Articulo anterior: Viaje a Noruega - 3º Día (3ª Parte)
Martes 31 de mayo: nuestra intención era levantarnos a las 7:30 de la mañana, pero para ea hora nuestros compañeros orientales de habitación ya se habian levantado, y no precisamente en silencio, con lo que para las 7:15 de la mañana yo ya estaba en la ducha.
Y a eso de las 8:00 ya estabamos desayunando y reponiendo fuerzas en el buffet del albergue. No es que fuese gran cosa, pero había lo suficiente para empezar el dia.
Teniamos planeado aprovechar la mañana para visitar la ciudad de Bergen, asi que como teniamos que abandonar la habitación, pedimos el favor en el albergue de que nos guardasen las mochilas, ya que no era plan de ir pateando la ciudad con ellas encima.
Eran más o menos las 8:30 de la mañana cuando abandonabamos el albergue con la intención de coger el autobús que nos llevase al centro de la ciudad, el mismo que el día anterior nos había llevado hasta el albergue.
Pero fue entonces cuando Luisma se dió cuenta del error que habiamos cometido la noche anterior, habiamos calculado mal y nos habiamos gastado las monedas destinadas al autobus en la maquina de los refrescos.
El autobús costaba 25 coronas cada billete, asi que necesitabamos 50 coronas, pero unicamente teniamos 30, y a la vista no había ningún cajero, asi que tocaba comenzar la mañana dandonos un paseo a pie hasta el centro de la ciudad.
Fueron algo más de cuarenta minutos andando, y todo cuesta abajo, asi que tampoco es que se hiciera muy duro, pero después de la paliza que nos habiamos pegado el dia anterior, pues como que no nos lo tomamos con demasiada alegria. Eso sí, durante el trayecto pudimos ir disfrutando de algunas imagenes de la ciduad que seguramente no hubiesemos apreciado desde el autobus.
Nos dedicamos a visitar un poco el centro de la ciudad, que sin ser excesivamente grande ni espectacular, tengo que reconocer tenía su encanto.
Y como no, nos pasamos un rato a curisear en el puerto y en los diferentes puestos de venta de pescado y marisco. Como detalle os diré que al pasar por uno de los puestos nos escucharon hablar en castellano, se trataba de dos trabajadores vascos que atendían en un puesto y que nos ofrecieron pobar un poco de atún.
A las 11:30 de la mañana aproximadamente decidimos hacer una paradita en el McDonalds, ibamos a matar dos pajaros de un tiro. Después de la caminata que nos habiamos pegado, como quehabia entrado algo de hambre, asi que decidimos almorzar un par de hamburguesas rapidas, algo que además nos serviría para cambiar dinero, ya que se permite pagar con euros, aunque logicamente el cambio es algo peor que el que te hacen en un banco. Luisma entregó 50 euros, que al cambio eran 383 coronas, a lo que habia que descontar las 155 coronas de lo que nos habiamos comido.
Una vez habiamos recuperado fuerzas nos dirigimos a la siguiente parada programa de nuestra visita a la ciudad de Bergen, la estación del funicular que nos llevaría al mirador de la ciudad.
Había algo de cola, pero la verdad es que no tuvimos que esperar más de diez o quince minutos. Por cierto, en la esquina que hay en la parte derecha de la foto hay un restaurante español, "El Escalón", en el que uno puede comer a base de raciones, eso sí, la carta esta colgada fuera y no era especialemnte barato, pero bueno, teniendo en cuenta los precios en los que se mueve el país, tampoco es que fuesen ninguna barbaridad.
El funicular tenía un coste de 70 coronas por persona, y el trayecto duraba poco más de cinco o seis minutos. Para aquellos que lo conozcais os diré que en parte me recordaba mucho al funicular que tenemos en Donostia para subir al Monte Igeldo.
Una vez arriba nos encontramos con un amplio mirador que permitía tener una panoramica preciosa de la ciudad.
Como os he dicho, Bergen no es una ciudad muy grande, pero se trata de la segunda ciudad más importante de Noruega y cuenta con una población aproximada a los 250.000 habitantes.
Logicamente nos hicimos las corresponientes fotos aprovechando las vistas, aunque desgraciadamente el cielo estaba algo nublado y por tanto la luz no era la más apropiada.
Continuamos nuestra visita por las instalaciones del mirador, y yo aproveché para hacerme una foto con la que es la mascota del país, el Troll:
Y menos mal, porque poco después de hacerme esta foto comenzó a llover, asi que decidimos bajar del mirador y continuar nuestra visita por la zona del puerto.
Pero ya os lo dejo para el articulo de mañana.
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