Siguiendo con la serie de articulos de los jueves pasaré a relataros otra curiosa anécdota que me pasó hace algunos años con otra actriz famosa, en este caso la protagonista es la guapa Ingrid Rubio, a la cual recordareís por películas como "Salvador", "Tirante, el Blanco" o "Noviembre" entre otras.
Esto ocurrió en Septiembre de 1996, durante el transcurso de la 49ª Edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastian.
En aquella edición del festival yo estaba trabajando para una productora haciendo trabajos de edición y repicado durante la noche, si no recuerdo mal entraba a trabajar a las 22:00 de la noche y solía salir a eso de las 6 o 7 de la mañana, según lo que se me alargase el trabajo, por lo cual tenia el resto del dia para descansar y aprovecharlo en otros menesteres.
Generalmente, aunque la acreditación de técnico de la que suelo disponer permite asistir a algunos pases de películas, no suelo aprovecharlo demasiado, y eso que como sabeís soy gran aficionado al cine, pero aquel año se estrenaba en el festival, en sección fuera de concurso, una comedia española dirigida por Alfonso Albacete, David Menkes y Miguel Bardem titulada "Más que amor, frenesí" que no se porque habia llamado mi atención.
Así que el día del estreno, a eso de las 4 o 5 de la tarde, no lo recuerdo, acudí al los Cines Astoria, que era donde se proyectaba la película. Recuerdo que me costó bastante aparcar el coche, hasta el punto que me planteé abandonar y volverme para casa, pero finalmente conseguí aparcarlo y salí corriendo hacia el cine.
Llegué con el tiempo justo y en el preciso momento en el que un grupo de jovenes que tambien llegaba un poco tarde entraba por la puerta, así que me uní al pequeño grupo.
La verdad es que si me sorprendió la amabilidad con la que nos recibian en la puerta los porteros del cine y más aún cuando ví que una azafata nos esperaba en la entrada a la sala y nos llevaba amablemente hasta nuestros asientos en la parte delantera, pero con las prisas no me fijé en nada más, incluso pasé por alto el hecho de que no me hubiesen pedido la acreditación al entrar en los cines, pero como digo iba bastante sofocado por las prisas.
Pero al llegar al asiento que la azafata me indicaba y ver que sobre él habia un papel en el que ponia RESERVADO me dí cuenta que alli algo pasaba, fue entonces cuando me fijé en quienes eran el resto de integrantes de ese pequeño grupo, percatandome que se trataban de los integrantes del reparto de la película "Taxi" de Carlos Saura, que se presentaba en la sección oficial, y en la que tambien trabajaba la protagonista de "Más que amor, frenesí", Ingrid Rubio.
Yo no dijé nada, tomé asiento y le lancé una pequeña sonrisa a Ingrid Rubio, la cual se sentó en el asiento de mi izquierda y la cual me miró algo sorprendida, sunpongo que por su cabeza pasaría alguna pregunta del tipo: "¿Quien es este individuo que han sentado a mi lado?".
Ahora os podría contar que antes de comenzar la película comencé a hablar con ella y a felicitarle por su estraordinaria trayectoria en el mundo del cine quedando ella sorprendida por mis conocimientos y mi simpatía, pero no, no fue asi. Simplemente me limite a ver la película tranquilamente en mi butaca, pero os puedo asegurar que ver una pelicula, en la que además hay más de una escena de sexo, con la protagonista, que además interviene en esas escenas, sentada junto a uno es bantante curioso y divertido.
Pero lo mejor de todo estaba por llegar, al terminar la película y encenderse las luces todos nos levantamos para abandonar la sala, pero en ese preciso momento, los asistententes al pase, conscientes de que en el grupo estaban algunos de los integrantes de la película, comenzaron a aplaudirnos y a saludarnos, yo intenté hacerme el despistado y abandonar el lugar lo más rápido posible, pero la verdad es que fue realmente divertido.
Se puede decir que fue mi momento de gloria en el Festival.
1 comentario:
.-IGNIGO: Puede ser, ese momento de gloria del que alguna vez nos has hablado y que se presenta una vez a lo largo de la vida de alguien.
.-Saludos, y muy graciosa la anécdota.
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