Ya que la cosa hoy va de fútbol narraré en mi sección de famosos la anécdota que me ocurrió hace ya unos cuantos años con el entonces entrenador del F.C. Barcelona Johan Cruyff.
No sabría deciros la fecha exacta, pero mirando más o menos en que año dejó el club catalán y en que años coincidió con su hijo Jordy en el equipo he calculado que esto sería en 1996.
Se había jugado el Real Sociedad - Barcelona en el Estadio de Anoeta en San Sebastian, lugar donde yo me encontraba trabajando. Por aquel entonces yo tenía la manía o costumbre de coleccionar fotos con famosos del mundo del fútbol, de aquella época guardo fotos con Rivaldo, Alfonso, Manjarin, Rivaldo, Hesp, Pantic, Caminero, Luis Enrique, y algunos otros, así que aproveché que lo tenía allí plantado en la zona de prensa para pedirle por favor que se sacase una foto conmigo.
En aquel momento Johan estaba junto a Quique Guasch, el famoso y antipático periodista de TVE, esperando a entrar en directo en el programa de deporte de la cadena, mientrás las demás cadenas esperábamos nuestro turno para entrevistarle, así que me contesto que no, que cuando terminase la entrevista, logicamente yo no puse ninguna pega y decidí esperar.
Estuvimos allí un rato esperando y entonces a Quique Guash le comentaron algo por su pinganillo de ordenes, se dio la vuelta y le dijo a Johan, "nada, que van a publicidad y luego nosotros, unos 10 minutos", yo al oír aquello le miré de nuevo y le hice el gesto, a lo que él volvió a responderme de bastantes malas formas: "que no, que después de la entrevista".
Tal fue su tono que todos los periodistas y fotografos que estaban alli esperando se quedaron mirando alucinados, hasta el entonces también jugador del F.C. Barcelona e hijo de Johan, Jordy Cruyff, que se había colocado junto a mí quedo impresionado creo yo que por el tono empleado.
Pasaron unos cuantos minutos, y le hicieron la entrevista, una vez terminada, yo creo que consciente de que su tono no había sido el adecuado y que había quedado un poco mal, se acercó a mi y me dijo que nos hacíamos la foto, entonces yo, que había quedado bastante desilusionado con su forma de comportarse, le conteste que no, que ya no quería ninguna foto.
Él se dio la vuelta y salió de la zona de prensa mientrás su hijo que iba por detrás me miró dibujando una sonrisa en la cara, supongo que a él tampoco le había parecido educada la manera de contestarme y que estaba de acuerdo con la forma en que yo había actuado finalmente.
Una pena, me quedé sin la foto con Johan, pero una cosa es que me gusté tener fotos con futbolistas de renombre y otra es que me deje humillar por un tipo que al final y al cabo come, bebe y mea como todos los demás.
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