Siento el retraso, pero compromisos sociales con unos amigos de la familia que han llegado de visita desde Barcelona me han tenido entretenido hasta ahora.
Ya sé que hay más de uno esperando ansioso la continuación del articulo, así que no lo dejaré para mañana y me pongo manos a la obra.
Como ya he comentado, después de tomar unas copas en el bar semi vació del pueblo nos acercamos al Cotillón del que nos habían hablado y al que nos habían propuesto asistir. Tengo que reconocer que los tres (Luisma, Asier y Yo) nos esperábamos lo peor, pero nunca nos hubiésemos imaginado aquello.
El Cotillón se celebraba en una antigua pescaderia, un local no demasiado grande y sin demasiados lujos, pero bueno como tampoco es que nosotros necesitemos mucho para liarla rápidamente nos adaptamos al entorno y comenzamos nuestra juerga.
Luisma disfrutaba como un niño sirviendo copas en lo que como podéis ver en la foto era el antiguo mostrador de la pescaderia, mostrador en el cual descansaban las botellas como si de merluzas o langostas se tratasen.
En la otra punta del local un DJ pinchaba temas de todo tipo, la verdad es que no demasiado modernos, pero lo suficientemente movidos como para animar la fiesta, eso sí, en algún momento de despiste me permití tomar un poco las riendas de la noche.
La verdad es que lo pasamos bien, entre risas, copas, bailes y algún achuchón que otro nos dieron las 7 de la mañana, hora en la que decidimos regresar a casa a dormir la mona.
De todas formas es curioso que al revisar las fotos de la noche uno se encuentra con cantidad de fotos de gente que no tengo ni idea de quienes son, algunos salen solos, pero otros, como algunas de las chicas de la fotos, salen conmigo, pero la verdad es que no recuerdo quienes son. Son los peligros que tiene la noche.
Por cierto, uno de los lugares de la fiesta en la que uno más se relacionaba con el resto de asistentes al cotillón era el pasillo de los baños, como ya he dicho el local no contaba con muchos lujos, uno de los problemas que tenía es que había un solo baño para todos los asistentes a la fiesta, con lo cual se formaban unas buenas colas de espera en las que para pasar el tiempo uno acababa relacionándose con los compañeros de cola.
Como muestra esta foto de familia realizada en la puerta del baño.
En resumen, una fiesta muy divertida que me ha dejado muy buen recuerdo de este fin de año del 2007 y que volvería a repetir si me lo permitiesen. Sinceramente no me arrepiento de nada de haber decidido quedarme finalmente en el pueblo de Castellserá.
Para aquellos que asististeis al cotillón y estáis deseando veros en alguna foto os recuerdo que en mi cuenta Flickr ya estan disponibles algunas de las fotos de la noche. (Pinchar aquí).
No hay comentarios:
Publicar un comentario