Como ya os comenté ayer al final tuve que dejar mi escapa a Lleida para otro fin de semana por varias razones, primera y más importante, la inoportuna gastroenteritis que me afectó ayer a la mañana hacia predecir que no iba a poder disfrutar de las fiestas en condiciones, y por otro lado, según me informó Montse, andaban bastante liados de trabajo por allí, así que lo mejor era dejarlo para otro fin de semana en el que poder aprovechar mejor el desplazamiento a tierras catalanas.
Lo más correcto hubiese sido quedarse en casa descansando y dando un respiro a mi maltrecho estomago, pero los que me conocéis sabéis que no puedo estarme quieto, y menos un viernes por la noche, así que finalmente Luisma y Yo planeamos una visita a la Sociedad de Loyola en plan tranquilo.
Para cuando fuimos a hacer la compra, (21:00 más o menos), mi estomago ya estaba en mucho mejores condiciones que a la mañana, así que aunque hay que reconocer que no es que sea una comida muy limpia y ligera, decidimos hacernos unas pizzas en el horno de la sociedad aprovechando un regalo que mi buena amiga Ana me había hecho hace unos días, una base de pizza italiana que me había asegurado estar de muerte.
Compramos los ingredientes para la pizza y por si se nos quedaba corta compramos otra base para hacer otra diferente. ¿Dos pizzas?, pues si, es exactamente lo mismo que nos preguntaron otros socios que estaban cocinando en la sociedad, ¿Os vais a comer todo eso los dos solos?, y como os podéis imaginar viendo el tamaño de la primera, la respuesta es NO, no nos pudimos comer las dos pizzas ni mucho menos, pero bueno, mirando el lado bueno así no tengo que hacerme comida hoy.
La primeras de ellas, que es la que veis en la foto de arriba, estaba hecha de jamón, mozarella, atún y tomate, y fue sin duda la que mejor estaba. La segunda estaba rellena de tomate, gambas, champiñones, un poco de jamón que había sobrado de la otra y mozarella.
Al final una noche tranquila en la que hablamos un poco de nuestras cosas y en la que nos retiramos prontito a casa, como debe ser.
Por cierto, ya sé que muchos os preguntareis, ¿Y como se ha recuperado este tan rápido de su gastroenteritis?, pues el secreto es el siguiente, a lo largo del día he pegado varios tragos de ese producto del que ya os hablé hace tiempo (podéis recordar el articulo pinchando aquí), el Pepto-Bismol, un producto que desgraciadamente no se puede comprar aquí y que yo consigo a través de internet o aprovechando los viajes a los Estados Unidos que hacen de vez en cuando conocidos o amigos.
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