22 de Noviembre del 2008
Este articulo es continuación de Viaje a Australia (7º Día)
Como ya os comenté en el articulo anterior en un principio teníamos planeado habernos quedado dos días en Melbourne, pero siguiendo las indicaciones de la pareja catalana que nos habíamos encontrado en Ayers Rock decidimos hacer la ruta de la Great Ocean Road, para la cual necesitábamos algún día más, así que decidimos anular uno de los días de estancia en la ciudad.
Por este motivo decidimos también levantarnos prontito para poder aprovechar la mañana visitando un poco más la ciudad.
Eran las 8:00 de la mañana cuando salíamos del albergue, de nuevo bajo una intensa lluvia, para seguir nuestra visita por la ciudad de Melbourne.
Uno de los problemas que teníamos era que hacer con el coche, si lo llevábamos al centro tendríamos problemas para aparcarlo, y si lo sacábamos del albergue había que dejarlo aparcado fuera en la calle en zona de pago, así que preguntamos en el albergue, en principio nos dijeron que no había problema en dejarlo allí en el garaje, donde lo teníamos ahora mismo, pero que debíamos retirarlo antes de las 13:00. Así que decidimos dejarlo allí aprovechando además para dejar los correspondientes equipajes en su interior.
Lo primero que hicimos fue acercarnos andando al centro con la intención de desayunar en algún sitio, y luego, una vez recargadas las fuerzas con un copioso desayuno, ya que la lluvia que caia no invitaba a pasear mucho por las calles, decidimos entrar en un mercado para involucrarnos un poco en el día a día de la ciudad.
La foto esta un poco movida, es una pena, pero es la única que tengo de los momentos dentro de este mercado, así que por eso he decidido colgarla aunque la calidad no sea gran cosa.
Os puedo asegurar que el ajetreo era brutal, había mucha gente y muchos puestos, en los cuales llamaba la atención lo cuidado y ordenados que estaban todos los productos. Como os podéis imaginar había diferentes productos que llamaron nuestra atención, como pescados a los que no estamos acostumbrados, así que allí estuvimos un buen rato curioseando de puesto en puesto.
Una vez nos habíamos cansado de pasear y curiosear por el mercado, nos armamos de valor y salimos a la calle donde casualmente fuimos sorprendidos por una brutal granizada que nos obligó a refugiarnos en los soportales de unas galerías comerciales durante un ratito.
Una vez se calmó un poco el asunto y la lluvia nos dio una pequeña tregua continuamos nuestra caminata hacia el centro de la ciudad.
Llegamos a una de las plazas más famosas de la ciudad, Federation Square, donde nos hicimos alguna que otra foto soportando como veis la continua lluvia que prácticamente no nos abandonó durante toda la mañana.
Allí mismo además visitamos el Centro de Información Turistica de la Ciudad, unas oficinas enormes en las que no solo había todo tipo de información de la ciudad, sino gran cantidad de información sobre otros puntos interesantes de la geografía australiana, así que aprovechamos para coger información sobre algunos de los puntos que teníamos pensado visitar e incluso aprovechamos la ocasión para hacer alguna que otra pregunta a alguna de las guapas azafatas que allí había atendiendo al público.
Después de la visita al Tourist Informacion Center continuamos nuestra caminata y aprovechando que en esos momentos la lluvia había dejado de caer, decidimos pasar uno de los puentes hasta el otro lado del Rio Yarra que atraviesa la ciudad donde había un bonito paseo y unas fabulosas vistas de la ciudad.
A lo tonto, entre paseo y paseo, ya se nos había hecho algo tarde y nos quedaba aún la caminata de regreso hasta el albergue, así que decidimos ya dar por concluida nuestra visita a la ciudad de Melbourne.
Eran las 14:15 cuando abandonábamos finalmente el albergue y la ciudad, cogiendo la M1 que nos llevaría hacia Geelong (a 75 kilómetros), nuestro primer destino.
Eran las 15:30 de la tarde cuando llegamos al pequeño pueblo costero de Geelong.
Allí hicimos una parada para comer junto al puerto aprovechando un tranquilo parque en el que había unas mesas en las que preparamos unos sándwiches con las provisiones que habíamos comprado en el supermercado días antes.
Una vez repuestas las fuerzas y de haber descansado un rato continuamos nuestro viaje camino a la Great Ocean Road.
Siguiente parada Queenscliff, un pequeño pueblo a tan solo 32 kilómetros de Geelong, donde nos habían recomendado parar para visitar el famoso Faro de Queenscliff, uno de los más importantes de la zona debido al gran tráfico marítimo que hay en esta estrecha entrada a la bahía de Melbourne. Por cierto, desde aquí se puede tomar un Ferry que te pasa directamente a Sorrento, pero que nosotros no tomamos ya que no merecía mucho la pena teniendo en cuenta sobre todo lo ajustado de nuestro calendario.
Logicamente hicimos la correspondiente visita al famoso Faro de Queenscliff donde hicimos algunas fotos como podeís ver para luego continuar nuestro viaje en dirección a Torquay (otros escasos 30 kilómetros) , donde se encuentran algunas de las playas frecuentadas por los surfistas.
Es más o menos aquí, a las 18:45 aproximadamente, donde cogíamos ya oficialmente la Great Ocean Road, donde logicamente paramos para inmortalizar el momento.
Continuamos conduciendo bajo una lluvia intermitente otros 60 o 70 kilómetros hasta llegar a Apollo Bay, un pequeño pueblo turistico de la zona en el que habíamos planeado pasar la noche.
Lo primero que hicimos fue localizar el albergue YHA del pueblo, el YHA Eco Beach, un albergue de estetica moderna en el que la habitación para los cuatro (una litera y una cama de matrimonio) nos costó 112 $ AUS.
Y una vez acomodados nos fuimos a tomar unas cervezas al pueblo, donde la verdad es que habia un buen ambiente en los bares de la recta que atravesaba el pequeño pueblo.
Allí disfrutamos un rato de la música en directo y nos tomamos algunas cervezas, desgraciadamente no puedo mostraros ninguna foto porque a día de hoy sigo esperando que me las pasé el amigo Luisma, y luego nos retiramos a descansar al albergue para continuar nuestro recorrido al dia siguiente.
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