miércoles, enero 02, 2008

Cotillón en la Pescaderia

Por fin tenéis aquí el articulo que muchos estabais esperando, el relato de lo acontecido el día de Nochevieja. La verdad es que no ha sido fácil hacer una selección de las fotos para ilustrar el articulo, ya que el material era muy abundante, pero creo que la fotos que he elegido ilustran perfectamente la noche.

Lo primero que tengo que decir es que si alguien me hubiese dicho que iba a celebrar la Nochevieja en un cotillón en el interior de una pescaderia de un pequeño pueblo de Lleida llamado Castellserá (para saber más del pueblo pinchar aquí) no me lo hubiese creído en absoluto, pero mira por donde es ahí donde acabe y además pasándomelo en grande.

Al principio no teníamos muy claro que íbamos a hacer esa noche, había varias opciones, pero entre volver a salir de juerga por el centro de Lérida, cosa que ya habíamos hecho el sábado o probar algo nuevo en el pueblo de los padres de Montse nos decidimos por esto último.


Fue Luisma quien junto a Asier preparó una buena cazuela de merluza en salsa con almejas, el plato principal de nuestra cena de fin de año.



En la mesa nos juntamos el propio Luisma, Asier, su mujer Montse, el Tio Antonio, y por su puesto yo.


Como es típico de estas noches, después de cenar vimos un rato la tele esperando a que diesen las esperadas doce campanadas, lo que marca el comienzo de un nuevo año y de una nueva juerga, que al fin y al cabo es lo que estábamos esperando.

Así que después de ver las comentadas campanadas, de brindar con buen champagne francés y de darnos los besos y abrazos correspondientes para felicitarnos el nuevo año 2008 nos bajamos al bar de abajo a tomar unas copas.
Antes de ir al bar nos juntamos con Montse, una amiga de la otra Montse, vamos, que parece que en cataluña todas las mujeres se llaman Montse.

Durante un rato estuvimos en el bar tomando unas copas y jugando unas partidas al futbolin, la verdad es que tengo que reconocer que durante estos minutos tanto Luisma como Yo nos temíamos lo peor, en el bar no había más de 5 o 6 personas, lógico teniendo en cuenta que el pueblo no llega a los 1200 habitantes, lo que nos hacia temernos lo peor para el cotillón al que nos habían propuesto acudir.

Sinceramente durante esos momentos yo creo que los tres (Asier, Luisma y Yo) aunque no dijimos nada, nos arrepentimos mucho de la decisión tomada.

Continua en otro articulo que escribiré más tarde.

1 comentario:

pako alvarez dijo...

que bien que te lo pasas , sobretodo esa noche de fin de año , ya lo tenias merecido despues de tanto curro , la noche vieja proxima que sea mejor . abur