Teniendo en cuenta que cuando coges un ticket de autopista te marca la hora exacta a la que has entrado a esa carretera, viendo la hora en la que sales en el correspondiente paso por peaje se podría calcular la velocidad medía que has llevado durante el trayecto en tan solo unos segundos.
Es una tarea muy sencilla para cualquier ordenador, y si por ejemplo has recorrido 65 kilómetros en menos de 30 minutos, queda bien claro que la media de velocidad ha sido superior a los 120 kilómetros por hora permitidos.
Parece que las autoridades se han dado cuenta de ello, y siguiendo el método utilizado ya en otros países como Holanda, Italia, Austria y Reino Unido, han decidido instalar radares por tramos en las carreteras nacionales.
Su sistema de funcionamiento es en principio sencillo. Primero se decide el tramo en el que se quiere controlar la velocidad de los vehículos. Puede tener una longitud de hasta 20 kilómetros, aunque por ahora se controlarán recorridos de entre tres y cinco kilómetros.
Al comienzo del tramo que se quiera vigilar, sobre cada uno de los carriles de la vía, se ubicará una cámara digital con un sistema de reconocimiento de matrícula (OCR) que captará la de todos y cada uno de los vehículos que circulen por ella. Un servidor almacenará todas las imágenes con la hora, el minuto, el segundo y hasta la milésima de segundo. Asimismo, al final del tramo controlado se instalarán sobre cada carril otras tantas cámaras de captación de matrículas con su respectivo control horario.
De esta manera, cuando un coche pase por el primer radar, éste captará su matrícula y anotará la hora. Kilómetros después, el segundo dispositivo volverá a fichar al vehículo y a reconocer su placa, así como la hora a la que llega. Ambos radares enviarán la información al centro de gestión de tráfico, donde un sistema informático cotejará las dos imágenes con sus respectivas horas y calculará la velocidad media a la que ha circulado el vehículo. Si la media supera el límite marcado para esa vía, las imágenes serán enviadas al centro de gestión de infracciones correspondiente a través de fibra óptica y se procederá a la sanción.
Por otra parte, aunque los recorridos vigilados por este sistema se señalizarán, no se hará especificando que se controla todo el tramo, sino que se empleará la misma advertencia que actualmente informa de la ubicación de radares comunes, que, por cierto, no serán sustituidos, sino que cohabitarán con los nuevos.
En cuanto a las sanciones que se expidan en estos controles, la aprobación de la reforma de la ley de Seguridad Vial que se tramita en el Senado y que podría estar vigente en primavera, dará cobertura legal a esta modalidad de control de la velocidad.
Eso si, de momento podemos estar tranquilos, ya que el Departamento de Interior del Gobierno Vasco, comunicó este pasado martes día 11 de agosto, que de momento no hay intención de instalar este sistema de radares en las carreteras vascas.
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