Os cuento por encima lo sucedido antes de que veáis las imágenes: derbi moscovita entre Lokomotiv y Spartak, corría el minuto 73 cuando un hincha sin camiseta salta al terreno de juego para dejarse ver. El equipo visitante había acortado distancias y se había puesto 2-1 por lo que no quería interrupciones, así que al checo Radoslav Kovac no se le ocurrió mejor manera de detener al hincha, que haciéndole una dura entrada que dio con los huesos del aficionado en el suelo. Posteriormente se retiró a una banda donde quedó doliéndose de la patada del jugador del Spartak. El árbitro no lo dudó ni un instante y le mostró la amarilla ante la incredulidad del checo.
No sé lo que os parecerá a vosotros, pero a mi la reacción del arbitro me parece totalmente desproporcionada.
Fuente de la noticia: marca.com
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