Era el verano de 1988, por aquel entonces yo tenía 14 años, en realidad 13 ya que me faltaba casi un mes para cumplir los 14, cuando no sé ni como saqué una Beca del Gobierno Vasco para ir a realizar un curso de inglés de unos 20 días en Plymouth, ciudad que por aquel entonces hacia poco que se había hermanado con San Sebastian.
Plymouth es una ciudad condado de Devon, en el sudoeste de Inglaterra. Tiene una población de 244.000 habitantes. Se encuentra entre el río Plym y el rio Tamar, y es parte de uno de los más grandes y espectaculares puertos naturales en el mundo. La ciudad tiene un rico pasado marítimo y fue una de las más importantes bases del Reino Unido. Debido a esto fue un objetivo principal para la Luftwaffe durante la Segunda Guerra Mundial.
Posee una línea de ferry que la conecta con la ciudad de Santander.
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La verdad es que fue una experiencia de lo más agradable. Allí en Plymouth estaba alojado en casa de una familia junto a otro compañero de San Sebastian algo menor que yo.Por las mañanas acudíamos al Suzanne Sparrow Institute donde nos daban clase de inglés. Estábamos repartidos en clases diferentes según el nivel que teníamos del idioma, y como os podéis imaginar yo estaba en el nivel más bajo junto a otros dos o tres compañeros de Donosti, compartiendo clase también con más de veinte francesas de mi edad, lo que para mi, teniendo en cuenta la explosión hormonal que se sufre a esa edad, era todo un lujo.
Por las tardes nos llevaban a hacer excursiones o actividades en las que lo que se buscaba era la integración con la gente de la ciudad buscando un poco que practicásemos lo que se nos iba enseñando de inglés en el instituto.
La idea no era mala, pero como os podéis imaginar al final casi siempre acabábamos relacionándonos entre nosotros y practicando el castellano a todas horas, aunque cierto es que a mi aquella experiencia me sirvió para familiarizarme algo con el francés, porque si yo tenia poca idea de inglés hay que decir que las francesitas aquellas tampoco es que me ganasen por mucho.
Como digo fueron unos 20 días muy divertidos en los que hice una gran amistad con otros dos compañeros de San Sebastian, a los que cosas de la vida, luego nunca volví a ver.
Ya que estábamos allí también aprovechamos un día para hacer una pequeña excursión a la gran ciudad de Londrés, llegada a la mañana en tren y vuelta a la tarde, así que con el tiempo justo para ver lo principal, pero bueno, fue divertido y así por lo menos podíamos decir que habíamos pisado esa ciudad. Desgraciadamente no tengo ni una sola foto de aquel viaje a Inglaterra.
Recuerdo que lleve una pequeña cámara de fotos, con la cual yo estaba muy contento haciendo fotos de lo que consideraba interesante, pero cuando vi que ya llevaba 28 o 29 fotos con un carrete de 24 comencé a mosquearme un poco. Cuando ya llevaba más de 36 comencé a tener claro que de allí no iba a salir ninguna foto que poder guardar, y así fue, por lo que de todo aquello solo quedan los recuerdos dentro de mi cabeza.
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