En primer lugar pediros disculpas por haberme saltado esta sección que ya se que tanto os gusta a algunos el jueves pasado, pero con eso de que era víspera de festivo como que se me traspapelo.
Posiblemente, aunque veáis la foto, muchos de vosotros no tendréis ni idea de quien es Lee Chun Soo, aunque los aficionados al fútbol, especialmente los seguidores de la Real Sociedad de San Sebastian, equipo en el que jugó un par de temporadas allá por el 2004, si lo recordéis, pero no os preocupéis el resto, que ahora pasaré a daros algunos datos sobre este personaje.
Lee Chun Soo es un jugador de fútbol de Corea del Sur que después de realizar un excelente Mundial en el 2002 se convirtió en el primer coreano en jugar en la liga española de fútbol al fichar por la Real Sociedad.
La verdad es que pasó sin pena ni gloria por el equipo donostiarra el cual decidió cederlo la siguiente temporada al Numancia, finalmente se volvió a su país, donde era todo un ídolo de las jovencitas, a jugar de nuevo y ahora, si no estoy equivocado, milita en el Feyenoord holandés, donde según tengo entendido no lo esta haciendo nada mal.
Después de estos datos sobre el jugador queda decir que la anécdota que os voy a contar quizás no sea gran cosa, pero estoy convencido que allí en su país, donde como os digo llego a tener una fama mediática que incluso fue comparada con la de Beckham en España, seguro que más de uno, o seguramente una, mataría por haber estado en mi piel.
Esto sucedió la noche de un viernes normal, yo había salido a tomar unas cervezas con un amigo, poco a poco la cosa se fue liando, terminamos cenando en un restaurante y luego de copas a la Parte Vieja donostiarra, y es ahí, para ser exactos en el Bar Zibibo donde coincidimos con algunos jugadores de la Real Sociedad, nombres que prefiero no mencionar por respeto a ellos y a su profesión, entre los cuales se encontraba este pequeño y gracioso coreano.
Como os podéis imaginar a esas horas ya íbamos bastante contentillos, así que me acerqué y estuve conversando un poco con ellos, es más, alguno reconoció conocerme de verme en los entrenamientos trabajando con la cámara, así que entre unas risas y algunas copas se nos fue pasando el tiempo y para cuando quise darme cuenta yo me encontraba allí en el bar solo con ellos, ya que mi amigo había desaparecido, hablando en inglés con un coreano que no entendía ni media de castellano y con una borrachera considerable.
La cosa llego hasta el punto de que tengo por ahí un papel firmado por él y otros dos jugadores más de la primera plantilla del equipo con dedicatoria y todo.
Una anécdota sin más, del estilo a la que os conté anteriormente de Santiago Segura, pero que es curiosa en el sentido de que ya que lo que para mi pudo ser una noche más de copas con un pequeño coreano a mi lado, para muchos seguidores del país oriental poder estar junto a este ídolo del fútbol asiático podría ser todo un regalo.
2 comentarios:
Mira que bien, osea que conoces al chinito este!!!!.
Hombre, conocer, conocer no diría tanto. Dudo mucho que se acuerde de mí.
Ahora si puedo decir que he estado de copas con él.
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