tengo parada de autobús a cien metros de casa, lo mismo que la del tren de cercanías, así que aunque no se trate de un barrio céntrico se puede decir que me encuentro en plena ciudad.
Cuando yo compre la casa tenía dos opciones debido al precio que tenían en ese momento, optar por una vivienda pequeña en un barrio de estos o salirme a algún pueblo de los alrededores, como hizo algún otro amigo, y comprarme una vivienda del mismo precio pero de mayores proporciones.
Después de valorar mis necesidades yo preferí tener una casa pequeña, que para mi es suficiente, pero estar cerca de donde realmente desarrollo mi vida, así que me decidí por este pequeño piso de 42 metros cuadrados por el que pagué 198.000 euros, (33 millones de las antiguas pesetas).
Bueno, pues tan solo un año después, estoy hablando del verano del 2006, un piso como el mio, de las mismas proporciones, en la tercera planta, se vendió por 325.000 euros (54 millones de las antiguas pesetas).
¿Hasta donde vamos a llegar?
Supongo que si en estos momentos quisiera vender mi piso no me costaría mucho tiempo hacerlo, ya que son estos pisos pequeños los que más rápido se venden, pero estoy seguro que no podría venderlo a ese precio, la cosa no esta como para ir gastándose los millones así alegremente.
Desconozco como estará el tema de la vivienda allí donde vosotros residís pero os puedo asegurar que aquí la cosa esta muy complicada.
Desconozco como estará el tema de la vivienda allí donde vosotros residís pero os puedo asegurar que aquí la cosa esta muy complicada.
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