No sé si os habéis parado a pensar alguna vez sobre este tema, pero a lo largo del día muchas veces recibimos un montón de preguntas estúpidas que en realidad no tienen mucho sentido y que seguramente salen de la persona que la hace espontáneamente y sin haberlas pensado demasiado.
Para que nos vamos a engañar, incluso seguro que en más de una ocasión somos nosotros los que hemos hecho ese tipo de preguntas sin darnos cuenta de su sentido o significado.
Dejando aparte preguntas relacionadas con el trabajo de cada uno, seguro que de esas si que hay muchas porque suelen ser las que más se producen, ya que generalmente esas solo las entienden los entendidos en cada materia, voy a enumerar algunas que me han pasado últimamente y que seguramente habréis escuchado en alguna ocasión, por lo menos dos de ellas, pero además voy a poner la respuesta que creo sería adecuada en cada momento a una respuestas de ese tipo:
- Situación: Tres miembros el servicio de emergencias de Osakidetza (Servicio Vasco de Salud), vestidos con el uniforme reglamentario (pantalón azul con rayas verdes, camiseta blanca y chaleco amarillo reflectante con inscripción en la espalda "EMERGENCIAS") avanzan por un pasillo de un hospital empujando una camilla y con un desfibrilador en la mano, entonces una señora que se asoma de una habitación pregunta: ¿Sois vosotros los de la ambulancia?.
A esto habría que haber respondido: No señora no, visto así porque el color del chaleco realza el verde de mis ojos.
- Situación: Rueda de Prensa (cualquiera), llegas a la entrada con la cámara al hombro (un aparato de casi 12 kilos de peso que no pasa desapercibido) y en la puerta te preguntan: Vosotros ¿Sois de la tele no?.
Respuesta merecida: No, soy del periódico, esto que tengo en el hombro es una pequeña erupción que me ha salido que me tiene que mirar el médico cuando tenga tiempo.
- Situación: Estas en casa, suena el teléfono fijo, lo coges y una voz desde el otro lado pregunta: ¿Estas en casa?.
Respuesta merecida: Que va, lo que pasa es que me he comprado un inalambrico de última generación que tiene cobertura en un radio de 5 kilómetros alrededor del salón de mi casa.
- Situación: Estas en la carnicería del supermercado, solo, la chica que atiende esta troceando un pollo, entonces se da la vuelta, se acerca a la maquina de los numeritos y grita: ¿Siguiente?.
Respuesta: Cuando le sirvas las pechugas al hombre invisible me pones a mi 100 gramos de jamón.
Pero aquí viene la mejor de todas y la que seguro habéis vivido en algún momento:
- Situación: Estas de viaje a casa de unos familiares o amigos, llegas a tu destino y te reciben en la puerta: ¡Hombre!, ¿Ya habéis llegado?.
Respuesta apropiada: Que va, esto es solo una ilusión óptica provocada por mi mente para tantear el terreno y avisarte de que estamos a tan solo 35 kilómetros.
Supongo que en más de una ocasión habréis vivido situaciones de estas en las que nadie hace las preguntas a mala fe, simplemente salen sin pensarlas, pero que analizadas detenidamente en frío podemos comprobar que no tienen ningún sentido.
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