Es posible que suene raro pero la verdad es que siempre he sentido verdadera admiración e interés por este tipo de amenazas naturales, tipo huracanes, ciclones, inundaciones o tsunamis.
Con esto no quiero decir ni mucho menos que este deseando que se produzcan tragedias tipo a la que vimos hace unos años en Indonesia o más recientemente en Nueva Orleans con el Katrina, pero si es verdad que cuando hay amenaza de que alguna de estas bestias naturales azote alguna zona, yo por lo menos, sigo con bastante atención dichas noticias.
Así que esta mañana en cuanto me he levantado he puesto las noticias para ver que es lo que había pasado exactamente en la costa oeste americana con la llegada de Gustav.
Afortunadamente la que habia pasado a llamarse madre de todas las tormentas, ha llegado a la costa de Nueva Orleans como ciclón de categoría 2, y no como huracan de categoría 5 como en un primer momento se habia anunciado, lo que ha permitido a la ciudad aguantar bastante bien el azote de los fuertes vientos e intensas lluvias. De momento habrá que seguir con atención como soportan los diques de contención del Missisipi la crecida del rio, pero por lo menos ya ha pasado lo más duro de la tormenta sin que haya que lamentar un alto número de victimas, tan solo 7 por lo que he podido escuchar en las noticias, un número muy alejado del millar que dejo atrás el Katrina.
De todas formas, y a pesar de que no ha sido tan duro como se esperaba, yo ahora me pongo en la piel de los habitantes de la ciudad, una población que hace tan solo tres años sufrió la dura tragedia comentada del Katrina, y que ahora ha tenido que ser evacuada por seguridad ante la llegada del Gustav, y yo me pregunto, ¿Volverá a pasar en los próximos años?, ¿Merece la pena vivir en un sitio donde hay tantas posibilidades de este tipo de tormentas o huracanaes?.
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