martes, marzo 04, 2008

Viaje a USA (9º Día)

19 de Junio del 2004

Otro día más en el que nos toco madrugar, a las 7:30 de la mañana ya estábamos levantados y preparándonos para salir hacia el Gran Cañón. Entre ducharnos, organizarnos, repostar en la gasolinera y comprar algo de desayuno se nos fueron un par de horas, resumen, entrabamos por la puerta del parque a las 9:30 de la mañana, donde nuevamente tuvimos que pagar 20 dolares por la entrada del coche.


Primera parada Mather Point, allí aprovechamos para echar un primer vistazo a una de las mayores joyas naturales del mundo, el Gran Cañón del Colorado. Y de ahí traslado en coche hasta la Estación de Observación de Yavapai, lugar donde esta sacada la foto que veis encima de estas lineas.

Una vez llegados a este punto cargamos nuestras mochilas con los bocadillos que habíamos comprado en la gasolinera a primera hora y con las botellas de agua de que nos habíamos aprovisionado para hacer frente a las altas temperaturas del momento. Y una vez preparados nos subimos a uno de los numerosos autobuses gratuitos que hay dentro del parque y que te van llevando por los diferentes paradores y miradores. Os recomiendo usar estos autobuses ya que en muchos de los lugares en los que uno para el sitio para aparcar vehículos esta bastante limitado, asi que de esta manera uno se olvida de ese problema. Hay muchas paradas y pasan continuamente autobuses que te trasladan de un punto a otro, eso si, muy importante apuntar bien en el mapa donde dejáis el coche aparcado.


Hemos decidido comenzar nuestro descenso por el punto de Bright Angel Lodge, en este punto hay varias tiendas de souvenirs y diferentes miradores, como podéis ver en la foto, por cierto, el punto del centro pequeñito somos Javi y Yo saludando desde lejos.

Eran las 11:50 de la mañana cuando comenzamos a bajar hacia el Rio Colorado, como veis la hora no era la más propicia, os podéis imaginar el intenso calor que hacia y como castigaba el sol sobre nuestras cabezas, pero no podíamos hacer nada, no quedaba otro remedio, así que comenzamos a bajar de manera tranquila y pausada.
Tengo que reconocer que por aquel entonces, hace 3 años y medio, mi condición física no era para nada la más optima, como habréis podido apreciar en las fotos, así que después de algo más de 30 minutos de bajada decidimos parar y plantearnos el volver a subir.


Si alguno va al Gran Cañón debe tener en cuenta una cosa muy importante si no quiere tener ningún disgusto. Cuando uno baja lo hace de manera fácil, y casi sin darse cuenta va pasando el tiempo y los kilómetros, pero cuando uno decide regresar tiene que tener en cuenta que es mucho más duro y que la proporción es 2:1 en cuanto al tiempo, esto quiere decir que si uno se ha pasado media hora descendiendo como nosotros, a la vuelta tardará como poco una hora en la subida.


Una vez andado el camino de vuelta hasta llegar de nuevo a nuestro punto de partida, y os puedo asegurar que no fue nada fácil, dimos una vuelta por el pueblo indígena que había en la zona y nos comimos unos sándwiches a la sombra de una árbol mientras descansabamos del fuerte esfuerzo realizado.

Después, nos dirigimos a nuestro coche y partimos de viaje hacia nuestra próxima parada, Monument Valley. Eran las 15:30 cuando salíamos del parque, y tras hora y media de viaje, a las 17:00, llegamos a Kayenta, una pequeña reserva de indios navajos que hay junto al parque natural de Monument Valley.

Fue en esta etapa del viaje done cometimos uno de nuestro errores logísticos, así como en las otras paradas habíamos planeado más o menos donde parar, aquí no habíamos leído nada en la guía Trotamundos que llevábamos, y al consultar en el único Motel del pueblo nos encontramos con que el precio era bastante más alto de lo que estábamos acostumbrados a pagar por otros Moteles, 109 dolares la triple en el Motel Holidays Inn, y sin desayuno.
Pero bueno, como estábamos cansado y tampoco es que fuese ninguna barbaridad, decidimos quedarnos allí. Luego, ya en la habitación, al consultar por curiosidad la guía vimos que ya se advertía que esta reserva de indios era algo más cara que el resto por los impuestos que se pagan, por un lado los habituales del gobierno americano y por otro los que también cobran los propios indios navajos.

Como era pronto aprovechamos para pegarnos un relajante baño en la piscina del Motel, y después nos escapamos al Burguer King del pueblo a cenar algo.
La verdad es que después de la paliza que nos habíamos pegado andando bajo el intenso sol de la mañana estábamos algo cansados, así que para las 21:30 ya estábamos tumbados en la cama del Motel viendo la tele.

2 comentarios:

montse dijo...

yo bajé algo más de media hora, aunqeu nunca se llegaba hasta el río, siempre quedaba allà abajo, a lo lejos.
los que ´si bajaron hasta el rio fueron iker i estela, si no recuerdo mal. tienen unas fotos con un buitre a dos metros de distancia.
que caña el viajecito!! me està gustando la historia. luego tendras que hacer un libro para vender con el viaje.

Ignigo dijo...

Cn tantos recuerdos lo que me están es entrando ganas de repetirlo !!!!!!!!!!