El protagonista es Carlo Ferrando, así de nombre igual no caéis quien es, pero seguro que viendo la foto os suena algo más. Se trata de un periodista del corazón, de estos que salen en los múltiples programas de tertulia sobre famoseo que hay en la tele, aunque últimamente no le veo por ningún sitio, y que en su día tuvo su momento de gloria con el programa del Sardá, "Crónicas Marcianas".
Solía salir con el pelo teñido de rubio, con formas bastante amaneradas, y muchas veces con un puro en la mano, manía que seguro ha tenido que quitarse con las últimas leyes anti-tabaco.
Bueno, a lo que iba, aquel día estábamos trabajando para un programa de cotilleo del que ya os he hablado alguna otra vez que había en la ETB, "Lo Que Faltaba".
Si no recuerdo mal, habíamos quedado en un centro comercial con este señor y con Paola Santoni, otra famosilla del momento, que estaban haciendo allí una promoción de algún producto o marca.
Cuando llegamos, nos pasaron a una sala donde preparamos nuestras cosas para realizar la entrevista, el foco, los micrófonos, etc, y entonces llegaron ellos dos, se sentaron en un sofá y comenzamos a prepararnos para la grabación.
Fue entonces, cuando nos presentaron, cuando Carlo Ferrando se dirigió a mi y me dijo:
¡Hombre, yo a ti te conozco, hemos trabajado juntos!!!
Casualmente, hacia tan solo unos meses yo había estado trabajando algunos días en Madrid, pero haciendo memoria yo no recordaba haber trabajado con este señor, así que le dije que no caía, que igual habíamos coincidido, pero que no lo recordaba.
Pero el seguía afirmando que sí, que era muy bueno para las caras y que había trabajado conmigo seguro.
Nos pusimos a trabajar y realizamos la entrevista, y al terminar la misma fue cuando volvió a donde estaba yo y me dijo:
¡ Ya sé de que te conozco, tu el año pasado estabas en el Festival de Cine de aquí, en San Sebastian, te conozco de eso porque coincidimos en varios trabajos !
La verdad es que eso si era cierto, había trabajado en el Festival de Cine como muchos otros años, aunque para ser sinceros, yo no recordaba haber coincidido con él.
La anécdota no hubiese pasado de ahí si no hubiesen estado delante durante toda la historia mi compañera de sonido y la periodista, ya que os podéis imaginar el cachondeo luego.
Vaya suerte la mía, todo el día deseando que alguna famosa se fije en uno y mira por donde tiene que venir a fijarse en mí el Carlo Ferrando.
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