Finalmente el viernes si me lié un poquito, bueno, quizás algo más de la cuenta, pero es lo que tienen estas fiestas de barrio, así que ahora ya estoy en disposición de hacer un pequeño balance sobre las mismas.
Creo que lo que voy a decir es lo mismo que ya he solido comentar en otros artículos sobre el tema, que me da la sensación de que cada vez la gente participa menos en este tipo de fiestas. Cierto es que las Fiestas de Loyola no es que hayan sido nunca un referente en el calendario festivo de la zona, no las vamos a comparar con otras fiestas de barrios o pueblos cercanos, como la de Renteria o las de Hernani, ni mucho menos, pero durante mis años jóvenes, en los que uno iba aprovechando y participando cada fin de semana de unas fiestas diferentes, la verdad es que las fiestas de Loyola tenían su cierta categoría.
Poco son ya los barrios que quedan que al celebrar sus fiestas cortan la carretera principal generando en ella una especie de mercado en el que se vende todo tipo de cosas, desde globos y juguetes a camisetas y zapatillas pasando por hortalizas y frutos secos, la verdad es que parece una tontería, pero este mercado le da una imagen festiva al barrio de lo más interesante, y eso que los que vivimos en la calle principal, como yo, nos vemos bastante perjudicados. Ahora me vienen a la cabeza Renteria y Pasajes, pero pocos más.
Pero la verdad es que cada vez se ve menos gente por las calles, paseando y haciendo uso de todos estos puestos ambulantes.
En cuanto a las ferias, bueno, no las vamos a comparar tampoco con las del Paseo Nuevo de Donostia en Semana Grande, logicamente, pero sinceramente me dio la sensación de que había muy poca cosa, tan solo una tómbola, un par de atracciones para los más pequeños, los clásicos autos de choque y el barco vikingo, que no puede faltar en ninguna fiesta que se precie.
Lo justo para que los pequeños pasen un buen rato, tal y como hizo mi sobrina Nora, a la que podéis ver en la siguiente foto:
De los conciertos nocturnos mejor ni hablar, cuatro chavales pegando gritos, a los que yo personalmente casi no entendía, tocando un estilo de música dirigida al público más punky y joven del barrio, yo lo entiendo, esta gente tiene derecho a participar de la fiesta, pero recuerdo que hace años se solían colocar dos tablados diferentes, uno dedicado a esta música y otro con los típicos bailables de toda la vida en la que la gente mayor del barrio poder pasar un buen rato, cosa que ahora ya no hay, resultado, como digo, cuatro chavales pegando gritos en el tablado y unos cuantos jóvenes bebiendo cerveza en las barracas de los laterales, un ambiente muy pobre y muy poco festivo en mi opinión (será que me estoy volviendo mayor).
Y del ambiente, pues bueno, más de lo mismo, cada año me da la sensación de que se ve menos gente por el barrio, los bares más vacíos e incluso menos bares activos, este año por ejemplo dos de los bares más bulliciosos de años anteriores se encontraban totalmente cerrados, total, que al final vamos quedando los del barrio y poco más.
No lo voy a negar, algunos ya sabéis que el viernes yo celebré las fiestas por todo lo alto, llegándome a dar las 10 de la mañana aún por ahí de cervezas, como veis en la foto, pero hay que reconocer que muy a mi pesar las Fiestas de Loyola no son para nada ni la sombra de lo que llegaron a ser hace algunos años.
¿Se nota este bajón también en las fiestas de vuestros barrios o pueblos?
1 comentario:
hola iñi ¡¡ es normal , aqui esta pasando como el resto de europa , las fiestas de barrio no funcionan , falta dinero y entusiasmo para ello ademas de la crisis presente , las fiestas grandes se situan en cuidades como pamplona , sevilla , zaragoza, paris, fiestas de siempre y promocionadas con dinero estatal ,asi que ajo y agua , la pena es que en las fiestas de barrio siguen dando la pelmada con la musica barata punkimala , y que tengamos que soportarla teniendo musica de ultima hora tan cojonuda ¡¡ saludos a todos ¡¡
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