miércoles, septiembre 07, 2011

Viaje a Noruega - 3º Día (1ªParte)


Lunes 30 de mayo, tocaba madrugar, así que a las 6:50 de la mañana ya estaba en pie, duchandome y preparandome para el que iba a ser uno de los días más duros de nuestro viaje.

Tocaba subir al Preikestolen, conocido tambien como "La Roca del Pulpito", o "El Pulpito" a secas, y Luisma ya me había avisado de que era una autentica aventura en la que me iba a tocar sufrir.


Así que lo primero que hicimos fue coger fuerzas desayunando en el Buffet del albergue. Como ya os dije en el articulo anterior el albergue era más bien un Hotel, y tengo que reconocer que el Buffet era bastante completo, teniamos café, leche, zumo, tostadas, algo de fiambre e incluso huevos revueltos, aunque de lo que no había mucho, y la verdad es que eso se repitió durante todo nuetro viaje, era bollería y dulces, algo a lo que yo personalmente estoy acostumbrado a la hora del desayuno.

Tocaba bajar al centro, y después de la experiencia del día anterior, pensamos que lo mejor sería preguntar si había algún autobús que nos acercase a la zona del puerto, ya habría tiempo de caminar en la subida al Preikestolen.

Cogimos el autobus de la linea 4 (26 coronas cada uno, algo más de dos euros por cabeza) y en quince o veinte minutos llegamos al centro de la ciudad de Stavanger.

Eran las 8:00 de la mañana cuando llegabamos al puerto, momento en el que veiamos como delante de nuestras narices zarpaba uno de los primeros Ferrys de la mañana, se nos había escapado por los pelos, así que no nos quedaba otra que esperar al siguiente, a las 8:30 de la mañana.

Guardamos las maletas en una de las consignas del propio puerto, en la misma oficina en la que se sacaba el billete del Ferry (60 coronas la consigna grande en la que entraban las dos malestas, unos 5 euros).

Y luego sacamos el billete del Ferry para ir a Tow, 86 coronas los dos billetes de ida, unos 7 euros. (Advierto de que este es el precio que tengo apuntado en mi libreta, pero teniendo en cuenta los precios del país, ahora mismo, dudo de que lo haya apuntado correctamente, puede que me haya equivocado, porque me parece demasiado barato).


Tocaba esperar un rato, así que nos dedicamos a pasear por el puerto y curiosear alrededor de los grandes buques de crucero que allí había anclados.


A las 8:30, con puntualidad britanica, nuestro Ferry abandonaba el puerto de Stavanger.


Teniamos por delante un pequeño trayecto de unos cuarenta minutos que como podeís ver pasamos casi al completo en la cubierta del Ferry.

Y por fin llegamos al otro lado del fiordo, donde tocaba coger autobús que nos subiría al lugar desde donde empezaba la caminata al Preikestolen, pero la cosa no podía ser tan fácil, y ya de primeras empezaban nuestros problemas.

Resulta que el autobús que subía al camping desde donde empezaba la caminata costaba 120 coronas (la ida y vuelta), con lo cual nuestros dos billetes costaban 240 coronas.


Subimos al autobus con unicamente 130 coronas en metalico, así que intentamos pagar el billete con tarjeta, algo que nos dijo el conductor que era totalmente imposible. Preguntamos por algún cajero para sacar dinero, pero el problema es que el único cjaero disponible estaba en el camping, asi que había que subir, pero como os he dicho, no teniamos el dinero suficiente para pagar el billete.

Fueron momentos de tensión, pero entonces, una pareja de turistas americanos, de unos sesenta años, que estaban sentados en primera fila junto al conductor, viendo el problema con el que nos encontrabamos, se ofrecieron a pagarnos el dinero que nos faltaba ya que veían que el conductor no estaba por la labor de dejarnos subir y pagarle una vez hubiesemos sacado dinero.

Aquel ofrecimiento parece que sirvió para que el propio conductor se diese cuenta de lo que nos estaba haciendo, ya que no hizo falta que los amables americanos nos pagasen el billete, el propio conductor nos dijo que podiamos pagar a la vuelta, así que listo, aunque habiamos pasado unos momentos de tensión, conseguimos salir airosos del problema.

Durante los 35 minutos de trayecto en autobus fuimos calculando como iba a ser nuestro viaje de regreso a Stavanger, un viaje realmente ajustado en el tiempo.

El autobus de regreso era a las 14:55, calculado para llegar a las 15:30 al puerto, donde a las 15:45 zarpaba el Ferry que nos llevaría de regreso a Stavanger, el cual, tras 40 mintos de travesía, nos dejaría en Stavanger a las 16:25, con tan solo 5 minutos de margen para sacar las maletas de las consignas y embarcar en el Ferry que teniamos pagado desde el día anterior para volver a Bergen, ya que este Ferry zarpaba a las 16:30.


La verdad es que no podiamos fallar en ninguno de los embarques, ya que de ser así perderiamos el Ferry de vuelta a Bergen y tendriamos que esperar al día siguiente para coger otro, pero bueno, eso era otra aventura, ahora lo mejor era olvidarnos de eso, disfrutar de las hermosas vistas y el paisaje de la zona, y armarse de fuerza y valor para emprender la subida al Preikestolen, pero eso ya os lo dejo para mañana.

4 comentarios:

Andybel dijo...

.-IGNIGO: Me quedo con la anécdota de los americanos. ¡Olé por ellos! ya que sólo con el gesto hicieron cambiar la actitud del conductor.

.-Gente así ya queda poca; la verdad es que cuando nosotros nos hemos topado con gente estadounidense no nos han defraudado, suelen ser bastante amistosos, simpáticos y generosos. Por lo menos ese es el concepto que nos hemos llevado.

.-A ver cómo va la subida al Preikestolen.

Ignigo dijo...

La verdad es que los americanos se portaron muy bien, eso hay que reconocerlo.

En cuanto a la subida al Preikestolen, te aseguro que no te va a defraudar, menuda paliza !!!

luisma dijo...

Eh andybel: aquel día sufrimos de verdad. Recuerdo la rampa inicial que tr invitaba a mandar todo a tomar viento. Había japonesas q subían en tacones ... Increíble. Si vuelvo a ir .... Será con mi novia y dudare si subir o no, se sufre ...

Andybel dijo...

.-LUISMA: Ya me imagino que sufristéis. Cuando uno sube a una cima, parece que no hace ningún ejercicio al principio porque se va andando; pero cuando llevas un rato y va cambiando el perfil de la pendiente, madre mía, se te ponen las piernas a tope y el corazón también.

.-Hago trecking por montañas de altura media de 1000 mts. y la verdad es que me imagino lo que sufristéis ese día.

.-Saludos.